Desde hace muchos siglos el Islam y Occidente han estado unidos, sí, así como se oye, nunca han estado lejos uno de otro. En Occidente se usa el idioma árabe, admira y muestra rasgos de su cultura y sus conocimientos. El problema ha radicado en las acciones violentas que han amenazado la estabilidad global y se ha acusado a musulmanes, quienes actúan falsamente en nombre de Dios y del Islam.

Islam-y-Occidente-02

Historia de El Islam y Occidente

Vale acotar que este conflicto data de muchos años atrás, más de 1.300 aproximadamente. Luego del surgimiento de la religión islámica en el medio oriente, los ejércitos islamistas avanzaron sobre una primitiva Europa de manera victoriosa. (Ver artículo: Estado Islámico).

En pocos años, el Islam conquistó a todo el medio oriente y el norte de África. Posteriormente atravesó el Mar Mediterráneo y conquistó la península Ibérica, para finalizar triunfante en Francia, en el año 732. Así el Islam fue civilizando gradualmente a lo que hoy es España y Portugal.

Sin embargo, las cosas fueron cambiando y Occidente fue ganando terreno. Durante los siglos XI y XIII una violenta y poderosa reacción cristiana occidental se desarrolló contra el Islam.

Tenían como objetivo echar a los moros de Europa y crear y a la vez consolidar un reino cristiano, en aquellas tierras santas. En las cruzadas se cometieron todo tipo de barbaridades y fechorías mientras avanzaban al medio oriente. Occidente terminó retirándose por haberse corrompido y agotado su impulso bélico.

Nuevamente entre los siglos XIV y XVII, el Islam volvió a abalanzarse sobre Europa, bajo la dirección en esta ocasión, del gran imperio turco. Conquistaron los Balcanes y después el medio oriente.

Constantinopla fue igualmente conquistada y le pusieron cerco dos veces a Viena. A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, los otomanos cayeron en una declinación civilizacional y el avance occidental fue nuevamente brutal y avasallador sobre territorio islámico, avanzando sobre esas tierras de manera triunfante.

Segunda Guerra Mundial

Al finalizar la II Guerra Mundial, Occidente se vio obligado a retirarse de las zonas coloniales en Asia y África. Esto ocasionó que los grandes imperios coloniales europeos dejaran de existir, siendo ocupados por el nacionalismo árabe y el fundamentalismo islámico.

El enorme desarrollo industrial de Occidente hizo que dependieran en gran forma del golfo pérsico, por los grandes yacimientos de petróleo que tenían los países árabes.

Esta riqueza se convirtió en más poder militar, se produjeron varias guerras entre los árabes y el nuevo Estado de Israel, el cual fue creado por Occidente para mantener a los árabes bajo control. Israel recibió el apoyo occidental, lo que produjo un gran resentimiento, odio y humillación entre los pueblos árabes. (ver artículo: cristianismo en Israel)

Siglo XX

En los años 50’ Francia se enfrentó al pueblo árabe de Argelia en una guerra sangrienta y sucia. Los árabes argelinos sintieron gran odio por las atrocidades cometidas por los franceses, lo que hizo que se encendiera la conciencia colectiva del Islam. Las fuerzas británicas y francesas invadieron Egipto en 1956 y los occidentales intentaron tomar el canal de Suez, el cual había sido nacionalizado por los egipcios.

De nuevo pisotearon el orgullo islámico. Más tarde, en 1958, los Estados Unidos invadieron el Líbano y repitieron esa acción años después. Atacaron a Libia e Irán en los años 60’ y recibieron como respuesta sendos ataques terroristas islámicos, los que fueron apoyados por gobiernos árabes y destruyeron aviones e instalaciones occidentales. Se puso en práctica la toma de rehenes.

Islam-y-Occidente-03

Las Torres Gemelas

Este conflicto se agudizó en los años 90’, cuando los Estados Unidos enviaron un enorme ejército para atacar a Irak en el Golfo Pérsico y para defender el petróleo de Kuwait. El 11 de Septiembre del 2001 los islamistas atacaron a Estados Unidos, en la peor tragedia terrorista vivida en ese país, el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, que dejó casi tres mil muertos.

Occidente respondió con la invasión a Afganistán y después a Irak, a principios de la primera década del siglo XXI y en la segunda década del siglo XXI atacó y destrozó Libia. Mientras tanto Israel atacó al Líbano, Siria, Palestina y Gaza.

Hoy día, Occidente sigue ocupando a Afganistán e Irak, además de que intenta derrocar al gobierno sirio, apoyando a los rebeldes que luchan contra el presidente Asad y financiando a mercenarios desde hace más de cinco años.

Por la trayectoria y características de estos conflictos, se puede deducir que no terminarán, al contrario, se incrementarán y serán cada vez peores en los próximos años. Esto ha herido profundamente a ambos contendientes, lo que hará más difícil llegar a un acuerdo de paz y entendimiento.

Islam-y-Occidente-04

Migraciones

Todo este panorama de conflictos se complica aún más con la revolución demográfica que ha estado afectando a la civilización islámica. Esta se traduce en el crecimiento desmesurado de la población árabe, sobre todo al norte de África, lo que ha traído un movimiento migratorio que ha afectado enormemente a Europa occidental.

En Italia, Francia y Alemania se ha acentuado de manera muy peligrosa la violencia racista contra los árabes y turcos. Desde la década de los 90’ del siglo XX ha crecido enormemente este fenómeno, tanto el Islam como el oeste lo han visto como un choque trascendental de civilizaciones.

Esto hace deducir que el próximo ataque vendrá del lado islámico. Este creciente y descontrolado crecimiento de la población islámica, hará que luchen por un nuevo orden mundial.

Es importante señalar que este movimiento no es más que un choque de civilizaciones, más allá de los temas, políticas y gobiernos que lo persiguen. Es un asunto irracional e impredecible para muchos, pero detrás de eso está una reacción histórica sobre una rivalidad antigua e irreconciliable, que data desde la herencia judeo-cristiana.

Una posible Tercera Guerra Mundial podría desatarse como consecuencia de este largo conflicto histórico, que para muchos no es lógico ni justo, pero el odio profundo, antiguo e incurable que existe de ambos lados, puede lograr eso y mucho más en el futuro.

https://youtu.be/YEJazydvJjA

Fanatismo y terrorismo

El 11-S marcó un antes y un después en la forma de entender el Islam, asociándolo con islamismo y terrorismo: la controversia surgida sobre el uso del hiyab o el burka en Bélgica y Francia, la disputa sobre la construcción de minaretes en Suiza, y más recientemente, los diferentes atentados y ataques sufridos por Europa y Estados Unidos a manos de fanáticos religiosos. (Ver artículo: Islam y la mujer)

Oriente y Occidente no son dos polos distantes, sino dos polos indispensables. El mundo hoy día es una mezcla necesaria de culturas, que fungen como ingredientes fertilizantes, todos indispensables para la supervivencia de nuestra civilización.

Occidente grita ante la injusticia del fanatismo y la injusticia de la otredad, que ha creado un vacío existencial en el hombre, creando un enemigo permanente.

En toda la historia han existido rivalidades entre las naciones y razas: los etruscos para Roma, irlandeses contra británicos, palestinos contra judíos, soviéticos contra afganos, homosexuales contra homófobos, burgueses contra proletariado, en fin, una larga lista de carácter político, social, cultural, religioso, económico y otros más.

Se ha estigmatizado al “otro” como un enemigo, el “no europeo”, el “no cristiano”, “no islámico”. Históricamente Europa ha estado ligada a la relación Atenas-Jerusalén-Roma-Bizancio. Acotando que toda identidad implica una alteridad o una exclusión, hay que reconocer que esta civilización es más que una división por diferencias existentes, es una potente y enorme suma de útiles y positivas semblanzas.

El “otro” no es más que el más cercano de los vecinos, sólo separado por una palabra, un signo, un gesto. Por lo tanto, Occidente es más cercano al Islam y viceversa, que lo que se interpreta a menudo erróneamente.

Islam-y-Occidente-05

¿A qué se debe el terrorismo?

Esta discrepancia no radica en eliminar físicamente a quien sea percibido como diferente, sino a la erradicación de la diferencia en la gente, como individuo.

Estados Unidos y Occidente acusa al Islam de terrorista, violento, violador de libertades y derechos humanos, entre otras acusaciones, algo completamente entendible y legítimo al ver las actuaciones de grupos como Al Qaeda, el Estado Islámico y otros que representan la peor imagen del Islam o que pretenden dar de ella.

Pero hay que tomar en cuenta que no hay un solo y único Islam, así como tampoco hay un solo y único Occidente, es decir, Islam no es islamismo y eso debe quedar muy claro.

El profeta en su tierra

Aunque los árabes actualmente son minoría en el Islam, la religión aún mantiene una profunda relación con el idioma. La palabra árabe «Islam» significa «sumisión», la cual  aplicada a la religión, tiene un significado idéntico al de las religiones cristiana y judía: la obediencia a Dios.

El Islam está basado en la fe en un solo dios, en sus profetas (entre los que está Jesús de Nazaret) y en la escritura sagrada, llamada Corán. Esta lectura constituye la trasmisión de la palabra de Dios a Mahoma por parte de San Gabriel o arcángel Gabriel.

Para algunos filólogos musulmanes, esto no puede ser literalmente de esa manera, ya que hay frases que representan lo que en cierta circunstancia dijo Mahoma, y no Dios, lo que prueba que hubo intervención humana en la redacción.