La oraciones del budismo en su mayoría fueron escritas por el Buda histórico, el cual las dicto durante su vida, así como sus discípulos y descendientes. Una de sus principales frases fue acerca de cómo se puede buscar en todo el cosmos a cualquiera que alcance más tu cariño y tú aquejo que tú semejante, y esa persona no se halla en ningún lugar. Uno, uno mismo, tanto como cualquiera en el universo justo, logra amor y afecto.
Oraciones del budismo para el amor
Si el amor se cree que está mal en tu vida, sé valeroso y enérgico. Eres merecedor del amor, no te ha pasado. Pon en destreza las oraciones budistas sobre el amor para instigar a la paz y al amor mismo. No te contengas ahí, ya que puede hallar más averiguación sobre las oraciones de Sanación Universal por la paz. (Ver artículo: novena a San Roque)
A través de la responsabilidad de la gran caridad en sus corazones. Que todos los seres posean prosperidad y las raíces de la felicidad. Que cualesquiera estén libres del dolor y las fuentes del dolor. Que nunca se aparte todo de la felicidad consagrada que es afligida. Que todos puedan alcanzar a la paz sin excesivo apego y excesiva antipatía, y vivir opinando en la igualdad de todos los individuos.
Que nos llene de esperanza, y que otros a nuestro alrededor conciban el amor que trasmitimos. Que la gente nos anime y quiera pasar tiempo con nosotros. Que pueda cautivar la felicidad y el amor sano. Que consiga estar libre de recelo, dolor y autonomía para amar nuevamente, ya que tenemos que dar libremente, y amar a los otros.
Que nuestro corazón esté alegre y mi alma gemela arribe a nosotros hoy. Dame los ojos para conocerlos, y una dependencia sana que persista para siempre. Que nos libre del miedo, que me rescate del sufrimiento. Que nosotros seamos felices, que nos llene de caridad amorosa. Que seas autónomo del miedo y que seamos libre del desconsuelo. Puede que seamos felices y que estemos llenos de piedad amorosa. Que todos los individuos en todo el universo seamos oportunos y llenas de bondad cariñosa.
Las oraciones del amor instaurarán la entonación para el resto del año y ofrecerán sosiego a aquellos que tienen varios obstáculos íntimos. El gran mecanismo de estas oraciones es que son numerosas y pueden ser admitidas por cualquier sujeto, sin concernir cuál sea su devoción:
“Flujos de agua, El agua fluye sobre estas manos. Puedo usarlos diestramente para resguardar nuestro bello planeta. – Thich Nhat Hahn”
Nuestras preferencias son solo una de las varias materias primas básicas que nos consienten ser miembros beneficiosos de la humanidad. Nuestras privanzas no solo nos ayudan a consumar las tareas cotidianas, sino que asimismo hacen que el mundo siga marchando. Sin nuestro hábitat constructivo el mundo no florecería más.
Cadena dorada: “Soy un hierro en la continuación esplendorosa de amor de Lord Buddha que se desarrolla en torno al mundo. Debo conservar mi vínculo brillante y enérgico. Trataré de ser afable y gentil con cada ser vivaz, y resguardaré a todos los que son más frágiles que yo. Intimaré de pensar inclinaciones puras y hermosas, de decir frases puras y agraciadas, y de hacer obras puras y agraciadas, sabiendo que de lo que hago ahora estriba mi felicidad y desdicha. Que todos los grilletes de la cadena dorada de amor del Señor Buddha se tornen brillantes y enérgicas y que todos consigamos la paz perfecta. – Oración budista”
Uno de los progenitores retos en la vida es darse cuenta de que cada persona es solo un fragmento del rompecabezas. Se precisa un equipo de personas para cambiar el mundo y saber que esa será la discrepancia. Asimismo es crucial registrar que tu sentido del ser se acrecentará si te das recuento de que tu felicidad estriba de tu propio contrariado de la vida. Si llevas a cabo la desdicha dentro de tu vida, solo la perseguirá. No obstante, si te enredas a marcar la discrepancia y vivir con una cualidad verdadera, verás que el universo es un lugar mucho más radiante.
“Bien, feliz y sereno. Que esté conforme, feliz y tranquilo. Que mis profesores estén bien, felices y sosegados. Que mis progenitores estén bien, aptos y tranquilos. Que mis familiares estén conformes, felices y despejados. Que mis amigos estén conformes, felices y sosegados. Que las personas insensibles estén bien, oportunas y pacíficas. Que las personas discrepantes estén bien, felices y en armonía. Que todos los meditadores estén conformes, felices y en paz. Que todos los entes estén bien, felices y en concordia. – Oración budista” (Ver artículo: cómo enseñar la Palabra de Dios a los niños)
No interesa qué dificultades tengas con alguien, siempre debes contenerlos en tus oraciones. Los pecados son absueltos y los contratiempos acontecen porque son compendios de la vida. Nunca tornes la cabeza y el corazón de alguno. Si bien no tiene que conservar a estos sujetos en su vida, no debe excluirlos de sus oraciones y la buena energía de los demás. Siempre desvelarse por ser una persona auténtica y comparte la prodigalidad de bienestar, prosperidad y paz.
Las oraciones budistas son frases de sabiduría para abrazar sin interesar con qué religión suene un individuo. En lugar de ver estos mensajes como frases de la sabiduría budista, un individuo correspondería verlas como frases de iluminación.
De protección
Las oraciones son instrumentos muy intensos. Aquí están las oraciones para la protección de varias tradiciones subjetivas y místicas. Puede balada una de estas oraciones mientras usa los balances de oración de piedras agraciadas. Una manera es cantar una línea de una poesía por cuenta, o fraccionar la oración en frases y cantar una frase por avance. Luego se puede utilizar las cuentas para conservar esa energía preservadora a tu cercanía. (Ver artículo: frases de confianza en Dios)
Asimismo puede armonizar las plegarias con gemas determinadas, ya sea muestras o suspensos, o con efigies de geometría consagrada para mayor resguardo; en este caso, usted comunicaría el objeto con la voluntad de la oración, manteniéndola entre sus palmas y cantando francamente la oración, y luego trasladaría o usaría el objeto de forma que su energía envuelva la suya. Cuando quiera cambiar la oración, friegue el objeto pasándolo por incienso y luego instale la nueva oración dentro del ente:
Señor, haz de mí una herramienta de tu paz.
Donde haya odio, déjeme diseminar amor,
Donde haya deterioro, perdón
Donde haya incertidumbre, Fe,
Donde haya desesperanza, Esperanza,
Donde haya penumbra, Luz,
Donde haya desconsuelo, alegría.
Oh Divino Maestro, otorgarme que no
Busque tanto ser tranquilizado como consolar,
No tanto para ser ilustrado como para concebir,
No tanto para ser querido, como para amar;
Porque es al dar lo que recogemos,
Es al perdonar que somos absueltos,
Es al morir que incitamos a la vida eterna.
Que me convierta en todo instante, tanto ahora como eternamente.
Un protector para esos sin protección.
Una guía para esos que se han perdido.
Un barco para que los mares crucen.
Un puente para que los ríos crucen.
Un templo para los que están en riesgo.
Una lámpara para esos sin luz
Un lugar de amparo para esos que escasean de abrigo
Y un asistente para todos los necesitados.
– Dalai Lama (budista)
La luz de Dios me envuelve;
El amor de Dios me rodea;
El poder de Dios me resguarda;
La representación de Dios cuida de mí;
Donde pretenda que esté, Dios es.
– James Dillet Freeman
“Gran Espíritu, Gran Espíritu, mi abuelo, en toda la Tierra, los semblantes de los seres vivos son todos semejantes. Con ternura han surgido estos del suelo. Mire estas fachas de niños sin número y con niños en sus refugios para que consigan afrontar los vientos y caminar por el buen camino hacia el día de la serenidad. “- Alces negros
“Oh Señor, otorga que esta noche logremos dormir en paz. Y que en la amanecida nuestro despertar asimismo sea en paz. Que nuestro día sea rodeado en tu paz. Protégenos e inculcanos a pensar y proceder solo por amor. Alejaos de nosotros de todo mal; Que nuestros pasajes estén libres de todos los impedimentos desde que salimos hasta que retornemos a casa. Judia”
Querido Dios, sé bueno conmigo;
El mar es tan ancho,
y mi bote es tan chico.
– La oración del pescador bretón
“Que la totalidad de seres plagados de angustias corporales y mentales se liberen velozmente de sus padecimientos. Que aquellos atemorizados dejen de tener miedo, y que aquellos amarrados sean libres. Que los infecundos encuentren potestad, y que la gente especule en hacerse amigos unos con otros. Que aquellos que se hallan en un desierto sin miedo y sin desconfianza, los niños, los ancianos y los indefensos, sean custodiados por divinos benéficos, y puedan conseguir la iluminación velozmente. – El Buda” (Ver artículo: con quien se casó Moisés)
“Sé desprendido en la prosperidad y agradecido en la desgracia. Sé justo en tu juicio, y patrulla tu palabra. Sé una linterna para los que marchan en la oscuridad y un hogar para el forastero. Sean ojos para los deslumbrados, y una luz de guía para los pies de los vagabundos. Sé un aliento de vida al cuerpo de la misericordia, un rocío al tramo del corazón humano y un producto sobre el árbol de la fidelidad. – Bahá’u’lláh”
Para la salud
Instaurado en la India hace más de 2.500 años, el budismo continúa siendo la religión imperiosa en el Apartado Oriente y es cada vez más notorio en Occidente. A lo largo de su larga tradición, el budismo se ha perfeccionado en una extensa variedad de representaciones, que van desde el afectaciones en los protocolares religiosos y la adoración de las omnipotencias hasta el rechazo total de los ritos y deidades en favor de la reflexión pura. Pero todos intervienen en común un gran respeto por las instrucciones del Buda. (Ver artículo: que significa la misericordia)
Todos conseguimos aprender a fructificar una fuente copiosa de energía curativa a través de la reflexión en Medicine Buddha, la representación de la energía curativa sugestionada. La enfermedad física y el dolor espiritual tienen su cepa en nuestros estados mentales contrarios y dolorosos. Cultivando la compasión y cavilando sobre la Medicina, Buda curará esta enfermedad interna y transportará salud y prosperidad física y mental.
Esta práctica enérgica es una efectiva fuente de alivio en un mundo sufrido. Esta destreza se consagrará a curarnos a nosotros mismos, a nuestra familia, a nuestras amistades, a nuestra colectividad y a nuestro universo. Todos precisamos sanación en diferentes instantes de nuestras vidas.
A veces precisamos curación para la molestia física. En otras ocasiones, requerimos curar los traumas que hemos tolerado y hallar maneras de liberar los conflictos del pasado que acarreamos en nuestros cuerpos. Precisamos liberarnos de las luchas y conmociones incitadas por nuestros apuros y el dolor que advertimos por las demencias de la humanidad. Para curarnos, no conseguimos impugnar nuestra enfermedad ni nuestro dolor, ni manejar la ira y la hostilidad para tratar de desarmarnos de ellos.
Al contrario, hemos de llevar una energía tierna y curadora a todo lo que está infectado o desgarrado, lo que está roto o disoluto. En la oración budista de curación, análoga al espíritu de Jesús, decimos: “Que yo sea la medicina beneficiosa para todos los enfermos. Puedo traer sanación para mí y para otros”. Opinamos que la curación es viable y nos consagramos a ser parte de esa curación. Nos reconciliamos en tiernos e ilustrados con nosotros mismos y con quienes nos rodean, esencialmente cuando apreciamos recelo y tristeza.
A veces esto es todo lo que demanda la curación, que nos tornemos presentes. Nunca debemos minimizar tu poder de curar cuando te aproximas a los apuros con coraje y amor, cuando tocas el dolor con sanación en lugar de recelo. Nuestra curación aparece con nuestra conveniente atención y mediante el afable abrazo de otro. Mientras consiga, encuentre una pasión por lo agraciado de la vida y lleve esta vigilancia a la curación de su núcleo y cuerpo.
Siéntate plácidamente y deja que tus ojos se ocupen. Certifíquese de que su suelo le permita estar presente, despierto, acoplado a tierra y relajado. Cuando te creas a gusto, siente tu unión con la Tierra. Ajústate y siente cómo tu inhalación se respira en tu cuerpo. Pronto, sin intentar cambiar nada, preste una vigilancia amable a lo que es placentero e incómodo en su organismo. Observe si hay tensión, contorsión o dolor en ciertas áreas, y desenvoltura y relajación en otras. Observe si hay desbarajuste en su mente o ideologías repetitivas.
Note el período de su corazón. Se siente agarrotado, o suave y abierto, está lleno de cierta emoción o emoción, como fatiga o alegría, tristeza o agitación. Sencillamente atestigua lo que está reciente sin juicio. Inhala y déjate ser fácil con todo. Detrás de unos minutos, empiece a imaginar o sentir de cualquier forma que pueda estar avanzando en el aire como en una esterilla mágica, en el cielo azul y claro, tomando nuestro tiempo. (Ver artículo: Oraciones Cristianas)
Siente o supone o aprecia que estás flotando sobre la Tierra en la tranquilidad del aire claro y la luz solar brillante. Luego de un minuto o dos, déjate proceder gradualmente. Instaura tu intención de proceder a un sagrado y hermoso Templo de Sanación, a un lugar de gran cognición, sanidad y amor. Que este santuario sea una sorpresa. Puede que sea un territorio en el que haya estado antes o un lugar que nunca haya percibido. Puede estar dentro o fuera. Ven a reposar en ello. Tómate todo el tiempo que precises para imaginar y sentir, y supone este templo.
A medida que te concibas en este templo y sientas cómo su brío te está conmoviendo, date cuenta de las heridas que llevas que solicitan curación. Una vez que tenga manifiestamente en mente al menos una lesión, tome cognición de que hay un divino altar de sanación cerca. Ahora suponte sentado anverso a este altar. Luego de un tiempo, un sanador sabio y afectuoso que vive en este templo marchará hacia ti. Permítete abrirte, sentir o suponer este ser brillante a medida que surgen. Cuando este curador se te acerque, se inclinarán levemente hacia ti.
Posteriormente, pondrán su mano dócil y curativa en la parte de tu organismo donde estés más hondamente herido. Sienta la representación de esta mano curativa en su extremidad lisiada, su corazón lastimado o su frente herida. Si lo apetece, puede quitar su propia mano y colocarla en la ubicación de la herida más honda. Conserve el lugar de su dolor, su problema o su enfermedad. Tócalo como si fueras pilotado por este gran ser beneficioso.
Sepa que no concierne cuántas veces haya reservado o resistido esta lesión o desconsuelo, cuántas veces lo haya admitido con miedo o antipatía, ahora es el instante en el que últimamente puede abrirse. Cuando aprecie que su organismo se abre a este toque beneficioso, explore sus emociones. ¿El tacto es caluroso o frío, duro o suave? Deja que tu sabiduría sea gentil, como si asimilaras el toque afectuoso de Kwan Yin, la diosa de la misericordia, o la Madre María, o Jesús. Sienta sus laceradas, miedos y problemas tocados por pura cordialidad y sinceridad.
Para difuntos
Se logra hacer mucho para ayudar a los difuntos, según las sabidurías budistas. Cuando ingresamos en esta área, la generalidad de nosotros nos hallamos en un territorio excepcional, porque vivimos familiarizados solo con la experiencia de decir plegarias por los muertos y quizás entregar velas. En ordinario, la gente siente que aquellos que han fallecido están más allá del auxilio. Este no es el juicio, como señala Ringu Tulku, aquí es adonde los budistas, principalmente los budistas tibetanos, verdaderamente entran en acción, mucho más que para los principios o bodas. (Ver artículo: San Antonio Abad)
Los individuos que mueran consiguen hacer convenios para que sus cuerpos sean trasladados a la estupa para que persistan en esta cámara durante los 49 días de los trovadores de la muerte, y, anterior esmero, monjes y monjas expresarán oraciones junto al ataúd durante este ciclo.
Esta es solo una de las diversas mañas que los budistas tibetanos brindan al mundo como conveniencias de ayudar a aquellos que han fallecido. Por pretendido, lo extraño y lo recóndito de esto es deprimente para varias personas, porque desplegamos a temer lo nuevo y lo ignorado y, por lo tanto, planeamos nuestros ocultismos en él.
A través de la reflexión y la preocupación, advertimos fuerzas espirituales que van más lejos de los límites restringidos de la mente cognoscitiva racional que especula estas palabras. Si hay valor o gracia al tratar de designar esas fuerzas, no sé sabe, pero se consigue decir con seguridad que la manera común que siempre se declara es la misericordia. La piedad, como el sol, es una bendición ecuánime y eficazmente curativa que resplandece sobre todos los seres, sean buenos o malos y si entienden en ellos o no.
La piedad se enuncia a través del contenido de acierto para ayudar de una forma adecuada. Se declara como un perfilado que todo lo comprende y que brota dentro de la mente, un arreglado que ve a todas las representaciones de vida y seres como semejantes. Solo puede nacer en una mente abierta y admitiéndose a sí misma y a los demás; una percepción que no está agobiada por las distinciones, juicios, intransigencia o auto-absorción.
Íntegro a esto, se está dispuesto para vivir por la propuesta de que el universo es una locución y manifestación de misericordia, y que la propiedad de nuestra naturaleza esclarecida es la misericordia. Si este es el caso, logramos estimular y manifestar esa caridad para convalecer al mundo y a nosotros mismos.
El budismo tibetano afana en líneas ordinarias, y sujeta diversas prácticas que imploran y canalizan a nuestro mundo desiguales semblantes del poder universal de la devoción para favorecer a los seres. El más habitual de estos es la experiencia de Chenrezig, que posee como foco al Buda de la Caridad.
Podríamos utilizar el vocablo arquetipo universal de misericordia, en vez de eso, arquetipo es un principio fundamental que vive en cada uno de nosotros, pero asimismo existe libremente. No es la autoridad de nuestras mentes. El mantra que escolta a esta práctica es “om mani padme hum”. Los tibetanos le dan un vuelco desigual y cantan “om mani peme hung” que significa lo mismo.
Silenciosas
Las oraciones silenciosas tienen el propósito de pronunciar nuestro sentido simultáneo de gratitud y osadía como practicantes en el Budismo de Nichiren Daishonin y segmentos de la Soka Gakkai International. La composición de estas oraciones está deliberada como una guía para auxiliarnos a formular este sentido íntimo de gratitud y arresto. Por lo tanto, no es la composición determinada de las oraciones silenciosas, sino lo que es más significativo lo que tenemos en nuestras imaginaciones al ejecutar las oraciones. (Ver artículo: novena a San Roque)
Primera oración:
APRECIACIÓN AL ZENJIN SHOTEN
Ofrezco declaración al shoten
zenjin, las ocupaciones de la vida y
Del medio ambiente que sirven para
Resguardar día y noche.
Rezo para que su poder guardián sea
Fortalecido y reformado aún más a
Través de mi destreza de la Ley.
Segunda oración:
APRECIACIÓN AL DAI-GOHONZON
Ofrezco mi más recóndito elogio y mi
Más sincera correspondencia al
Dai-Gojonzon de las
Tres Grandes Leyes Secretas,
Que fue concedido a
Todo el mundo.
Tercera oración:
APRECIACIÓN A LOS TRES PROFESORES
Ofrezco mis más recónditos elogios y
Sincero reconocimiento a Nichiren
Daishonin, el auténtico Buda del
Último Día de la Ley.
Brindo mi más profundo elogio y
Sincera retribución a Nikko Shonin,
El Gran Líder de la Difusión
Del Budismo Verdadero.
Ofrezco sincera obligación a
Nichimoku Shonin, el Sumo Sacerdote
De Kosen-rufu.
Cuarta oración:
PARA EL ALCANCE DE KOSEN-RUFU
Rezo para que
Se cumpla la gran pretensión de Kosen-rufu y que
La Soka Gakkai International se
Desarrolle perpetuamente en este esfuerzo.
Rezo para purgar mi karma negativo
Causado por mi fábula de la Ley en
Esta vida y en el pasado y para efectuar
Mis ambiciones en el presente y el futuro.
Quinta oración:
APRECIACIÓN A LOS PRIMEROS Y
SEGUNDOS PRESIDENTES DE SOKA GAKKAI Y LA ORACIÓN
POR LOS DECIDIDOS
Correspondo al primer presidente
De la Soka Gakkai, Tsunesaburo
Makiguchi, y al segundo
Presidente, Josei Toda, por su
Generosa dedicación a la difusión
De la Ley.
Rezo por mis familiares difuntos y
Por todos aquellos que han muerto,
Particularmente por estas personas…
Rezo por la paz en todo
El universo y por la felicidad
De toda la humanidad.
Oraciones budistas esenciales
Entre las oraciones budistas esenciales podemos encontrar las siguientes:
Oración budista por la paz
“Que todos los seres llenos de sufrimientos corpóreos y mentales se liberen velozmente de sus padecimientos. Que aquellos atemorizados dejen de tener miedo, y que aquellos ligados sean libres. Que los infecundos encuentren poder, y que la gente especule en hacerse amigos unos con otros. Que aquellos que se hallan en un desierto sin miedo y temerosos sean vigilados por celestiales protectores, y que alcancen velozmente la Budeidad”.
Oración budista por el perdón
“Si he dañado a alguien de alguna forma, ya sea a sabiendas o sin estar al corriente, a través de mis conformes confusioes, les pido perdón. Si alguno me ha hecho daño a sabiendas o sin saberlo a través de sus oportunos galimatías, los perdono. Y si hay un entorno que aún no estoy dispuesto para perdonar, me perdono por eso. Por todas las representaciones en que me hago daño, niego, dudo, me desecho, me juzgo o soy cruel con mis convenientes confusiones, me absuelvo”.
Oración de la Tierra
“Te arrullamos dócilmente, la Tierra, nuestro planeta y nuestro hogar. Nuestra perspectiva nos ha aproximado a usted, haciéndonos consecuentes del daño que hemos dispuesto a la red de la vida de la que acatamos. Se nos recuerda que hemos intoxicado sus aguas, sus tierras, su aire. Te hemos colmado con los huesos de nuestros difuntos de la guerra y la codicia. Tu dolor es nuestro dolor. Al tocarte con delicadeza, oramos para que seamos conjurados de la paz y la vida, para que nuestro hogar en su éxodo alrededor del Sol no se reconcilie en un lugar estéril y ermitaño. Que esta plegaria y su poder duren eternamente”. (Ver artículo: oración a San Marcos de León)