Para conocer cuál es el comportamiento que debemos tener para agradarle a Dios, debemos saber que es doctrina biblica, y cómo hacemos para regirnos por ella.
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Muchas personas creen en Dios, como creen en el cielo, que saben que está ahí, pero no lo pueden alcanzar.
Y es porque no saben que es doctrina biblica, que le puede ayudar a conseguir una comunión con él.
Algunos creen que con el hecho de creer en Dios, y no hacerle mal a nadie, tienen el cielo ganado.
Pero en ciertamente están muy equivocados, porque hay unos requerimientos para lograrlo.
La fe, las buenas obras, el ayuno, y la prédica que es doctrina biblica, son algunos de estos requerimientos.
Por eso debemos encontrar la manera de hacer lo que a Dios le agrada, y tener las cuentas claras con él.
Con tener las cuentas claras, nos referimos al hecho de arrepentirnos de nuestros pecados, y reconocerlo como nuestro Señor y único Salvador.
Porque no se puede creer en Dios, como se cree en el sol y la luna.
Se debe creer en él con la convicción de que todo lo que promete se hará realidad cuando sea su voluntad.
Y honrarlo no por el temor que algo malo nos pueda suceder, sino por el amor que sentimos por él.
Pero para poder conseguir esto, debemos primero tener una estrecha relación con él.
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Aprendamos que es doctrina biblica
Dios bendice a los que guardan su doctrina.
Pero para guardar la doctrina de la Biblia, debemos tratar de entenderla correctamente.
Esta doctrina incluye los mandamientos establecidos en el Antiguo Testamento.
Y que al día de hoy continúan siendo vigentes.
También incluyen las enseñanzas de Jesús, las leyes, y todos y cada uno de los principios que pertenecen a la fe.
Dado que la fe, es la única que salva, y nos ayuda a vivir en bendición y victoria.
En este sentido, un libro que nos ayude a alcanzar esta verdad, debe ocupar el primer lugar en el pueblo de Dios.
Y este libro no es otro, que la Biblia, manual de vida que Jesús nos dejó como un regalo maravilloso para nosotros.
Sobre todo, porque él preparó las sagradas escritura, precisamente, con este objetivo.
Para que nosotros comprendieramos que es doctrina biblica y no se apartará nunca de nosotros.
Desde que Dios creó al hombre, le otorgó una enseñanzas para que su vida fuera más próspera.
Si él hubiese guardado sus enseñanzas, tendríamos una historia muy distinta.
Quizás aún viviéramos todos en el Edén, y sería así, perpetuamente por toda la eternidad.
Pero como ya sabemos, el hombre desobedeció las enseñanzas, y ya sabemos lo que sucedió.
El Plan de Dios
No obstante, Dios tuvo un plan maravilloso para redimir al hombre.
Le entregó su doctrina, un libro de enseñanzas necesarias para darle todo lo que perdió en un momento dado.
A través de todo el Antiguo Testamento, desde Moisés, hasta la venida de Jesús, todo dependería del hombre.
El éxito, o el fracaso, sería proporcional a la aceptación o rechazo de la doctrina otorgada por la autoridad divina.
Cuando Jesús vino al mundo, les habló infinidad de veces, sobre lo que se requiere para una vida aceptable a los ojos de Dios.
Él les enseñó, que para agradar sobremanera a su Padre, se debía escuchar y hacer lo que él les enseñaba.
Más tarde, antes de su partida, Jesús nos dejó un consolador, y ayudador.
Él es quien nos redarguye cuando nos estamos apartando de la doctrina de Jesús.
Y asimismo, es quién nos devuelve, con sus lazos de amor, a la senda de la verdad.
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El Espíritu Santo instruyó a los líderes de la iglesia primitiva, dándoles a entender qué es lo esencial para vivir según la voluntad de Dios.
«Cuida de ti mismo, y de la doctrina, teniendo perseverancia en ello, porque haciendo esto, te salvarás tú, y todos lo que te escuchen» 1 Timoteo 1:16
Por esta razón, es esencial enseñar y perseverar en la doctrina bíblica, e infundirla en la vida de nuestro prójimo.
Dios en su infinito amor y misericordia, nos dejó este manual de vida, para que no estuviéramos a la deriva.
Nuestra historia sería muy diferente, si no supiéramos qué cosas son las que le agradan a Dios.
¿Usted se imagina si sólo un grupo de personas tuviera esa información, qué pasaría?
Se enseñoriarían del resto de las personas sacando provecho de su contenido.
Por eso Dios nos dejó no solo este manual de vida, sino también la promesa de que todo aquel que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Es muy fácil seguir la doctrina bíblica de Dios, puesto que él nos ha dejado sus directrices.
Solo tiene que leer su palabra, y descubrir cuáles son sus requerimientos.
Solamente tenemos que hacer lo que a Dios le agrada, para evitar ofenderle.
En su lugar debemos honrarle, buscando su rostro en oración, realizando ayunos, leyendo la palabra de Dios, y asistiendo a la iglesia en la medida de lo posible.
De esta manera, lograremos tener una relación con Dios, que nos lleve a una profunda comunión con nuestro Padre.
Si usted aún no reconoce a Dios como su Salvador, ¡este es el momento preciso!.
Ábrale su corazón al Señor, y pídale que se mude al centro de él.
Reconózcalo como su único Señor y Salvador, para que pueda tener una relación íntima con él.
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A partir del mismo momento, en que usted reciba a Cristo en su corazón, podrá notar cómo cambia su vida.
Dése la oportunidad de tener una verdadera comunión con Dios.
