El amor en el taoísmo es la fuerza más solemne del Universo, es vivo, está, no se crea ni se destruye, es inmotivado, es transformador, es liberador.
Es un poder innato que fluye espontáneamente a través de la naturalidad, y no se estanca en los razonamientos. Donde hay amor hay satisfacción, es el resultado de su armonía comulgada con el Tào.
¿Qué es el Taoismo?
Es un sistema de filosofía de vida que nació hace unos 2.500 años en China y fue creado por Lao-Tse (“viejo maestro”), a quien se le atribuye haber escrito el Dào Dé Jing o Tao Te Ching, alrededor del siglo VI a.C., el libro más importante del pensamiento taoísta. Se estima que, en la actualidad, es practicado por aproximadamente 50 millones de seguidores, principalmente en los países asiáticos.
Esta filosofía china se centra principalmente en la observación de la naturaleza y la armonía que debe existir entre todos los seres y el universo para que podamos sobrevivir. Su mensaje se basa en el desarrollo interior y espiritual del hombre. (ver artículo: Chakras y la Aromaterapia)
¿Qué es el Tao del amor?
Consiste en una serie de ejercicios y prácticas individuales y de pareja que le permiten al practicante no sólo evitar la pérdida de la energía sexual, sino que le ayudan a administrar y transmutar la energía sexual en otras formas sutiles de energía, tales como creatividad y espiritualidad, al tomar “Consciencia del Ser” a través de estados altamente curativos de éxtasis y de transformación interior. Su práctica busca el equilibrio del yin y el yang, al aprender a controlar la energía más poderosa que tiene el ser humano, que es la sexual.
El “Tao del amor” constituye uno de los ocho pilares del conocimiento y la práctica de la sexualidad que parte del concepto de que la mejor medicina que existe es el amor.
Creencia.
Los taoístas creían que la armonía sexual nos pone en comunicación con las fuerzas infinitas de la Naturaleza, las cuales opinaban que también poseían armonías sexuales.
Por ejemplo, la Tierra es femenina, o elemento Yin, y el Cielo era masculino, o Yang. La interacción entre ambos era la que constituía el conjunto. Por extensión, la unión de hombres y mujeres creaba asimismo una unidad. Y lo uno era tan importante como lo otro.
El Arte del Tao.
Consiste en descubrir los ve los que nos separan del amor que ya habita en nosotros y, a partir de ese amor, conectarnos con nuestros compañeros, en una danza de entrega y de comunión con el amor cósmico.
Filosofia del Tao. Amor y Vida.
La filosofía taoísta proviene en sus inicios de la de China, donde desde hace más de dos mil años se tiene la conciencia de que la sexualidad es una parte integral del ser humano.
El “Tao del amor” constituye uno de los ocho pilares del conocimiento y la práctica de la sexualidad que parte del concepto de que la mejor medicina que existe es el amor. Su práctica busca el equilibrio del yin y el yang, al aprender a controlar la energía más poderosa que tiene el ser humano, que es la sexual.
Los fundamentos del Tao
El Tao nos ayuda a alcanzar la serenidad en nuestra vida, es preciso que comprendamos tres ideas: la complementariedad, la armonía y el cambio:
- Complementariedad: El símbolo del yin–yang representa a la perfección esta idea. Dentro de un círculo que contiene dos partes complementarias (zonas simétricas negras y blancas), ambas mitades se combinan para formar un todo equilibrado. De modo que la complementariedad implica integridad y completitud (en lugar de fragmentación y polaridad). Dado que el yin y el yang están acurrucados bien juntos, queda claro que nada existe de manera aislada u opuesta a otra cosa. La separación es una ilusión; todas las cosas forman parte de un todo. Además, tanto el yin como el yang contienen un trozo del otro. La zona negra contiene un punto.
- Armonía: Los taoístas son felices. ¿Por qué? En parte porque llevan vidas equilibradas y armoniosas.
- Cambio: Todo cambia. Paradójicamente, el cambio es lo único constante. Nuestro mundo y nuestra vida (y, de hecho, el propio universo) se encuentran en un permanente estado de cambio. El humor, los sentimientos, las ideas y las creencias cambian. Las relaciones, las carreras, las reglas e incluso las personas cambian. Los ciclos de nacimiento, vida y muerte en el ámbito humano y en el resto de la naturaleza están regidos por el cambio. Las estaciones, el clima y la evolución de nuestro planeta son siempre fruto del cambio.
El Hombre (YAN)
El esperma es el bien más precioso del hombre, es fuente de su salud física y de su energía vital. Esta última disminuirá a menos que se compense con una cantidad equivalente de esencia Ying femenina. Para ellos el hombre debe darle completa satisfacción a la mujer cada vez que tiene contacto sexual con ella. Debido a la porción limitada de esperma que el hombre posee, debe restringir la eyaculación especialmente a los días en los cuales la mujer es más propensa para concebir, esto es, cuando ella tenga la suficiente esencia Yin que provea una fertilidad mayor.
La Mujer (YIN)
Todas las secreciones y fluidos del útero y de la vulva de la mujer constituyen la esencia Yin, la cual es un revestimiento necesario para permitirle al semen masculino convertirse en embrión.
La mujer contiene un depósito de esencia Yin inagotable, a diferencia del hombre cuya cantidad de esperma es limitada.
La Relación Sexual
Las relaciones sexuales entre dos amantes se centran en la unión de los principios del yin y el yang, y la exploración de la energía sexual constituye una poderosa llave para la apertura y el crecimiento espirituales. El contacto sexual cumplía con un doble objetivo. Por una parte tenía como fin la concepción, para que el hombre cumpliera su papel en el orden universal al perpetuar la familia.
Este era un deber sagrado ante sus ancestros ya que la felicidad de los difuntos se aseguraba con los sacrificios de los descendientes en la tierra. En segundo lugar, el acto sexual era la oportunidad para fortalecer la vitalidad masculina a través de la absorción de la esencia Yin de la mujer, a la vez la mujer se beneficiaba al activarse su naturaleza Yin latente. Es considerado parte del orden natural y la practica del mismo es deber sagrado de todo hombre y de toda mujer, nunca es asociado a la culpa moral. Esta unión se practica en la privacidad familiar, no por ser algo indecoroso, sino que debido a su raíz de carácter divino no debe realizarse frente a extraños.
Libro del TAO.
El Tao Te King es un texto escueto pero profundo atribuido a Lao-Tsé. Es el libro más importante del pensamiento taoísta y de la filosofía taoísta. El libro, según dice la leyenda, fue escrito alrededor del año 600 a.c. y su autor es Lao Tse, “Viejo Maestro”), de quien se dice fuera un archivista de la Corte Imperial durante la Dinastía Zhou. La autenticidad de estos detalles, sin embargo, es aún objeto de discusión. (ver articulo: Libro Sagrado).
Hasta el año 1973, los originales más antiguos que se conocían eran del siglo VII. Fue en ese año cuando, excavando una tumba de la época Han, aparecieron dos versiones en seda del siglo II a.C. A pesar de los siglos transcurridos, entre las versiones más antiguas y las más modernas el contenido ha permanecido prácticamente invariable y la pureza de las enseñanzas ha sido respetada, lo que no se puede decir de otros textos tradicionales más cercanos a nosotros, que han sido desvirtuados o alterados en períodos de tiempo más cortos.
La única diferencia que hay entre estas versiones del siglo II a.C. y las del siglo VII está en el orden. La estructura actual consta de treinta y siete capítulos dedicados al Tao, seguidos de cuarenta y cuatro dedicados al Te, y en las antiguas versiones esta ordenación es inversa.
Te significa fuerza y energía. Se asemeja al concepto de virtud (virtus) en el sentido clásico latino, que no comporta connotación moral, sino que expresa la idea de fuerza vital.
Técnicas Milenarias.
Para los taoístas, cada cosa está animada por dos fuerzas: el ying y el yang. El primero pasivo y fértil está asociado a la naturaleza femenina mientras que el segundo: positivo, activo y guerrero tiene un predominio masculino.
Según el tao, el acoplamiento sexual sólo puede tener lugar cuando existe un verdadero entendimiento entre los dos amantes. Esta filosofía amorosa utiliza el acto carnal desde una perspectiva de apertura casi espiritual y se centra en la unión de los dos principios.
¿Cómo llegamos a este estado de amor puro en el taoísmo?
Mediante la respiración y la meditación. La sexualidad del Tao se trata de ingresar a ese estado meditativo cuando hacemos el amor. Cuando meditamos trascendemos la mente y estamos en contacto directo con el alma y el espíritu. Cuando esa meditación va acompañada del amor y del encuentro sexual, el cuerpo se eleva hasta alcanzar su potencialidad sensorial más plena, convirtiéndolo en una manifestación física del espíritu.