La Catedral de Milán es una de las principales iglesias católicas del mundo, a decir verdad, se trata de una de las edificaciones más grandes del mundo entero. Sus ventanas son consideradas como las más grandes de todas las que puedan existir.
Historia de la Catedral de Milán
Giangaleazzo Visconti fue la persona que hizo el encargo de la construcción de la nueva Catedral de Milán en el año 1385, con el objetivo de sustituir la que estaba en ese entonces. La construcción de la misma se inició durante el año 1386, sin embargo, el trabajo se paralizó en el año 1402 por causa de falta de fondos económicos y también por no haber ideas innovadoras. Ya para ese momento la catedral se encontraba casi por terminar.
El reconocido Napoleón Bonaparte fue la persona que ofreció su ayuda para el financiamiento de la construcción de la catedral durante el año 1805, es decir inició otra vez después de haber transcurrido 403 años y gracias a ello se pudo construir mucho más de la Catedral de Milán, incluyendo:
- Los contrafuertes voladores.
- Los pináculos
- El techo.
- Las agujas.
Los denominados contrafuertes voladores consisten en una especie de pilares que están separados y dan la forma de un arco con las paredes que las sostienen. Hasta 1943 ya había un gran avance, sin embargo, ese mismo año por causa de un bombardeo a la ciudad la catedral quedó afectada y debió ser reparada.
La culminación de la catedral se dio en el año 1965. Por lo que podemos destacar que la construcción de esta catedral duro aproximadamente unos 558 años.
Construcción de la Catedral de Milán
Los trabajos de construcción de la catedral se comenzaron a dar a comienzos del año 1386, por orden del arzobispo Antonio da Saluzzo, quién tenía la idea de que la arquitectura tuviera un estilo gótico italiano. Por causa del estudiamos de las personas de ver una catedral en su localidad todos contribuyeron a la construcción de la misma y fue cuando Gian Galeazzo, en conjunto con su primo, el arzobispo, comenzaron a reunir una gran cantidad de donaciones para que no se detuviera la producción de la estructura.
Para el año 1389 se llegó a designar al francés Nicolas de Bonaventure como el arquitecto en jefe para la continuación de la construcción del templo. Pasado 10 años después, llegó otro francés llamado Jean Mignot, el cual lo mandaron a llamar desde las regiones de París con el propósito de que evaluara los avances de la obra en proceso.
Esto se debía a que los constructores requerían de ayuda técnica para el levantamiento de las piedras que sería a una altura sin precedentes. Una vez realizado el análisis del templo Mignot dio como resultado de su evaluación que el trabajo hasta el momento el lo categorizaba como “pericolo di ruina” es decir, un “peligro de ruina” y que fue realizado “sine scienzia” que quiere decir, “sin saber”.
No obstante, en los próximos años, se logró comprobar que los análisis de Mignot estuvieron errados, pero lo bueno de ello fue que los arquitectos y constructores tomaron la decisión de mejorar sus técnicas, herramientas e instrumentos de trabajo.
La obra volvió a paralizarse en el año 1402 tras la muerte de Gian Galeazzo y solo se había cumplido con la mitad de la Catedral de Milán. El inicio de las obras se dio a finales de 1452 cuando el gobierno de Francesco Sforza, tomo las riendas de concluir con la nave y también los pasillos hasta el 6to tramo.
A finales de la década del año 1480 se llegó a dar uno de los hechos más destacados de la historia del templo, y es que hizo acto de presencia en Milán el famoso maestro Leonardo da Vinci quien se puso a la orden del gran duque Ludovico Sforza.
Este hombre del Renacimiento llegó a participar en diversas reuniones en donde se estaba discutiendo el rumbo de los avances del proyecto, sin embargo, en varias ocasiones declaró ciertas soluciones para el área del cimborrio que a la final no fueron tomadas en cuenta.
En la actualidad se encuentra conservado un grupo de dibujos realizados a mano por Leonardo da Vinci que muestran sus propuestas para la solución del cimborrio lo que equilibraría la fuerza de la estructura que se encontraba algo frágil. Finalmente, en 1499 Leonardo da Vinci dejó las regiones de Milán.
La cúpula octogonal fue completada entre los años 1500 y 1510, bajo la dirección de Ludovico Sforza. La misma fue decorada internamente con unas 4 series de 15 estatuas cada una, que llegaban a representar a:
- Santos
- Profetas
- Sibilas
- Otros personajes del Antiguo Testamento.
El exterior llegó a permanecer en su mayoría sin decoración, a excepción del cimborrio que posee una elevada aguja que corona el transepto, el cual se construyó entre los años 1507 a 1510 por Giovanni Antonio Amadeo.
Inicios
El inicio de la construcción de la catedral se dio en el año 1386 por parte del arzobispo, Antonio da Saluzzo, el cual empezó un nuevo proyecto que tuviera un estilo gótico tardío, dentro de la estructura existen muchos tipos de aspectos insólitos de Italia, que llegan a pertenecer a lo que fue la tradición arquitectónica gótica de Bourges en las regiones de Francia con unas naves dobles laterales y con una arquería elevada por ventanales pequeños.
El comienzo de la construcción de la Catedral de Milán se dio justamente cuando hubo la toma de poder en las regiones de Milán por parte de Gian Galeazzo Visconti, quién era el primo del obispo, por lo que fue tomado en cuenta como una clase de recompensa para toda la nobleza y también para la clase trabajadora que habían llegado a ser reprimidas por el tirano Bernabé Visconti.
Mucho antes del comienzo de los trabajos de la obra, se derrumbaron los palacios del arzobispo, del Ordinari y también el Baptisterio de San Esteban durante las temporadas de primavera, entre tanto que la tradicional iglesia de Santa Maria Maggiore llegó a ser utilizada como una cantera de piedra.
Todo el entusiasmo por la construcción de la nueva arquitectura se logró extender rápidamente por toda la población, y por iniciativa Gian Galeazzo, en conjunto con su primo, el arzobispo, lograron recabar una gran cantidad de donaciones para que no se detuviera la realización del mismo.
Principales arquitectos
La catedral de Milán tuvo varios arquitectos y artistas que se encargaron de darle el diseño que hoy en día posee esta maravillosa arquitectura. Entre los arquitectos se encuentran los siguientes:
- Simone da Orsenigo
- Nicolas de Bonaventure
- Giovanni Antonio Amadeo
- Pellegrino Tibaldi
- Carlo Pellicani hijo
Estos 5 hombres fueron los que le dieron vida a la Catedral de Milán y que tiene el aspecto que posee actualmente. Sin embargo, hubo otros personajes importantes que aportaron ideas a esta maravillosa obra católica y fueron: Antonio da Saluzzo, Gian Galeazzo, Jean Mignot, Ludovico Sforza y el famoso Leonardo da Vinci.
Arquitectura de la Catedral de Milán
Lo que más destaca de la Catedral de Milán es que su interior pueden albergar un aproximado de 40 mil personas, por lo que se categoriza como uno del los templos más grandes de la historia.
Principales monumentos de la catedral
Dentro de la Catedral de Milán se pueden apreciar una gran cantidad de altares, de pinturas, retablos y estatuas, al igual que un alto número de monumentos funerarios entre los cuales se encuentran los siguientes que te mencionaremos:
- El sarcófago de los arzobispos Ottone y también de Giovanni Visconti, los cuales fueron construidos durante el siglo XIV.
- El sarcófago de Marco Carelli, que fue la persona que hizo una donación de gran importancia para la construcción de la Catedral de Milán.
- También se encuentra el monumento dedicado a Gian Giacomo Medici di Marignano, denominado “Meneghino”, una obra del reconocido escultor Leone Leoni. Se trata de figuras en material de bronce de con relieves y columnas en mármoles de diferentes tipos de colores, en lo que es la parte derecha del transepto.
- También se encuentra la estatua de San Bartolomé que fue elaborada por Marco da Agrate durante el año 1562. Esta se trata de obra de arte más reconocida de la catedral. Representa al Apóstol Bartolomé, el cual fue martirizado durante su tiempo de evangelización por la India y Armenia el cual le quitaron la piel y se la dejaron colgando de sus hombros y cae hacia adelante como si se tratara de un manto.
- También se encuentra el presbiterio, se trata de una obra del renacimiento, la cual se encuentra compuesta por el coro, unos 2 púlpitos con enormes telamones que fueron confeccionados en materiales de cobre y de bronce y por 2 enormes órnanos.
- Otro de los monumentos es el Candelabro Trivulzio, localizado en el transepto, el cual se encuentra formado por unas 2 piezas, la base está caracterizada por un conjunto de vides extraordinarios, también por vegetales y animales imaginarios a mediados del siglo XVI.
- Por último, tenemos el monumento sepulcral que pertenece al cardenal Marino Caracciolo, es una obra de Agostino Busti, Il Bambaia, un importante escultor del renacimiento.
Estos no son todos los monumentos que se encuentran dentro de la Catedral de Milán, pero si son los principales.
Características de la Catedral de Milán
La Catedral de Milán es caracterizada por tener una arquitectura gótica, y se trata de uno de los templos católicos más grandes. Posee unas 5 naves, por lo menos con 40 pilares atravesados por una especie de transepto, seguido por el coro y por el ábside.
Esta maravilla cuenta con 157 metros de largo y tiene una capacidad para 40.000 personas en su interior. Sus ventanas mayores del coro, son catalogadas como las más grandes del mundo. Su nave central es elevada, ya que cuenta con una longitud de 45 metros.
Los tejados que se encuentran abiertos a todo el público en general, permiten a los mismos poder observar de cerca ciertas esculturas de excelente calidad. Uno de los artes más destacados es el “bosque de pináculos y chapiteles” que pueden ser apreciados desde este lugar.
El lugar más alto de la Catedral de Milán es la denominada “La Madonnina” una bella obra de cobre dorado, realizada por Carlo Pellicani, e inaugurada en el año 1774.
Interior
El interior de la catedral de Milán es hermoso, ya que cuenta con grandes e imponentes columnas que están llenas de estatuas que llegan hasta el techo de la misma. Por todo el templo, mientras vas caminando puedes observar diversas clases de altares, estatuas, retablos y pinturas, al igual que muchos tipos de monumentos.
Uno de los monumentos más destacados de todo es aquel del Apóstol Bartolomé, que lo muestra martirizado, es decir, desollado vivo con su piel colgando de los hombros. La verdad se trata de una gran representación del martirio de este discípulo de Jesucristo.
Exterior
El exterior de la iglesia se encuentra hecha de ladrillo revestido de mármol, posee un estilo gótico que termina con una gran cantidad de pináculos y de torres coronadas por muchas estatuas. Lo más alto de la catedral es conocido como “La Madonnina” y fue creada por Carlo Pellicani.
Es frecuente que la plaza esté concurrida la mayor parte del día y en cualquier época del año, ya que los detalles que componen la fachada hace que cualquier persona que pase por ahí se detenga a admirarla.
Terraza
El área de la terraza prácticamente llega a ocupar toda la superficie. Para que una persona pueda llegar al tejado deberá utilizar unas escaleras por el ala exterior en paralelo al edificio llamados Emannuelle II, en caso de que desees utilizar el ascensor, solo tienes que dirigirte al ala contraria.
Capilla de San Carlos Borromeo
En la Cripta de la Catedral de Milán se encuentra la reconocida Capilla de San Carlos Borromeo, que es la que suele contener todos los restos de los santos, al igual que posee los tesoros de la Catedral, sin embargo, no son grandes cantidades los mismos.
Acá es posible visualizar uno de los claves de la Cruz de Jesucristo, que está localizado en la bóveda del techopor el lado posterior del principal altar de la edificación.
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