La advocación de la virgen de Copacabana es una festividad o celebración que se le rinde a María, como madre de Jesús y representante de él ante los hombres. En este sentido, hay que tener en cuenta que esta virgen es la misma María, pero en representación de una localidad en específico.
En este sentido, hay que tener en cuenta que María tiene muchos nombres o títulos, de acuerdo al lugar de celebración, o en el caso de las apariciones y milagros que ha hecho, también se le llama de diversas maneras, como virgen del Perpetuo Socorro, o virgen de los dolores; estos son dos ejemplos de los tantos nombres que se le da a María.
Virgen de Copacabana en Bolivia
Si bien esta advocación a María se celebra en diferentes partes del mundo, es en Bolivia donde esta festividad o celebración tiene su mayor cantidad de feligreses, pues se podría decir que esta nación es exclusivamente devota de la virgen de Copacabana.
Por esta razón, hay que conocer un poco más de su historia. Pero primero, hay que analizar el día de procesión, y los eventos que dieron lugar a su veneración. De esta manera, es posible conocer un poco más las razones por las que los bolivianos veneran a la virgen de Copacabana.
Resulta que, luego de haber conquistado toda América, los españoles comenzaron con el proceso de colonización, y con este, el de evangelización. Pues bien, después de haber pacificado a las diferentes etnias y grupos indígenas, se les encomendó a diferentes grupos de frailes el proceso de evangelización.
Fue así como los frailes dominicos llegaron a Bolivia y se establecieron, entre otras regiones, en Copacabana. Su proceso de evangelización duró desde mil quinientos treinta y nueve hasta mil quinientos setenta y cuatro. Durante este período, llevaron a cabo su comisión, pero también cumplieron con difundir el rezo del Rosario, una importante veneración o advocación a María.
Inicios de la veneración a la virgen de Copacabana
Posteriormente, en mil quinientos ochenta, los grupos aborígenes que hacían vida en Copacabana todavía tenían muy arraigadas sus costumbres y la veneración de sus propios dioses. Sin embargo, debido a que no les iba bien con sus cosechas, además de otros acontecimientos infortunados, decidieron buscar la guía de Dios.
Así fue como ambos grupos, los Anansayas y los Urinsayas, decidieron crear una cofradía y ponerla bajo la veneración de la virgen de la Candelaria. Sin embargo, el otro grupo pensaba dedicar la cofradía a San Sebastian. De esta manera, ninguno de los dos grupos se puso de acuerdo.
Fue, sin embargo, un antepasado del linaje de los Incas, Tito Yupanqui, quien pensó en que se debía hacer una imagen de la virgen, y luego trasladarla al pueblo. De esta forma, pensó él, sería más fácil establecer la cofradía. Pero resulta que Tito Yupanqui solo era un escultor aficionado, y no tenía tantos conocimientos sobre el tallado de madera.
Así que comenzó a trabajar junto con su hermano la imagen de la virgen, y la hicieron en arcilla. La imagen que resultó de este trabajo fue puesta en el altar de la iglesia por el Padre que estaba allí, llamado Antonio Almedia. Él decidió colocar esta imagen al lado del altar, brindándole una posición de honor.
Pero al dejar el pueblo, quedó a cargo un bachiller, también de nombre Antonio, quien en el momento de ver esta imagen, que no estaba bien hecha, y más bien parecía una representación deforme, la mandó a quitar del altar, y la mandó a poner en un rincón de la sacristía.
Debido a esto, Tito Yupanqui se sintió humillado; así que, una vez recibido el consejo por parte de sus amigos y familiares, se marchó a la ciudad de Potosí. En este sitio existían muy buenos escultores, sobre todo de imágenes sacras. Así que fue al taller de uno de estos grandes maestros, y allí adquirió cierta habilidad tanto en la escultura, así como en el tallado de madera.
Una vez que aprendió las técnicas necesarias, se puso en búsqueda de una imagen de la virgen para usarla como modelo para hacer la suya propia. Así, encontró a la virgen del rosario en el convento de Santo Domingo. La miró con mucha atención para memorizar todos los detalles, y así poder tener una imagen precisa antes de comenzar su propia labor. De hecho, antes de iniciar el mismo, mandó a realizar una misa, y así poder tener la bendición de Dios y María para que su obra saliera perfecta.
Así, Tito Yupanqui regresó a su pueblo, pero los Urinsayas, aunque admitieron fundar la cofradía ya mencionada, no quisieron aceptar la obra que este había elaborado. Por esta razón, Yupanqui, en vista de que no querían saber nada de su trabajo ni de la imagen que había elaborado, se fue a La Paz, donde el cura de Copacabana, después de verla y analizarla, decidió llevársela al pueblo.
De esta forma, esta imagen de María llegó al pueblo de Copacabana el dos de febrero de mil quinientos ochenta y tres. De hecho, este santuario a la virgen de Copacabana es uno de los más antiguos en todo el continente, junto con el santuario que existe en México de la virgen de Guadalupe.
Así es como se organizó y comenzó la veneración de la virgen de Copacabana, gracias al trabajo de este devoto heredero de los antiguos Incas que decidió ofrecer sus habilidades y mejorarlas para la construcción de una imagen que la representara en este lugar.
Milagro de la virgen de Copacabana
Ahora bien, esta advocación, como todas las advocaciones a María, también cuenta con sus milagros. En primer lugar, aunque no se cuenta como un milagro como tal, el hecho de que este descendiente de los grandes Incas decidiera aprender la talla de madera para realizar una imagen de María promueve la humildad y devoción que deben tener todos aquellos que se quieran acercar a ella.
Se puede decir, por lo tanto, que María, de alguna manera, guió sus manos para realizar este trabajo, además, la humildad que desplegó Tito Yupanqui se refleja en la sencillez de la imagen, pues a diferencia de otras, no cuenta con grandes adornos, solo está hecha de madera.
Ahora bien, el milagro que se le atribuye fue poco después de la llegada de la virgen de Copacabana a su santuario. En este lugar, era difícil cosechar, debido a que llovía poco y la tierra era dura.
Por esta razón, los indígenas del lugar decidieron dedicarle una parcela a la virgen de Copacabana; pero el otro grupo, los Urinsayas, todavía recelaban de esta advocación o veneración a la virgen de Copacabana. Por lo tanto, no se unieron a sembrar. Así que los que hicieron la labor cosecharon sus frutos.
Esto sucedió de la siguiente manera, según los registros que dejaron los cronistas de la época: Los anansayas, quienes aceptaron la advocación y veneración de la virgen de Copacabana, se fueron al terreno, y tomaron sus instrumentos para labrar la tierra; así, comenzaron a roper la tierra, que estaba dura por la resequedad.
De hecho, según el registro, esta comenzó a suavizarse debido al sudor de los indios; así que, transcurrido poco tiempo de comenzar sus labores, una nube espesa los cubrió. De esta forma, pudieron mitigar el calor que estaba haciendo; pero al mismo tiempo, les regó la tierra que labraban. Los otros indios tuvieron envidia de esto, pues la lluvia solo cubría el terreno que se le había dedicado a la virgen de Copacabana.
Como muestra este relato, este fue el primer milagro que ejerció María en la zona, indicando así su aprobación de ser venerada como Virgen de Copacabana. De hecho, este mismo milagro volvió a suceder, mucho tiempo después. Según los anales de la época, en el año mil quinientos ochenta y siete una gran sequía afectó toda la zona; sin embargo, en el territorio de los Anansayas, y en toda la localidad de Copacabana, llovió de tal manera que no se perdieron las cosechas de ese año.
Algo interesante en los milagros de esta virgen, es que se registran muy pocas apariciones de la virgen de Copacabana, por no decir que sus apariciones son nulas. Los milagros que han surgido tienen que ver con las peticiones de sus feligreses en cuanto a la siembra y otros problemas cotidianos que afectan en la región.
Construcción de su templo
A medida que la imagen de la virgen de Copacabana fue adquiriendo fama debido a los milagros que se le atribuían, los Agustinos decidieron construir una capilla Mayor. Esto sucedió entre los años mil seiscientos catorce y mil seiscientos dieciocho. De hecho, el Conde de Lemos, en ese entonces virrey de Lima, decidió apoyar la construcción desde el año mil seiscientos sesenta y ocho.
De esta forma, la primera capilla Mayor fue inaugurada unos diez años después, en mil seiscientos setenta y ocho. Luego, en el año mil ochocientos cinco se erigió una basílica en honor a la virgen de Copacabana. La imagen fue trasladada allí. Debido a que su advocación se extendió por todo el continente, acudían a ella feligreses de todas partes del continente.
Como resultado, muchas personas donaron joyas y oro y otras prendas de valor para honrar y honorar a la virgen. Sin embargo, después de la fundación de Bolivia, Antonio José de Sucre, quien era el presidente, decidió expropiar los tesoros de este santuario y de otros lugares de culto para poder acuñar las monedas de oro y plata de Bolivia.
Aunque su advocación comenzó hace unos quinientos años aproximadamente, en la actualidad, muchos feligreses continúan asistiendo al santuario de la virgen de Copacabana para venerarla y también hacerle peticiones y pedirle favores; pero también van a pagar las promesas que han hecho debido a los favores concedidos.
Celebración de la virgen de Copacabana
Ahora bien, con el paso del tiempo, se consolido la veneración y el culto de la virgen de Copacabana, que también es conocida como la virgen del lago. Así, esta, con el tiempo, se erigió en la santa patrona de Bolivia.
Ahora bien, el veintinueve de julio de mil novecientos veinticinco, el Papa Pio XI coronó a la virgen de Copacabana como la Reina de la nación boliviana. Pero no fue sino hasta el primero de agosto que se hizo el acto litúrgico de su coronación, esto con motivo del centenario de la Independencia de Bolivia.
Además, su fiesta patronal se celebra el cinco de agosto de cada año. Durante esta época, cientos de feligreses, tanto de Bolivia como de otras partes del mundo, se acercan a su santuario para rendirle homenaje.
Posteriormente, en diciembre de mil novecientos cincuenta y cuatro, la policía nacional de Bolivia declaró a la virgen de Copacabana como Santa patrona de su cuerpo policial; además, le otorgaron el rango de Generala. De esta manera, piden su protección en el cumplimiento de su deber.
Tanto es así la advocación de la virgen de Copacabana que, no solo la policía la convirtió en su Santa Patrona, y tampoco fue la única que le dio un rango dentro de su institución. En el año mil novecientos sesenta y nueve, la Fuerza Naval de Bolivia le concedió el grado de Almirante; y confirieron la protección de sus almas en manos de esta virgen.
A pesar de que se decretó la celebración de esta virgen el cinco de agosto, también cuenta con otra fecha para su veneración y procesión: el dos de febrero, día que corresponde a la purificación de María como madre del hijo de Dios.
Escultura de la virgen de Copacabana
Como ya se mencionó, Tito Yupanqui, gracias a la destreza que adquirió en la talla de madera, pudo hacer su réplica de la que sería considerada más tarde como virgen de Copacabana. De hecho, esta imagen fue tallada en madera de maguey.
Además, está completamente recubierta de oro fino. Sus ropajes, por otro lado, representan las vestimentas y los colores de las princesas incas. De esta manera le dio un toque más personal a la virgen de Copacabana para integrar su adoración a las tradiciones y costumbres de su pueblo.
Por otro lado, debido a las numerosas ofrendas y regalos que ha recibido, la figura está cubierta constantemente por los mantos lujosos y los trajes que le hacen llegar los feligreses. De hecho, en la actualidad, posee una peluca larga de cabello natural.
Esta imagen mide un poco más de un metro. Además, en su brazo izquierdo lleva a un niño, en representación de Jesús, en una posición muy poco usual en las representaciones de María con Jesús: este está a punto de caerse; eso tal vez represente la confianza que tenía María en el cuidado y protección de su hijo.
A esta imagen, posteriormente se le agregaron un cestillo y un bastón de mando, que la virgen sostiene con su mano derecha. Estos pertenecen a la visita que le hizo el virrey de Perú en el año de mil seiscientos sesenta y nueve.
En la actualidad, la imagen original se mantiene bajo resguardo, y nunca se saca en las procesiones; en su lugar, se usa una réplica o copia de la misma. De hecho, durante estas, los feligreses y devotos deciden caminar hacia atrás para nunca darle la espalda a la virgen de Copacabana. Esto es una muestra del cariño y el amor que le tienen, y forma parte de su veneración.
Devoción de la virgen de Copacabana en otros países
Como se mencionó más arriba, no solo en la región de Copacabana, y en Bolivia se venera a la virgen de Copacabana. En otros países del continente americano también se le rinde la veneración, aunque los actos litúrgicos varíen un poco.
Además, hay que tener en cuenta que en otros países, como Argentina y Brasil existen varias localidades que también se llaman Copacabana, y algunas de ellas tienen a esta virgen como su santa patrona. De hecho, hablando de Argentina, existen dos sitios con este nombre, uno en la Provincia de Catamarca, y la otra en Córdoba. En ambas localidades se celebra su fiesta patronal el dos de febrero.
Argentina
De hecho, en la capital de este país, Buenos Aires, desde el año mil novecientos setenta y dos se celebra la advocación a la virgen de Copacabana, ya que existe allí una importante colonia de bolivianos. De hecho, la veneración a esta virgen atrae a más de cincuenta mil personas al año, uniendo a los bolivianos junto con los devotos locales. Esta celebración, sin embargo, se efectúa el segundo y tercer domingo del mes de octubre.
En la primera celebración, después de la misa, se efectúa la procesión y luego, se presentan los grupos tradicionales de Argentina. Pero en la segunda celebración, se muestra la celebración tal y como ocurre en Bolivia.
Otros sitios en Argentina donde se celebra la advocación de María es en la población de Luján. En este lugar, desde mil novecientos cincuenta y seis se lleva a cabo una fiesta y procesión a la virgen de Copacabana. Esto es en los primeros días de los meses de Febrero, mayo y noviembre
En otro lugar, llamado Punta Corral, se cuenta que en el mes de julio del año mil ochocientos treinta y cinco, la virgen de Copacabana se le apareció a un pastor en dicho lugar. Por esta razón, los feligreses hacen un viaje de peregrinación a este lugar desde otras regiones aledañas. Esto incluye una procesión con la imagen de la virgen de Copacabana.
España
En una región, llamada Rubielos Altos, alguien llevó desde América, una imagen de la virgen de Copacabana en el siglo XVII. En esta región, que pertenece a la provincia de Cuenca, se hizo popular la advocación de esta virgen. Tanto es así, que ahora es la santa patrona de este lugar. Además, en menor medida, en otros lugares también se celebra la advocación de esta virgen en España.
Perú
En Perú, la advocación a la virgen de Copacabana se estableció, sobre todo, en la ciudad de Lima, la capital de la nación, a finales del siglo XVI. Hay que recordar que fue el virrey de Perú quien le hizo los obsequios a la virgen. Además de las procesiones, también existe un santuario dedicado a esta virgen. Este se llama Santuario Arquidiocesano de Nuestra Señora de Copacabana. Cabe resaltar que esta es una variación de su nombre.
Brasil
En Brasil también la advocación surge debido a un milagro. Esta virgen, según cuenta la historia, se le apareció a un pescador en una playa. Otra historia cuenta que un empresario que venía de regreso de Europa, se tuvo que enfrentar a una tormenta, y su barco comenzó a hacer aguas, es decir, estuvo a punto de naufragar.
Pero, debido a que este hombre era devoto de la virgen de Copacabana, llevaba consigo una réplica de la imagen, así que él como los marineros le prometió construir un altar a su nombre si lo ayudaban a salir de ese trance. De esta manera, la tormenta se calmó, llegaron seguros a su destino y, como le atribuyeron el milagro a la virgen, cumplieron sus votos.
De hecho, la localidad donde se construyó el altar también se convirtió en sitio de veneración. Ubicado en Rio de Janeiro, en la actualidad se le conoce también como Copacabana debido a la procesión y a la construcción de su altar en este sitio, conocido anteriormente como barrio Sacopenapa.
Venezuela
Si bien en Venezuela la virgen de Coromoto es la santa patrona, y la más venerada entre todos los feligreses de esta nación, en la localidad de Guarenas, ubicada en el Estado o Provincia de Miranda, también se lleva a cabo una liturgia en honor a la virgen de Copacabana.
Colombia
También en Colombia, en mil setecientos dos se comenzó a venerar a esta virgen, en la localidad de Tasajera. De hecho, el nombre de esta virgen también le dio lugar al sitio, que se ubica en el departamento de Antioquia y también se llama Copacabana. En este sentido, pasó algo que en Brasil que, debido a la veneración de esta virgen, se le dio su nombre al lugar en su honor.
Esto demuestra lo expandida que está la advocación de esta virgen, no solo en los países ya mencionados, sino en otras partes del mundo que, por cuestión de espacio, no se podrán mencionar acá. Sin embargo, la tendencia es la misma: la adoración o advocación a la virgen de Copacabana se debe a un milagro, como una aparición, o porque alguien se trasladó a ese lugar, y llevó el culto de esta virgen, estableciendo su festividad.
Oración a la virgen de Copacabana
Así como a muchas otras representaciones de María, existen oraciones dedicadas a la virgen de Copacabana. Cabe resaltar algo importante de esta virgen, y es que su vocación, como portadora del mensaje de Dios, es que se avocó en buscar, por decirlo de alguna manera, a aquellos nativos americanos que creían en Dios, pero no tenían una fe sólida, o no aceptaban los íconos traídos por los españoles para su veneración.
Por este motivo, los grupos de indios ya mencionados, recelaban de usar las imágenes que les llevaban. Por eso se dice que la virgen de Copacabana le dio la guía que necesitaba a Tito Yupanqui, quien, además de ser parte de una familia real, pues pertenecía a los Incas, pudo establecer la veneración de María entre los creyentes nativos de esas zonas.
Entre tantas oraciones que hay para la virgen de Copacabana, hay una que resalta sobre todas, porque es muy especial. Es la que le hizo el Papa Juan Pablo II, que se reproducirá a continuación en su totalidad
Oración a la virgen de Copacabana de Juan Pablo II
Madre santísima de Copacabana,
al concluir esta celebración litúrgica
en la que hemos orado unidos
por las familias bolivianas,
imploro sobre ellas tu protección maternal.Tú, que desde tu santuario nacional
acompañas con mirada bondadosa el caminar de este pueblo,
alienta con tu intercesión poderosa
a las familias de Bolivia,
que hoy confío a tus cuidados.Protege e inspira
a las madres de familia de esta noble tierra,
que con dedicación admirable atienden
y dan consistencia a sus hogares,
guían a sus hijos por el camino del bien
y buscan su dignidad en lo cristiano y en lo humano.Ilumina también a los padres
para que sepan ser siempre, en su vida familiar y social,
ejemplos de rectitud,
educadores responsables de sus hijos,
modelo de respeto a los valores religiosos y morales
que hacen estable y sana la familia.Cuídate en especial de los hijos para que, a imitación de Jesús,
crezcan en edad, en sabiduría y en gracia,
recibiendo y difundiendo en su propio hogar
el amor y el respeto entre todos.Modela su corazón joven
a fin de que, con comprensión y generosidad,
robustezcan la unión familiar,
vivan en obediencia a los principios cristianos
y sean así el apoyo de sus padres
y la esperanza de la sociedad boliviana.Vela, Madre, con particular ternura
sobre las familias campesinas, que sufren el azote de la pobreza,
sobre los hogares de los mineros,
sobre los relocalizados, los que no tienen pan ni trabajo,
los más pobres y abandonados,
para que experimenten tu consuelo
y la solidaridad de los demás.Enseña, finalmente,
a todos tus hijos bolivianos,
sin distinción de origen étnico o extracción social,
la fidelidad a la fe cristiana,
la valentía en la adversidad,
la convivencia de la idéntica dignidad de hijos y hermanos,
el empeño para mejorar la patria común,
el compromiso por la honestidad y la justicia,
la esperanza en un mundo nuevo
en el que reinen de veras el amor y la paz. Amén.