La religión judía tiene raíces de unos 4.000 años de antigüedad, y, a grado mayor o menor, otras religiones importantes tienen una deuda con las Escrituras de esa religión y con el judaismo moral.
¿De donde viene el judaísmo moral?
En general, el pueblo judío descendió de una rama antigua de la humanidad que hablaba hebreo, de la raza semítica (Génesis 10:1, 31-32; 1 Crónicas 1:17-28, 34; 2:1,2.); hace unos 4.000 años, Abrán, el antepasado de los judíos, emigró desde la bulliciosa metrópolis de Ur de los caldeos, en sumer, a la tierra de Canaán, de la cual Dios le había declarado: “A tu simiente daré esta tierra”(Génesis 11:31-12:7).
En Génesis 14:13 se le llama “Avra-m [Abrán], el hebrero”, aunque su nombre fue cambiado después a Abrah´n (Génesis 17:4-6.); desde él los judíos trazan una genealogía que empieza con su hijo Isaac y su nieto Jacob (cuyo nombre fue cambiado a Israel).
(Genesis 32:27-29) Israel tuvo 12 hijos, que llegaron a ser los fundadores de 12 tribus; uno de ellos fue Judá, de cuyo nombre se dervó al pasar el tiempo la palabra “judío”.
Llego un momento que el término “judío” se aplicó a todo israelita, no solo a un descendiente de Judá (Ester 3:6; 9:20,NM), porque lo registros genealógicos judíos fueron destruidos en 70 E.C. cuando los romanos con exactitud de que tribu desciende.
Sin embargo, a través de los milenios la antigua religión judía ha experimentado desarrollo y ha cambiado, hoy el judaísmo es la religión de millones de judíos en la República de Israel y en la diáspora (la dispersión por todo el mundo).
La moral del judío creyente.
Se dicen que para los judíos el estatuto de vida está comprendido en el Torah, Puntualizando en un texto que se conjetura la sinopsis de todos sus mandamientos (el decálogo); Este se puede ver tanto en el libro del Éxodo como en el Deuteronomio, sin embargo no presenta exactamente la misma información en ambos sitios, y se podrá resumir de esta manera:
- No poseerás más dios que Yahveh.
- No construirá para ti imágenes esculpidas.
- No nombraras en falso el nombre de Yahveh.
- Recordar el día sábado para glorificar.
- Respetaras a tu padre y a tu madre.
- No matarás.
- No incurrirás en el adulterio
- No robarás.
- No certificaras falso testimonio contra tu prójimo.
- No ambicionaras la casa, ni la mujer de tu prójimo, ni sus siervos, ni sus animales, ni algunas de sus pertenencias de tu prójimo.
Los mandamientos se resumirían, para los judíos, en dos inicios: “Dios es Uno y Único. Amar a Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con todo lo que posees”. (Deuteronomio 6) y “Amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Levítico 19) De otro manera: “Confía en Dios y haz el bien” (Salmos 37).
Para hacer cumplir verdaderamente estos principios, la misma Torah considera una precisión en múltiples mandamientos: 613. Que a la vez, los sabios y rabinos han ido acrecentándose, explicando y actualizándolos los mandamientos concretando con la comprensión de los mismos y la evolución de los tiempos.
Estas recopilaciones se refieren tanto a la práctica de la oración como a las relaciones entre ellos mismos y los demás. El estudio de la Torah y de sus concreciones (el Talmud, que recoge la Misná o enseñanza sobre la ley) es fundamental para llevar una vida moral digna. Con todo, los distintos grupos judíos en la interpretación de la Ley, y este es uno de los aspectos más difíciles de generalizar entre ellos.
Judía y Moral Cristiana.
“La moral judía y la moral cristiana” 81867, obra del rabino y pensador italiano Élie Benamozegh, una de las voces más destacadas del judaísmo europeo en la segunda mitad del siglo XIX, ofrece un análisis comparativo y crítico de las contribuciones respectivas del judaísmo y el cristianismo a la formulación de un código ético de alcance universal. (ver: artículo Judíos Mesiánicos:)
Adopta como método la reconstrucción histórica y, sobre todo, el cotejo de las fuentes: los libros bíblicos y la literatura rabínica, por un lado; el Nuevo Testamento, por otro.
La conclusión de Benamozegh es tajante: la religión perseguida nada tiene que envidiar, en cuanta pureza y exigencia, a la moral cristiana, aun en las formulaciones más sublimes de ésta. De hecho, el cristianismo alcanza sus máximos logros cuando se mantiene fiel a la inspiración judía como su más íntima sustancia.
Al contradecirse, allí donde la traicionan y cae en manos del desvarío ético y político. Texto apologético, las páginas de “Moral judía y moral cristiana” no sólo contienen un soberbio ejercicio intelectual, sino también la expresión dolorida de una comunidad religiosa que durante siglos ha soportado un odio implacable por parte de una iglesia que, paradójicamente, nunca renunció a sus fuente judías.
¿Cuáles son los valores mas importantes para el Judaísmo?
Quizás posiblemente cada sistema moral es diferente tiene una forma exclusiva de organizar y establecer jerarquías. No todos dan el mismo al mismo valor y no todos comparten valores universales. Hay sistemas políticos que privilegian la libertad y sistemas que privilegian la igualdad.
Hay métodos religiosos que favorecieron la resignación y sistemas religiosos que beneficiaron la acción humana, y así existe un mundo infinito de diferentes en medio de formas de organización humana.
Por estos detalles, como todos son diferentes e importantes queremos retomar algunos de los valores judíos que han sido más significativos a lo largo del tiempo.
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Monoteísmo: Valores absolutos y compromisos con la divinidad.
Unos de los valores que se deberían de rescatar del judaísmo es la responsabilidad que impulsa con la ética y la divinidad; los judío llegaron ser los primeros en comunicar que existe un solo dios sobre la tierra y que gobernaba sobre la materia y sobre la ética.
Los cambios que se realizaron en el mundo es que se afianzaron en las bases de los razonamientos que permitieron informar que existen valores absolutos; cuando un dios es el que gobierna sobre el hombre por lo tanto los valores que sostienen involucran a todos los seres humanos. (ver: artículo Yin Yang:)
Esto quiere decir que los valores no son concernientes, que la cual se compromete con ellos y se defiende hasta las últimas consecuencias; profesar que existe un solo dios, te obliga comprometerse con la divinidad y actuar éticamente en todo momento, apartando de lado las pasiones y deseos humanos.
Agradecimiento.
Una de las particularidades que determina al judío por antonomasia es el agradecimiento; los judíos agradecen cuando se levanta, agradecen cuando terminan su jornada, cuando van alimentarse, cuando se visten, siempre están agradeciendo en cualquier momento del día.
Los judíos se permiten ver que la vida es un regalo y así aprecian cada momento de sus días, que cada detalle es una fuente de alegría y una posibilidad de crecimiento. Para los judíos el agradecimiento es un valor básico en toda una sociedad, sin él es imposible que los compromisos se mantengan.
Libre albedrío: Libertad y responsabilidad.
Uno de los aspectos más importantes del judaísmo es el énfasis que hace en el libre albedrío. El hombre no está determinado, las acciones que lleva a cabo tienen consecuencias sobre el mundo que lo rodea y fueron decisiones tomadas con plena libertad.
Sin libertad de acción no existe la responsabilidad ética, uno no puede hacerse responsable, de aquello que no hizo con plena conciencia; si el hombre fuera incapaz de tomar sus propias decisiones y solo fuera un robot de la voluntad divina, sería incapaz de actuar éticamente; la esencia de la libertad como la entiende el judaísmo siempre viene ligada a la idea de responsabilidad y sentido. Es libre aquel que e dirige hacia un fin, que actúa con conciencia y objetivo.
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Tikún Olam: autoperfeccionamiento e individualidad.
Una de las hipótesis morales más sólido del judaísmo es que el mundo fue creado para el hombre, los animales, las plantas, los astros, todo lo que existe lo creó Dios para conectarse con el hombre. Por mucho tiempo los seres humanos se han preguntado si en verdad existe un Dios perfecto.
por lo tanto ¿Por qué creo un mundo tan imperfecto? Las respuestas que no dicen los maestros es “que el hombre lo perfeccione”; Dio abre un espacio al hombre en el mundo para que se conozca, cambie y perfeccione su alma. ( ver: artículo El Bahaismo: )
Supuestamente esta es la idea del Ticún olam; liberar al mundo y a la creación de Dios cuando constantemente se está perfeccionando y creciendo espiritualmente; este es el único sentido del ser humano. Dios creo el mundo para cada ser humano y es obligatorio de cada hombre reconocer que existe un Dios.
Sacralidad del hombre.
Una de las grandes proposiciones éticas del judaísmo es que el hombre fue hecho a imagen y semejanza divina; esto quiere decir que es sagrado; el respeto hacia el prójimo que exige el judaísmo es inigualable; esta prohibido lastimar los sentimientos de la otra persona, tiene prohibido exponer alguno de sus defectos en público, deben proteger al necesitado, proveer de bienes al huérfano, a la viuda y al pobre. estamos obligado amar al prójimo como a sí mismo porque ambos fueron hechos a imagen y semejanza divina, ambos son sagrados; igualmente está prohibido profanar el cuerpo, porque el cuerpo también es sagrado.
Temor y respeto.
El origen del amor es el respeto y la firmeza del respeto es el límite; el miedo a Dios enseña límites, te enseña que hay cosas que no puedes hacer nunca; te obliga a respetar aquello que es ajeno a ti, te instruye que no tienes derecho sobre todo lo que te rodea, sino que hay cosas sobre las cuales uno no tiene jurisdicción ni dominio. De este manera no puede existir una relación saludable fundamentada únicamente en el miedo, asimismo sería sana una relación que no estuviera originada en los límites y el respeto.
Compasión, perdón y justicia.
Son tres de los valores más complicados de balancear en cualquier procedimiento de organización humana; ya sea política o moral tanto la compasión con la justicia deberían estar balanceada, ya que cuando existe un desequilibro entre ambos indudablemente se comete atrocidades.
La religión del judaísmo les obliga ser compasivo con los humanos y perdona a quien han ofendido; Yom Kipur es el día más sagrado del año y en ese día se perdonan aquellos que han ofendido, acción que se realiza todas las noches.
Igualmente el Talmud y la Torá requieren que existan cortes donde se juzga los actos trasgresivos; ejecutados por los seres humanos de la comunidad y se cree que hay una justicia divina.
Sin la justicia divina el mundo no tendría sentido y sin ella los valores morales no existieran sustento en el mundo actual; con la misericordia la justicia sería insostenible y sin justicia la misericordia sería una humillación más para las víctimas. Por eso en el mundo de los judíos la justicia y la misericordia no podrán ser entendidas cabalmente una sin la otra.