Toda religión tuvo un inicio, ese inicio definió su futuro y expansión por el mundo. Pasó con la religión cristiana, con la zoroastrica (la religión de Zroroastro, más antigua que la cristiana), y por supuesto, también sucedió con la religión islámica. ES por ello que ahora hablaremos sobre el Islam Clásico. (Ver también: Mezquita Azul)
Arábia preislámica, inicio del islam.
Todo comenzó en el siglo VII, y durante nueve siglos, dicha religión se expandía por gran parte de África y Asia, haciéndole frente incluso, al cristianismo de la época. Ésta expansión cultural, religiosa y militar culminó oficialmente en el siglo XV, que es cuando termina el Reino de Granada y el Imperio Otomano inicia.
En la Península Ibérica vivían diferentes tribus de árabes, sin embargo, ninguna de esas tribus se ponía de acuerdo para formar un estado o país, cada uno iba por su cuenta con la gente de su tribu, así sucedió durante siglos, y además, habían enfrentamiento entre las tribus por cuestiones territoriales.
Entre estas tribus, estaban las tribus nómadas que son tribus que no permanecen en mismo lugar, es decir, siempre están en constante mudanza de un lugar a otro, no tenían un sitio en específico para quedarse y establecer una sociedad allí
Por otro lado, tenemos a las tribus sedentarias, es decir, aquella tribus que sí se quedaban en un mismo lugar, no como los nómadas que cambian de lugar cada cierto tiempo. Los sedentarios creaban su sociedad en un lugar, pero no compartían con otras tribus.
Entre las tribus nómadas tenemos a los beduinos, que eran tribus nómadas del desierto; ésta tribu constituía un grupo social de 3000 personas, aunque ellos estaban dividido en familias. La relación entre las tribus nómadas nunca fue la mejor.
Los nómadas se caracterizaban por ser tribus muy hospitalarias, que tenían en mente el sentido del honor y el valor de cada guerrero, amaban la poesía y la elocuencia. Características por los que ellos serían recordados hasta nuestros días.
Los sedentaristas vivían en Yemen, algunas tribus vivían en el sur de Yemen mientras que otras vivían en el norte de Yemen. Yemen servía como enlace entre las rutas marítimas y las rutas de caravanas. En el siglo VI, cuando los persas atacaron, las tribus sedentarias desaparecieron.
Es importante mencionar que, mientras los sedentarias desaparecían, los nómadas prosperaban en la ciudad de La Meca y en las ciudades del desierto centro-occidental, lo hacían a la sombra de las rutas caravaneras. Poco a poco los mercaderes formaron una sociedad que acumulaba riquezas y lujos, dejando de lado los valores nómadas originales.
La religión que practicaban los nómadas y sedentarios, era una no monoteísta, es decir, ellos adoraban a las piedras, a los árboles, a los demonios, a distintos dioses, a los astros, y esto lo hacían en La Meca. Los beduinos eran las tribus más religiosas.
El enviado de Dios
Mahoma entró en escena y comenzó a predicar una nueva religión, una monoteísta que, aunque no tenía la aceptación de muchos, tenía la aceptación de algunos pocos que se le unieron en su movimiento de expansión, y estamos hablando también de armas y líderes militares.
En el año 610 Mahoma comienza a predicar la nueva doctrina en toda la península ibérica, cosa que le ganó muchos enemigos porque lo consideraban un tonto, ya saben ¿Una religión monoteísta? ¡Qué locura! pero nada que las armas no pudieran arreglar.
Mahoma a parte de ser humillado en varias ocasiones, la diferencia de opinión y religión fue tanto, que al mismo lo querían muerto y comenzaron a perseguirlo para matarlo en caso de atraparlo. Pero, como lo mencioné anteriormente, Mahoma andaba respaldado.
Con el poder militar que tenía Mahoma dejó de ser perseguido para convertirse en el perseguidor, es decir, usó su fuerza militar para expandirse por la península e imponer su nueva religión y que todo pueblo y tribu se convierta al islam y ayude a la expansión del mismo.
Mahoma logró unificar a los pueblos árabes, a las tribus tanto nómadas como sedentarias en una sola nación, en un sólo imperio, aunque no estaban totalmente unidos, es decir, tuvieron un único líder, Mahoma, pero entre ellos mismo había diferencias de ideas que llevaron a grandes batallas por todo el imperio.
Éstas guerras tribales se llevaban a cabo a través del tiempo y siglos más tardes provocó la disgregación de los Estados musulmanes permitiendo que potencias extranjeras los dominaran, comos los británicos y los franceses, y más tarde, los estadounidenses.
Descubre con el próximo vídeo un poco más de la vida del profeta Mahoma, un personaje tan relevante en la cultura y religión islmica que se podria comprar con el Jesucristo de la religión cristiana y católica.
Entre los años 607 y 708, Mahoma junto a su imperio logró conquistar Asia menor, Egipto y el norte de África, todo con la ayuda de los nómadas, considerados como grandes guerreros que contribuyeron en las victorias de las guerras durante la expansión, sus habilidades en combate eran únicas y estaban muy por encima de los sedentarios.
Todos aquellos pueblos que eran dominados debían aceptar la nueva religión o serían ejecutados, algunos de ellos prefirieron la muerte, pero otros le temían y terminaron aceptando el acuerdo convirtiéndose en uno en las filas del islam. (Ver también: La Meca)
Continua expansión por el mundo del Islam clásico
Cuando Mahoma regresó se encontró con una ciudad La Meca totalmente transformada, convertida en el centro de piedad del mundo islámico, entonces, Mahoma continuó su expansión hasta llegar al sur de Siria, pero en el año 632, el enviado murió, Mahoma fallece y Abu Bakr, quien era suegro de Mahoma asume el título de Califa (sucesor).
Durante el siglo VII las grandes batallas llevadas a cabo para seguir conquistando territorios daba fruto porque vencían a sus rivales y se apoderaban de sus tierra y los convertían al islam. Pero irían más allá de sus fronteras establos, llegando por occidente a Hispania y por oriente llegaron a China e India.
Contaban con un ejército poderoso que estaba constantemente creciendo. Lo sorprendente de todo esto es que ellos vencían a grandes ejércitos con tanta facilidad, lo que hacía que las conquista fueran fáciles, bueno, al menos desde la perspectiva del lector de la historia.
En el año 634 vencen al ejército del imperio Bizancio, y de allí en adelante las demás ciudades y pueblos comenzaron a caer como si de un efecto dominó se tratara: Yarmuk (Turquía), Damasco, Jerusalén, Alejandría (Egipto), y en el año 642 el imperio persa llega a su fin cuando su emperador Yazdgar III murió, culminando de esa forma la conquista de Persia (Irán), en el imperio persa dominaba la religión de Zoroastro (más antigua que el cristianismo), dicha religión fue cambiándose gradualmente por el cristianismo.
A pesar de las grandes victorias obtenidas en tan poco tiempo debido a la unidad de los pueblos árabes, en realidad no estaban tan unidos, siempre mantuvieron consigo la rivalidad tribal, no olvidaban sus orígenes tribales y tampoco sus disputas.
Constantemente se reagrupaban en familias dentro de sus tribus y mantenían la guerra con otras tribus . En Siria destacó el clan Omeya, o la tribu Omeya, quienes eran muy protegidos por el califa Utmán, sin embargo, este gobernó sólo dos años.
Habían constante revueltas por diferencias religiosas, y en esas revueltas fue asesinado Utmán, y quien tomó el mando fue Alí, quien fue primo y yerno de Mahoma. Las cosas no cambiarían para bien porque con Alí en el poder sucedió la primera guerra civil.
Después de varios enfrentamientos militares para mantener el poder, Alí fue traicionado y asesinado en el año 661, entonces, los partidarios de Alí se reagruparon y pasaron a llamarse Chiitas o Shias, y mantenían guerra constante contra los Jariyíes, quienes estaban en contra del mandato de Alí.
Como ven, a pesar de la unión que tenían, la unión que logró Mahoma, realmente no estaban tan unidos y tenían guerras internas entre ellos mismos. Luego vinieron las cruzadas, ese ejército de caballeros templarios que reconquistaron las tierras musulmanas.
A pesar de ello, a pesar de que los cristianos con su ejército santo conquistó las principales ciudades que ellos consideraban cristianas, no pudieron mantenerlas para siempre, porque Saladino inició una campaña de reconquista de territorios islámicos que hizo que los templarios perdieran por primera vez una batalla.
Nueve siglos de constantes batallas, victorias y derrotas, pero fueron más las victorias que se acumularon a lo largo del tiempo, nueve siglos en las que las tribus árabes tenían un solo líder, un califa y que estaban “unidas”, fueron nueve siglos en los que el islam estuvo en una constante expansión. (Ver también: Estado Islámico)
Con una fuerza militar temible, el islam se expandió muy rapidamente y cruzó las fronteras en búsquedas de nuevos pueblos para conquistar sus tierras y convertirlos a la religión del islam, era eso o ser asesinados. Pero no todo es para siempre, se llegó el momento en que ya las tribus no querían estar unidas y se dividieron, ya el califa no era necesario y terminó el islam clásico.