La virgen María adopto como segundo nombre “auxiliadora” gracias al Obispo de Constantinopla, San Juan Crisóstomo. Conoce la novena a la virgen María Auxiliadora y un poco más sobre esta advocación.
Significado de María Auxiliadora
Con el término “Auxiliadora” los devotos exponen que la virgen María lleva consigo el auxilio de Dios, Nuestro Señor. También es conocida como “María, auxilio de los cristianos”, porque explica la relación de la virgen con la comunidad cristiana.
La virgen María ayuda a los cristianos que necesitan de la redención o que requieren de un impulso espiritual.
Novena a la virgen María Auxiliadora
Para comenzar con la novena a la virgen María Auxiliadora, es necesario realizar la Señal de La cruz, para que nos proteja de todo tipo de enemigos. Acto siguiente, se efectúa la oración preparaoria
La novena inicia el 15 de mayo y culmina el 23 del mismo mes. Otra novena muy importante es la novena a la virgen del Carmen, en la cual te puedes apoyar para obtener el bienestar en cualquier ámbito.
Oración preparatoria
Oh virgen sagrada María Auxiliadora, vengo a postrarme en tus maravillosos pies para demostrarte mi amor y humildad, como también para rendirte tributo. No soy digno de recibir tus venerables favores, puesto que he obrado de mala manera. Sin embargo, olvido mi ingratitud para acudir a ti para que me socorras con tu grandiosa ayuda.
Concédeme tu infinita gracia, si con esta no llego a ofender a Dios. No me desprotejas, madre Auxiliadora, haz que mi alma se fortalezca para no cometer los mismos errores. Ilumina mi mente para que veas cuánto te amo. Te pido me socorres con tu auxiliador manto, para alabarte cada día. Amén.
Oración final
Dios te salve Reina Auxiliadora, porque eres madre misericordiosa que ayuda a los cristianos. Me iré al valle de lágrimas, en que pertenece el desdichado hijo de Eva. A ti claman mis gritos, a ti suplico mis ruegos. Señora mía, manifiestate como lo haces cada vez que te necesito. Tú que eres gran abogada, dirige por esta ocasión tu bendita mirada hacia mí.
Oh virgen María Auxiliadora, hoy más que nunca te necesito. Con solo tus ojos misericordiosos me daré por bien servido(a). Es verdad que soy culpable, pero tú eres mi auxilio, mi santa. Oh piadosa, yo soy irreverente, pero tú eres dulce. Oh dulce María, no mires mis pecados y fallas y acércate con tu infinita bondad.
Muéstrate, porque eres madre, yo me abandono y me entrego a tus pies. Madre, auxilio de todos los cristianos. Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Además de la novena a la virgen María Auxiliadora, está la novena de San Marcos de León con la que puedes pedir por el amor, además de protección contra los enemigos.
Primer día
Oh virgen María, a ti te llamamos auxiliadora y te encuentras en el cielo soberano junto a tu Hijo. Tú que ayudaste en todo lo posible a la querida Santa Isabel. Ayúdame a dibujar en mi alma todas tus virtudes y a que me concedas la gracia que vengo a pedirte. Deseo que perdones todos los pecados del pasado, mis malos actos e infidelidades.
Ayúdame, oh madre, para alcanzar el brazo amistoso de Dios, Nuestro Señor, para que finalmente me concedas lo pedido en esta novena. Amén.
Segundo día
Oh dulce auxiliadora, que por nuestra culpa y por la salvación de los cristianos, padeciste al pie de la Santa Cruz. Por tus angustiosos momentos, te pido intercedas por mí, y alimentes mi alma con todo tu amor. Oh madre, todo trabajo me ahuyenta, toda tristeza me fastidia. Por eso ruego a ti para que otorgues tu don bendito de la paciencia.
Querida madre auxiliadora, inculca en mí la compasión que sentiste por nosotros, para volver a abrazar la sagrada cruz. Ruega por nosotros.
Tercer día
Misericordiosa virgen auxiliadora, vengo a postrarme ante tus dulcísimos pies para que me concedas la virtud de tu dulzura. Que la humildad venida de tu sagrado Hijo Jesús me cobije ahora y siempre. Estoy consciente de mi debilidad y rebeldía, sé que no obtendré la virtud que te pido, pero acudo a ti para ser más amable. Deseo ser cortes, dulce en mi día a día. Amén.
Cuarto día
Virgen prudentísima, tú que eres el gran espejo sin mancha y reflejo de la luz divina celestial, ayúdame a inspirar por la virtud de los ángeles. Te suplico, sagrada madre mía, que de ti nunca me falte tu auxilio para que no vuelva a reincidir en el pecado. Por esta razón, me entrego enteramente a ti, virgen auxiliadora. Permite que pueda vivir en la mortificación, con humildad y con el poder de tu majestuosa oración.
Deseo ser un ángel más que habite tu perfectísimo paraíso, para estar sentado a la derecha de Dios Padre. Amén.
Quinto día
Oh auxiliadora virgen María, que eres la benigna madre de Dios nuestro señor. Por tu Inmaculada Concepción te uniste junto a tu Hijo, haz que de ahora en adelante ame a Jesús como él nos amo a nosotros, hasta dar su vida. Mi amor por Dios es muy grande, generoso, constante e inquebrantable. Alcánzame el don de la caridad con mi pueblo.
Deseo el bien de mi gente, para ayudarles en lo que ellos necesiten de mi. Con esto soy más digno(a) de ti, auxiliadora mía. Amén
Sexto día
Oh madre milagrosa y misericordiosa, que estás atada al Epíritu Santo y poseedora de gran sabiduría. Concédeme de favor que sea enviada la luz de tu rayo celestial Te pido me des a conocer el don de la gran ciencia, puesto que es la hacedora de la humildad y compañera de la caridad. Gracias a la hermosa ciencia, podré conocer todo y más sobre mí mismo.
Que tu sabiduría me permita evadir las culpas de mis pecados y así ser fiel servidor(a) tuyo. Obténme de tu don sagrado para que pueda perfeccionar mis convicciones y caminar junto a ti. Amén
Séptimo día
Oh auxiliadora mía, A pesar que estoy envuelto en pecados irremediables y que he cometido muchas faltas, te pido me acerques a Jesús Sacramentado. Siento en mi corazón que debo seguir sus pasos haciendo el bien, para venerarlo hoy, mañana y siempre. Madre sabia, tú que encontraste en la eucaristía un goce sobre el plano terrenal, dame una fe viva.
Deseo tener presente por siempre y para siempre, los dones de Nuestro Señor Jesús que está en el cielo. Amén.
Octavo día
Oh señora Celestial, enséñame las grandes virtudes que posee el Sagrado Corazón de Jesús. Su devoción que permite elevar a la perfección en todo sentido, porque es la mejor solución para amar a aquel que entregó su vida por los hombres.
Si, virgen santísima, enséñame para poder amarlo y nunca jamás volverlo a ofender con mis actos impuros. Alcánzame su gran amor. Te lo pido inmensamente. Amén.
En el octavo día de la novena a la virgen María Auxiliadora se realiza una petición especial.
Noveno día
Oh Virgen María Auxiliadora, que llevas tu grandioso nombre gracias al bondadoso San Juan Crisóstomo. Señora mía, permíteme descubrir las grandes victorias de Nuestra Santa Iglesia. Tú que santificaste a todos los religiosos y eclesiásticos, acércale tu hora misericordiosa a todo el pueblo que te aclama, para que todo el mundo te ame, como te amo yo. Amén.
Para culminar la novena a la virgen María Auxiliadora con cada día, es necesario al menos un padrenuestro, un ave María y el gloria. Finalmente, si deseas conocer una novena muy importante, puedes examinar la novena a la virgen de la medalla milagrosa para solicitar el amparo requerido.
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