El Islam se inició con la predicación de Mahoma en La Meca, en el año 622 y se estima que hay poco más de 1.200 millones de musulmanes en el mundo. No hay base oficial que determine que la estrella y la luna creciente sea el símbolo del Islam, pero la mayoría así lo considera.
Símbolo del Islam y significado
Los signos o símbolos son usados por el ser humano desde el comienzo de la Historia, mucho antes, incluso, que el lenguaje escrito. Con ellos se exterioriza y representa un pensamiento o idea, tomando en cuenta la semejanza, bien sea real o imaginada, con su significado y para muchos constituye un icono que refuerza la fe y fortaleza interior.
El islamismo no utiliza los símbolos de su religión así como los cristianos, quienes adoran a los mismos y a veces depositan su fe o creencia mística. Sin embargo, tienen algunos que identifican su cultura y su fe religiosa.
Para muchos el color verde es el color del Islam, pero estudiosos del tema han asegurado que no es cierto. Lo mismo pasa con la estrella y la luna creciente, las cuales no simbolizan el Islam, a los que muchos adoran como tal. La adoración a los símbolos del Islam es criticada por ir en contra del monoteísmo.
Estrella y luna creciente
La estrella y la luna creciente eran, simplemente, símbolos del Imperio otomano y no del Islam. Este símbolo consiste en una luna creciente con una estrella, que realmente, no es tal estrella, representa al planeta Venus. (ver artículo: Características del Islam)
Esta estrella tiene cinco puntas en la versión moderna, que junto a la luna o medialuna son considerados como símbolos del Islam por los creyentes. Para los musulmanes simbolizan la soberanía, franqueza, nobleza, concentración, victoria y divinidad.
La luna creciente o medialuna representa larga vida destreza y habilidad. Por su parte, la luna menguante, anuncia la ocurrencia de algo siniestro. Es una señal divina cíclica que regula el tiempo, el cambio y la transformación.
Por lo menos una quinta parte de la población mundial es creyente de la fe islámica, cuya doctrina está basada en las revelaciones de Mahoma, un profeta que vivió en Arabia y cuyos preceptos y principios se recopilaron en un libro, sagrado para los musulmanes o islamitas, el Corán.
Los musulmanes, al igual que los judíos y cristianos, veneran a un solo Dios, para ellos llamado Alá y profesan su fe como un acto de sumisión a su voluntad. Entre sus creencias más fundamentales están los Cinco Pilares, que consisten en exigir a los fieles que 1) confiesen su fe públicamente; 2) rezar cinco veces al día; 3) dar limosnas; 4) practicar la abstinencia en el mes del Ramadán y 5) hacer un peregrinaje a La Meca. (ver aartículo: Dios del Islam)
¿Desde cuándo la medialuna fue adoptada como símbolo del Islam?
La adoración lunar es una costumbre milenaria en la península arábica, el símbolo más popular era la media luna creciente; hubo un tiempo en que la luna era tan importante que representaba al país entero, algo que todavía se puede ver en las banderas islámicas.
Incluso, el mismo Corán, utiliza un simbolismo lunar. El Qamar, o luna en español, es mencionado de manera frecuente en el Corán, al igual que el sol, uno de los signos más potentes de Alláh, al cual la luna le rinde homenaje. A través de las fases lunares, Alláh ha sometido a los hombres, controlando sus tiempos, calculando los días.
Según la creencia, la luna se partirá, se unirá con el sol y se eclipsará cuando llegue el día del juicio final. Hay dos calendarios, uno solar, usado con fines agrícolas y otro lunar, con fines religiosos, porque la luna regula los actos canónicos.
También creen que las fases lunares y la media luna evocan la muerte y la resurrección, pero también es imagen de belleza absoluta. Cuando se quiere describir algo excesivamente bello y perfecto se describe con un aspecto similar a la luna. La luna se considera la guía de las noches, cuando el campesino y los caravaneros quieren descansar y caminan bajo su luz, se vuelve la noche contenedora y dulce.
Hilal, su importancia
Los musulmanes le dan mucha importancia a la luna, sus apariciones y sus puestas en casas, con el fin de construir su calendario. El calendario musulmán es lunar, los meses empiezan con la aparición de la luna creciente. Tienen otro, también lunar, para marcar las festividades religiosas y otro solar, para guiarse con fines agrícolas.
Está presente también en las letras del alfabeto, las cuales clasifican en solares y lunares. El grosor de la luna determina cuándo se deben realizar las prácticas religiosas, además de que la aparición del hilal o luna creciente, representa el inicio de un nuevo mes en su calendario. El primer día lunar es marcado por la peregrinación de los fieles creyentes islamitas a La Meca.
La luna tiene tres etapas, una es su nacimiento, su primera salida como una media luna pequeña y así hasta que toma su forma final, de aspecto circular y llegar a su última etapa.
En idioma árabe se denomina Hilal a la media luna, Badr cuando está con forma de medio círculo y Qamar cuando está completa, de forma circular.
Versiones de su adopción como símbolo
La media luna o luna creciente se adoptó como símbolo del Islam en el siglo XIV, inicialmente su imagen representaba una luna creciente y se relacionaba con la diosa Diana, más tarde añadieron la estrella, como símbolo de soberanía y divinidad. Era un símbolo de la identidad turca, pero fueron adoptados posteriormente por muchos países árabes en sus banderas.
Su origen se remonta a la tradición pre-islámica, aun cuando alcanzó real repercusión en los siglos XII Y XIII, cuando se instauró el Imperio Otomano en Asia Menor, cuya bandera mostraba la medialuna y sigue reflejada en la bandera de la actual Turquía.
Según el “Medieval Warfare Source Book: Christian Europe and its Neighbours“, (David Nicolle), la media luna data de la tradición sasánida pre-islámica. Algunos autores han visto en ella la huella de la pezuña de un equino, aludiendo a los jinetes islámicos que conquistaron el mundo para el Islam. Por mucho tiempo continuó siendo un símbolo no islámico, hasta que se hizo muy popular en el mundo turco-musulmán, por los siglos XII y XIII.
Mahoma utilizó un estandarte, al cual llamaron “el águila”, era un águila de estilo tardorromano montada en una lanza. Los abásidas usaron originalmente jabalinas o lanzas cortas como estandartes, tradición de corte romano que fue introducida probablemente por árabes de la frontera siria. En alguna bandera tribal de la Nakha, (s. VII), ya aparece la media luna.
Esta media luna convivió durante mucho tiempo con otros símbolos, algunos de ellos muy populares, como la “Mano de Fátima”, inscripciones del corán “estandarizadas”, animales y bestias: leones, águilas, perros, dragones,… también variados símbolos, usados por la élite de los mamelucos, durante los siglos XIII-XVI.
Con el tiempo la media luna se fue consolidando como símbolo musulmán por excelencia, aun cuando no hay dato oficial que así la catalogue.
Los cinco pilares del Islam
Todo musulmán debe cumplir con estos cinco pilares fundamentales de la religión islámica:
La profesión de fe (Shahada)
La oración (Salat)
La caridad (Zakat)
El ayuno (Swan)
El peregrinaje a la Meca (Hajj)
Colores
El color verde se asocia frecuentemente con el Islam por costumbre, no tiene significado religioso alguno. Sin embargo, los musulmanes, por lo general, usan azoras caligrafiadas para decorar las mezquitas y también sus casas propias.
El panarabismo tradicionalmente ha utilizado el rojo, el blanco, el verde y el negro en las banderas de países cuya población es mayoritariamente musulmana, por esta razón hay quienes confunden esos colores como símbolos del Islam.
Entre los países que portan esos colores en sus banderas están Yemen, Egipto, Sudán, Irak, Siria, Sahara Occidental y Palestina. Donde el rojo simboliza la sangre de los mártires y la dinastía Hachemí; el blanco lo usaron los Omeyas y el verde, el califato fatimí. Por su parte, el negro fue usado por el califato abasí. El símbolo común utilizado en las guerras ha sido la media luna.
La mano de Dios
Conocida como la mano de Fátima, la hija de Mahoma. Esta mano representa los Cinco Pilares del Islam.
El viaje nocturno
San Gabriel o arcángel Gabriel se le apareció a Mahoma, en uno de sus sueños y lo llevó al cielo. Fue montado en un corcel que tenía cabeza humana, el Al Rorak y llevaba la cara cubierta con un velo.
La oración de los musulmanes
Los hombres adultos deben rezar en la mezquita uno al lado del otro. Se arrodillan e inclinan en dirección a La Meca, tocando el suelo con su frente y repitiendo las palabras “Alá es grande”. Con este rito simbolizan su sumisión espiritual a Dios.
Kaaba
La Kaaba, ubicada en la Meca, es el santuario principal del Islam, hacia ella se dirigen los musulmanes cuando se arrodillan para rezar a Alá, desde cualquier sitio que se encuentren. Es un punto de comunicación entre Dios y los hombres. Los musulmanes deben dirigirse a la Kaaba por lo menos una vez en su vida y dar siete vueltas a su alrededor, cada vuelta significa un tributo a Dios.
Alfombra para orar
El musulmán debe realizar el salal u oraciones, arrodillado encima de una alfombra.
Brújula
Los musulmanes, para saber en qué dirección está La Meca, hacia donde deben orar para rendir honor a Alá, por lo general llevan consigo una brújula o qiblah. Las esteras modernas, que usan para rezar, ya traen una brújula incorporada con la imagen de La Kaaba en el centro.
Lámparas
La mezquita se ilumina con lámparas en su interior. Esa luz indica la presencia de la divinidad dentro del templo, además representa la sabiduría y la verdad, así también como ilumina la oscuridad de la ignorancia.
Caligrafía
Gran cantidad de objetos son decorados artísticamente con inscripciones de versos coránicos, para estar siempre conectados con el recuerdo constante y simbólico de la palabra de Dios.
Azulejo de cerámica
En el Islam, así como la estrella simboliza divinidad y supremacía, la decoración con azulejos ornamentales en las casas de los musulmanes también es característico de los fieles creyentes del Islam.
Cuentas para la Oración
El rosario islámico está formado por 99 cuentas, cada una de ellas representan el mismo número de nombres divinos. El centésimo, Nombre de la Esencia, solamente se podrá encontrar en el Paraíso.
Alminar
El alminar siempre está al lado de la mezquita y el muecín, llama desde sus alturas, a los fieles a cumplir con la oración cinco veces al día. Los musulmanes creen que un día llegará el Ángel de la Resurrección y será quien les avise que hagan la primera oración. (ver artículo: De que religión son los judíos)
La Cúpula de la Roca
Esta se construyó en el mismo lugar donde estaba el Templo de Salomón, en Jerusalén. Es un lugar sagrado para los judíos, cristianos y musulmanes. Los musulmanes conmemoran el momento cuando el arcángel Gabriel recogió a Mahoma y le fiara su ascensión al cielo.
El inmenso arco que está en la cúpula del templo representa el firmamento y se dice que cuando se atraviesan los pasajes arqueados que están a su alrededor, es igual que pasar de forma simbólica a otro nivel de existencia.
Calendario islámico
El calendario islámico comienza con la Hégira, es decir, cuando ocurrió la emigración de Mahoma de La Meca a Medina. Ese año vendría siendo el 622 del calendario gregoriano.
Este calendario lunisolar puede tener 354 o 355 días, por lo que no es suficiente restar los 622 años al calendario gregoriano. Del mismo modo, los días festivos islámicos son celebrados en distintas fechas cada año, si se sigue el ritmo o secuencia del calendario gregoriano.
Arte
En algunos países islámicos rechazan la representación de seres vivos en el arte, por considerar que son un reto a la perfección de Alá. Debido a esta prohibición, la palabra misma ha sido inmortalizada de manera artística en los textos del Corán. En él se pueden ver caligrafías de extraordinaria belleza, que se valoran como una de las mayores contribuciones islámicas al arte. Están escritas, en su mayoría, en árabe, la lengua originaria del Islam y sus textos ilustran la autoridad y la verdad de la palabra de Dios.
Corán
Los especialistas islámicos sostienen la presunción de que el Corán es un texto incorrupto y divino, pero por su parte, los especialistas laicos lo ven como un texto normal, humano, similar a cualquier otro texto. Esas divergencias obligan a conocer ambas versiones de la historia.
El Corán, proclamando su origen divino, reta a los lectores a que consigan una contradicción en él, seguro de que no la encontrarán, ya que no debería haber divergencias en su texto, precisamente por su carácter divino, sin fallas ni equivocaciones.
Es el libro sagrado del Islam, también ha sido transliterado como Alcorán, Qurán o Korán, y según los musulmanes contiene la palabra de Dios, que fue revelada a Mahoma por medio del arcángel Gabriel. Mientras el profeta Mahoma vivió, estas revelaciones las transmitía de manera oral o escritas en hojas de palmeras, en trozos de cuero, huesos o cualquier otro material que sirviera para tal fin.
Al morir el profeta, en el año 632, esas revelaciones fueron recopiladas por sus seguidores, quienes durante el Califato de Utman ibn Affan, las convirtieron en lo que se conoce hoy día como el Corán, con 114 capítulos, cada uno dividido en versículos. (ver artículo: Cuantos libros tiene la biblia judia)
En este libro sagrado se mencionan muchos personajes que también están en el Tanaj y en la Biblia, los libros sagrados del judaísmo y el cristianismo, respectivamente, así como en la literatura devota, como los libros apócrifos, con muchas diferencias en sus detalles.
Idioma original
Los musulmanes o islamitas creen que el Corán es la palabra «eterna e increada» de Dios. Por tal motivo, consideran que debe transmitirse tal cual como está originalmente, sin cambios en su lengua originaria, el árabe clásico. Este libro sagrado ha sido traducido a muchos idiomas, sobre todo pensando en los creyentes que no conocen esa lengua árabe.
Sin embargo, en la liturgia es utilizado el idioma árabe exclusivamente, porque la traducción es usada únicamente con valor didáctico, es decir, como instrumento para ayudar a comprender el texto original. Inclusive, un Corán traducido no lo consideran como auténtico, sino como una interpretación del original.
Según especialistas islámicos
Según dicta la tradición, Mahoma no sabía leer ni escribir, Él simplemente narró lo que le fue revelado y sus compañeros lo memorizaban y escribían.
Pero, para algunos expertos en interpretación de textos, esta tradición no está acorde con el texto coránico mismo, por dos importantes razones: 1) el Corán anuncia en su texto que el profeta “no solía leer ni escribir”, que no es lo mismo que no supiera hacerlo, da a entender que no era dado a la lectura o la escritura; 2) en la aleya No. 2 de la azora “La Congregación” reza: “Fue Dios quien levantó de entre los iletrados un Apóstol de entre ellos mismos, recitando Sus Señales, purificándoles y enseñándoles el Libro y la sabiduría…”.
Los seguidores del Islam aseguran que la redacción del Corán corresponde textual y exactamente a las palabras de Dios, que le fueron entregadas a Mahoma, por intercesión del arcángel Gabriel.
Según especialistas no musulmanes o laicos
Existen especialistas escépticos en relación a las tradiciones islámicas relativas al Corán y sus orígenes. Dicen que Mahoma fue el autor de los versos y las leyes que están redactados en el texto y Él se los atribuyó a Alá para darles legitimidad.
Además alegan que los seguidores de Mahoma memorizaron y escribieron sus revelaciones, así como que muchas de las versiones de esas revelaciones circularon después de su muerte, en el año 632. También señalan que muchas características del Corán tienen signos de un proceso humano de recopilación, muy alejado de supuestos métodos divinos.
Similitudes entre el Corán, el Tanaj y la Biblia
En el Corán hay muchas historias de personajes que están también narrados en el Tanaj y la Biblia, libros sagrados de los judíos y cristianos, respectivamente, así como en la literatura devocional, libros apócrifos y el Midrásh, aunque con marcadas diferencias en muchos aspectos. (ver artículo: Cual fue el pecado de Adán y Eva)
Aparecen personajes bíblicos como Adán, Abraham, Isaac, Noé, Jacob, Moisés, Juan el Bautista y Jesús, quienes son mencionados como profetas del Islam. María también es nombrada, con el nombre de Maryam, en árabe, madre de Jesús.
Narra episodios sobre la creación del hombre, que sería Adán en el jardín; la desobediencia del ángel Iblis de postrarse ante Adán, cuyo mandato fue dado por el Dios Alláh, Dios entonces lo llamó Demonio o Shaytan; menciona de manera indirecta a Caín y Abel; a Noé y el arca o nave, así como el diluvio que destruyó al pueblo de Noé, entre otros no menos destacados.
Comparados estos textos con el Nuevo Testamento de la Biblia, existe coincidencia con el nacimiento de María, hija de la mujer de Imran y hermana de Aaron; el anuncio a Zacarías del nacimiento de su hijo Juan el Bautista; la anunciación del nacimiento de Jesús a María y su embarazo por obra y gracia del Espíritu Santo; el anuncio sobre la próxima llegada de Ahmad, Mahoma o Muhammad, quien será el “Sello de los profetas”, según el libro islámico.
Lugares sagrados del Islam
La religión islámica posee sitios o lugares que son considerados sagrados para la práctica y profesión de su fe. Los principales lugares sagrados del Islam son La Meca, Medina y Al-Aqsa en Jerusalén. Veamos detalles de estos sitios míticos y divinos.
La Meca
La Meca es una ciudad, ubicada en la actual Arabia Saudita, a la que van en peregrinación los musulmanes, por lo menos una vez en su vida. En la Biblia es mencionada como “Padan-aram”. En ella nació el profeta Mahoma, siendo la ciudad santa más importante del Islam y la misma es visitada anualmente por millones de peregrinos.
Mucho antes de que Mahoma predicara el Islam, ya esta ciudad era una ciudad santa para los paganos, en la que hay varios sitios religiosos importantes, como la Kaaba.
El Pozo de Zamzam es considerado como milagroso por los musulmanes, provee a miles de personas de ese país y los peregrinos acostumbran beber de él. A los alrededores están Mina y el Monte Arafat, sitio desde donde Mahoma pronunció su sermón de despedida, ante más de 100 mil personas. Sólo el hecho de permanecer ahí está considerado como un pilar en la peregrinación.
Cumplir con la peregrinación a La Meca es para los musulmanes uno de los aspectos fundamentales de su fe, uno de los pilares del Islam. Alrededor de tres millones de peregrinos visitan la ciudad santa para hacer el peregrinaje mayor o Hajj, en el mes musulmán de dul-hiyya.
Másyid al-Haram
La Másyid al-Haram es la mezquita más importante de la ciudad de La Meca, así como el primer lugar santo del Islam. En el centro se encuentra la Kaaba, sitio donde está incrustada la piedra negra que tanto anhelan tocar los musulmanes durante la peregrinación. Esta mezquita está considerada como la más grande del mundo.
Masjid al-Nabawi
Medina, la casa donde vivió Mahoma, es un lugar muy querido por los musulmanes, en ella fue recibido el profeta cuando huyó de La Meca, dándole refugio y aceptando su mensaje. Es la segunda mezquita más sagrada, después de La Meca y antes de la mezquita de Al-Aqsa.
Esta mezquita fue construida por Mahoma, más adelante los califas aumentaron su tamaño de manera considerable y fueron cambiando la decoración. En esta mezquita está enterrado el profeta Mahoma.
Mezquita de Al-Aqsa
Situada en Jerusalén, es el sitio donde el profeta ascendió a los cielos. Allá le presentaron a los profetas y conoció a Moisés, Abraham y Jesús. Su traducción al español sería algo como “la mezquita lejana”, lugar al que se refiere el capítulo del Corán llamado “El viaje nocturno” que dice que Mahoma viaja de La Meca a la mezquita más lejana.
Según indica la tradición musulmana, el profeta Mahoma subió al cielo desde esta mezquita, por lo que se considera como el tercer lugar más importante para los islamitas. Es la mezquita más grande de Jerusalén, con capacidad para albergar más de cinco mil personas adentro y en sus alrededores.
En tiempos pasados, cuando el Reino cruzado de Jerusalén, fue utilizada como palacio y se llamó Templo de Salomón, ya que allí estuvo dicho templo en épocas pasadas. Se dice que fue edificada sobre las ruinas de ese templo, también que ha sido reconstruida por lo menos cinco veces, por causa de los sucesivos terremotos que ha soportado.
Kaaba
Su traducción sería como “el dado” o “el cubo”. Está dentro de la mezquita Masjid al-Haram en La Meca y representa el lugar sagrado más importante del Islam. Es la casa de Dios, hacia ella los musulmanes de todo el mundo orientan su rezo, ubicando el oriente.
Según el Corán fue construida por Abraham y su hijo Ismael. En una de sus esquinas está un meteorito de origen desconocido e indeterminado, es una piedra negra. Constituye uno de los cinco pilares del Islam, por lo que la peregrinación de los fieles es fundamental.