El Budismo Zen es una rama del Budismo Indio tardío (Mahayana). El Zen es el arte de ver dentro de la naturaleza del propio ser, señalando el camino de la esclavitud hacia la libertad. El desarrollo del Budismo en el Lejano Oriente, tuvo como resultado fructífero, la evolución del Zen y del Shin. Por un lado el Zen alcanzó su madurez en la China y el Shin en el Japón.
¿Qué es el Budismo?
Budismo se puede catalogar como un camino de enseñanzas prácticas. Dentro del marco religioso lo podemos considerar “no teísta”, negando categóricamente la existencia de un dios creador, a diferencia del cristianismo, el islam y el judaísmo.
No es una religión pero tampoco se puede considerar una filosofía, por lo menos como se entienden en Occidente. Pero sí contiene muchos elementos religiosos o filosóficos.
Los que practican el budismo son “no teístas” y además “anti-materialistas”, ya que piensan que el mundo que nos rodea en espacio y tiempo, el cual experimentamos a través de los sentidos, no es suficiente para explicar la condición humana. (ver artículo: Budismo y cristianismo)
Buda
La palabra Budismo proviene de “Buda¨ que significa ¨el iluminado¨, ¨el sabio¨, ¨el solitario de los Zakyas¨. “Buda” es un título y no un nombre, cuyo significado es “alguien que está despierto” refiriéndose a haber “despertado a la realidad”.
Este nombre se usó por vez primera en un hombre llamado Siddartha Gautama, personaje histórico, nacido en Nepal, hace más de 2.500 años. Era un príncipe, hijo de un rey, quien tuvo una crianza exclusiva y opulenta, para luego entender, dejando todas sus complacencias, que la vida tiene otras aristas, como la vejez, la enfermedad y la muerte.
De esta manera dejó su hogar, siguiendo la tradición india del santo vagabundo, peregrinando en busca de la Verdad. Con la enseñanza de varios maestros, practicó la meditación y se dedicó al ascetismo, incluso se sometió a austeridades muy severas, que lo pusieron al borde de la muerte.
Abandonó entonces este camino y buscó dentro de su propia mente y corazón, considerando que vivir es sufrir y ese sufrimiento surge de la pasión. Juró, bajo el árbol de pipal, lo siguiente: “mi carne perecerá, mi sangre se secará, pero no me levantaré de aquí hasta haber alcanzado la Iluminación.” Luego de cuarenta días, el Buda finalmente obtuvo la Iluminación.
La meditación es una práctica budista, la cual se usa para que uno mismo se transforme, usando y desarrollando nuestras cualidades como la conciencia, la bondad y sabiduría. El budismo es una tradición milenaria que ha creado recursos incomparables para los que desean seguir un sendero de completo desarrollo espiritual. Este sendero lleva a lo que llaman Iluminación o Budiedad.
El fin del budismo es mejorar nuestras vidas. Ve la vida como un constante cambio y por tanto, sus prácticas toman ventaja de ese principio para utilizar esos cambios y cumplir con ese objetivo.
La mente es el factor decisivo y clave para transformar a las personas, por lo que usan constantemente la meditación como una forma de desarrollar estados mentales más provechosos y positivos, como la calma, la concentración, conciencia, así como las emociones: amistad, ecuanimidad y felicidad.
Al llegar a tener una mente clara y positiva, se puede tener una mayor comprensión de uno mismo, de los demás y de la vida en general. Tan importante como la meditación es el estudio de la ética, filosofía, trabajo social y desarrollo del ser humano en lo referente al intelecto, emociones, espíritu y lo cultural.
¿Qué es el budismo Zen?
Para muchos el Zen es considerado como la cima del Budismo. Se origina de la palabra japonesa “Zenna”, que en sánscrito es “Dhyana”. Esa palabra reúne doble aspecto de “pensamiento” y “ejercicio”, traducido al español como “Meditación”, “contemplación”, “concentración mental” y/o “aquietamiento”.
Entonces, se puede decir que el Zen es un proceso de concentración de la mente en un punto u objeto. Se usa como un método para conseguir una comprensión directa de la realidad de la vida y es como un modus operandi del budismo, ya que su filosofía es del budismo.
El Zen es una disciplina, no una filosofía, el cual se ocupa directamente de la vida y es donde ha desarrollado sus rasgos más característicos. Nació del taoísmo chino y el budismo Mahayana.
Cuenta la leyenda que en una ocasión estaban reunidos los discípulos del Buda y éste los aproximó para darles una enseñanza, cosa que frecuentemente hacía, y, en lugar de hablar, sólo levantó una flor de loto con una de sus manos y sonrió.
Todos quedaron sorprendidos, sin saber qué quiso decir el Buda. Pero, uno de ellos, Mahakashyapa, entendió el mensaje que Buda quiso transmitir más allá de cualquier palabra y le devolvió la sonrisa al Buda.
Esto representó el inicio de la gran tradición Zen, el comunicarse en silencio algo del espíritu del despertar. Un mensaje sin escrituras, letras o palabras. El Zen tiene como fin llevar la práctica y la enseñanza del despertar más allá de cualquier otra doctrina, palabra o algún modo convencional de comunicación.
Trata de emitir de manera concreta e inmediata, la esencia de la experiencia de la Iluminación y ver las cosas como realmente son. Además, el budismo Zen recalca que la mente o la conciencia es idéntica a lo que percibe, apoyándose en la escuela filosófica Mahayana.
Según esta doctrina hay que contactar directamente, en su sentido más profundo, a la naturaleza de la mente o de la conciencia, para alcanzar la plena experiencia del despertar. Esto es posible a través de la meditación, aproximar directamente a la propia mente.
Características
El Budismo Zen, como tal, no es una teoría, una idea, una creencia, dogma o religión. Se puede decir que es una experiencia práctica, difícil de explicar por la sabiduría e inteligencia humana, la práctica del budismo Zen se hace en dojos, salones especiales para ello, que son muy diferentes a las aulas de la universidad.
Todas las escuelas del budismo practican la meditación para alcanzar el despertar y la plena percatación, pero el budismo Zen es la única que la usa como herramienta principal para alcanzarlos.
El origen de la palabra “Zen” es japonés, pero se deriva de la palabra china “Chan”, nombre que se le daba al budismo Mahayana de origen chino.
La palabra “Chan” proviene a su vez de la palabra sánscrita “Dhyana”, cuyo significado describe la experiencia de absorción meditativa que nace después de una efectiva concentración. Hay, según los discursos del Buda, unos ocho niveles de esta absorción.
Budeidad
Para el budismo Zen cualquier persona tiene el potencial hacia la Iluminación, además de la Budeidad en su experiencia. Esto quiere decir que el participante se involucra en algún aspecto de su práctica, bien sea en atención consciente, compasión o cualquier otra, asumiendo esa cualidad de manera inmanente en su experiencia.
La práctica consiste en abrirse y así descubrir aquello que ya existe en su condición propia. De esa manera, la práctica del Zen se vuelve positiva, afirmativa y permite a sus practicantes evolucionar de manera natural y sencilla. Según la teoría del Zen, todos somos Budas y con la práctica se puede descubrir más profundamente tal condición.
Filosofía del budismo Zen
La filosofía del budismo Zen se basa en «filosofar sobre» y «con» el budismo Zen, su objetivo es desarrollar de manera conceptual, la fuerza filosófica que ya le es inherente. La filosofía de Platón, Leibniz, Fichte, Hegel, Schopenhauer, Nietzsche y Heidegger, entre otros, es confrontada con los puntos de vista filosóficos del budismo Zen.
Aun cuando el budismo Zen se caracteriza por su actitud escéptica en relación al lenguaje y el pensamiento conceptual, hay autores que aseguran que se puede dar vueltas lingüísticas, con respecto a su uso del silencio y el lenguaje enigmático.
Características del budista Zen
Los practicantes del Zen muestran por lo general las características siguientes:
Chirantan Youvan ó Eterna juventud
La mente y el alma del Zen siempre pueden ser jóvenes y vibrantes, estudiados como un rasgo, no en términos físicos.
Vastavik Jeevan ó Vida práctica
Vivir la vida de manera equilibrada, sin pretensiones ni atado en la red de teorías.
Sarjanatmik Jeevan ó Temperamento creativo
Debe inclinarse hacia el espíritu creativo, apreciando la belleza en todos lados y en la vida misma. Se debe alimentar el espíritu creativo y apreciar la belleza en todas partes y en la vida. Zen es un antónimo de inercia y lentitud.
Poorna Sajagta ó Conciencia completa y estar alerta
El Zen es antónimo de inercia y lentitud, una persona Zen no puede estar ausente y aletargada. Debe estar vivo para el mundo, alerta para reaccionar.
Ausencia de Karunamayi Asakti (Apego compasivo)
No se debe mostrar un comportamiento compasivo, atrapados en el tema de la bondad. Es decir, si ayudas a alguien o a un animal, sólo queda el acto de benevolencia, no debe apegarse a ese ser que está ayudando y dando algo de amor.
Nirat Ki Awastha (Para alcanzar un estado de calma)
Evita verse afectado por perturbaciones, así como no ser una para otra persona o el entorno. Mostrar calma ante la agitación externa o interna.
Sahaj Sadgi ó Simplicidad natural
El estilo de vida y conducta simples deben estar intrínsecamente ligados al practicante Zen, ser una segunda naturaleza de su esencia humana. No es una moda.
Lo que no deben tener, según los sabios Zen:
Ninda ó Crítica
Cuanta mayor verdad tenga el practicante en su lengua, mejor será su desenvolvimiento, sin críticas y hablará honestamente.
Irsha ó Envidia
Deberá evitar por todos los medios tener o sentir envidia por la posición, el dinero, éxito o talento de los demás. Ello se logra con amor en el corazón, el cual eliminará la sensación de celos y además albergara la buena voluntad.
Dwesh ó Antagonismo
Si cultiva la virtud de la compasión no habrá malicia en él y en los demás.
Principios de un Budista Zen
Durante toda su vida el budista Zen debe poner en práctica los siguientes principios:
Vivir con compasión
Una de las virtudes o cualidades más apreciadas y veneradas por los budistas es la compasión. Es un medio de transformación de la vida humana, primeramente la autocompasión que ayuda a encontrar la paz interior; segundo, la compasión hacia los demás, para poder percibir la bondad humana en otro ser y así encontrar el sentido del comportamiento de los demás, para poder comprenderlos.
El acto de compasión conecta el corazón con los demás y detrás de él se encuentra una gran fuente de alegría. Si tiene compasión tratará a los demás como lo haría consigo mismo.
Buscar el crecimiento colectivo
La comunidad de practicantes del budismo se llama “Sangha”, en ella hay monjes y monjas practicantes en sana paz, que cultivan una mayor conciencia de la humanidad.
Su objetivo es contribuir en el crecimiento individual y colectivo de todos los hombres. Las personas se agrupan, por lo general, para enriquecerse u obtener más poder, en este grupo lo hacen para alcanzar la paz y el bienestar social o colectivo.
Desarrollar atención plena
Al desarrollar la atención plena a cada momento de la vida, ayudará a cambiar cada aspecto de ella, en todos los sentidos. Además a superar las mayores luchas personales y experimentar una mayor paz espiritual, alegría y aprender las mejores lecciones de la vida.
Vivir profundamente calmado
Si se logra la calma se entra en armonía con la preciosa naturaleza del Universo, así como la esencia de la verdadera felicidad. Se disfruta cada momento de la vida de manera positiva, intensa, gratificante, además de experimentar la sanación interna diariamente.
De igual manera, al tener ese estado de ánimo, se descubre que cada entidad es un eslabón de universalidad y que el mundo está siempre evolucionando. Esto hace que se renuncie al aspecto tradicional de conceptos y se adopte una comprensión más espiritual.
Cambiar la visión del mundo
Según uno de los principios budistas, si no se puede ayudar a los demás menos podrá ayudarse a sí mismo. Primeramente hay que cuidarse y tratar de ser modelo de vida y fuente de inspiración para los demás. No caer en refriegas para no obstaculizar los puntos fuertes y la capacidad para lograr cambios.
Admitir que no somos eternos
Para los occidentales la muerte es un tema tabú, mientras que los budistas la ven como un proceso más, algo natural de la vida, para lo cual meditan y enseñan a los demás a entender que no son eternos. Esto le da una sensación de paz y ayuda a apreciar de manera más intensa las alegrías que se viven a diario. Se verá el mundo de otra manera más profunda.
Respetar y dar gracias por la comida
En las prácticas de meditación budista, como la concentración plena y la contemplación, se enseña a dar importancia a los alimentos que consumen. El practicante Zen cultiva un sentido de gratitud antes de servir cada comida y le prestará más atención al delicado equilibrio de la naturaleza.
Comprender el acto de dar
Dar no es sólo regalar en Navidad o cumpleaños, son todos aquellos gestos de amor que compartes a diario y no los ves o consideras como tales. Los budistas consideran que la vida es una dualidad, dar y recibir.
Con este pensamiento, valoras los increíbles recursos que hay en ti mismo y que además puedes compartir con otras personas, en cualquier momento de tu vida, como la bondad, la compasión o sencillamente, tu presencia.
Vivir sin ego
La espiritualidad es el acto de establecer contacto con la realidad última, sorteando todos los obstáculos que impiden hacerlo. El mayor de todos esos obstáculos es el ego, ya que éste separa lo que eres de tu paz interior, aun cuando es una parte intrínseca de tu personalidad, es mejor mantenerlo domesticado.
Renunciar a los tres venenos
Los vicios ciegan e impiden vivir en armonía con tu ser interno, en paz, alegría y autorrealización. Hay tres vicios que se consideran venenosos: la avaricia, el odio y la ilusión; estos son responsables de los mayores sufrimientos. No se debe luchar contra ellos, es mejor aceptarlos como parte de la vida de cada quien y trabajar de manera lenta y progresiva para irlos eliminando uno por uno.
Cultivar buenos valores
Si todos los seres humanos trabajaran para mejorar la vida de otra persona o para el bienestar de toda la comunidad, el mundo sería perfecto. Los buenos valores comunes generan un cambio positivo en la vida propia y la de los demás, ayudan a promover más paz y felicidad.
No apegarse a sus pasiones
Esto no quiere decir que vivas de manera solitaria, sino que sepas poner distancia entre lo que consideres querido, pasiones y deseos, no apegarse a ello. Además significa con eso que admites la impermanencia de la vida y de las emociones, considerándote sólo como un sirviente del Universo. Así aprovechas al máximo la vida, sin estar sujeto a las emociones y las ganancias materiales.
Introducción al Budismo Zen
Aun cuando el budismo tiene más de 2500 años de historia, su práctica es contínua. El Zen apela a la recóndita conciencia religiosa de la humanidad, mientras que el Shin toca los aspectos intelectuales y prácticos de la cultura oriental, cuya mente es más intituitiva que discursiva, más mística que lógica.
Estas son cuatro observaciones que “El Buda” les hace a los que quieren caminar por estas sendas del budismo:
Primera noble verdad: la vida está sufriendo
La vida es sufrimiento, en término sánscrito es Dukkha, al nacer sufrimos, al envejecer sufrimos, al morir sufrimos, si no tenemos lo que queremos es sufrir, separarnos de lo que amamos es sufrir, el amor es sufrimiento.
Dukkha no sólo es sufrimiento físico, también representa cualquier insatisfacción experimentada como ser humano, estrés, ansiedad, miedo, malestar, envidias, entre otras… Entonces, al hablar de Dukkha estamos hablando de sufrimiento humano en sentido amplio, todos los aspectos, es la primera noble verdad.
Segunda noble verdad: el origen del sufrimiento es el apego
Esta nos indica que la raíz de todo sufrimiento es el apego al deseo, no el deseo como tal. Para evitarlo es necesario entender cuál es la causa del sufrimiento, por lo que Buda enseña que es el apego a los deseos de tener (deseos) y deseos de no tener (aversión). No podemos satisfacer todos nuestros deseos, por tanto nos enojamos y preocupamos, lo cual es otra manifestación de sufrimiento.
Ahora, Buda también dice que negar el deseo o privarnos de ellos, es negar la vida misma. La persona debe elevarse por encima del accesorio pero no caer en extremos, tener conciencia de hasta dónde podemos llegar, si no lo hace ese objeto de apego se convierte en una prisión envenenada.
La Tercera Noble Verdad – El cese del sufrimiento es alcanzable
El Buda enseña que hay que cortar el apego para poner fin al sufrimiento. Por lo general es algo difícil, pero mediante la práctica de la meditación se puede lograr el desapego. Al liberarse del apego, se libera también a la mente de todos los problemas y preocupaciones. Esta liberación se llama “Nirvana” en sánscrito y “Satori” en japonés.
La Cuarta Noble Verdad: el camino hacia el fin del sufrimiento
En el budismo la Iluminación es una condición que se alcanza siguiendo al Noble Óctuple Sendero, el cual es un camino que va evolucionando hacia la máxima autorrealización.
Noble Óctuple Sendero
Este Sendero está comprendido en la cuarta Noble Verdad, llamado así por evitar los dos extremos, tanto la búsqueda de la felicidad a través de los placeres sensuales, como la mortificación de uno mismo. Consta de ocho factores, que son:
- Recta comprensión
(samina ditthi)
- Recto pensamiento
(samma sankappa)
- Rectas palabras
(sammma vaca)
- Recta acción
(samma Kammanta)
- Rectos medios de vida
(samma ajiva)
- Recto esfuerzo
(samma vayama)
- Recta atención
(samma sati)
- Recta concentración
(samma samadhi)
Estos ocho factores deben desarrollarse simultáneamente, ya que todos ellos están estrechamente relacionados entre sí, no pueden estar separados y cada uno contribuye al cultivo de los otros.
La meditación budista
Existe una variedad de tipos de meditación en el budismo y la filosofía budista. Todas corresponden a una práctica de postura mental, relajada y rigurosa. Muchos docentes sostienen que debe usarse en cada momento de la vida, pero hay una distinción fundamental entre la práctica de la meditación y la práctica del Noble Óctuple Sendero. (Ver: Budismo y Meditación)
En la India de los yogas se propusieron varias formas que influyeron en las prácticas budistas de meditación. Este aprendizaje de las prácticas las debe realizar un instructor calificado. El budismo se asocia, en la imaginación occidental, por lo general a la meditación, pero en realidad es muy variable su práctica religiosa, dependiendo de las escuelas.
Meditación Theravada
Hay diferentes prácticas de meditación, con algunas características similares, como la meditación de la respiración y varios recuerdos, utilizada en las escuelas budistas.
En la tradición Theravada se cuentan más de 50 métodos utilizados para desarrollar la atención plena y unos 40 para desarrollar la concentración, mientras tanto, en el budismo tibetano, hay miles de meditaciones de visualización.
La mayoría de estas guías de meditación clásica y contemporánea, son específicas de la escuela. Algunos maestros intentan sintetizar y categorizar prácticas de múltiples tradiciones budistas.
En la tradición más antigua de la práctica budista se conserva el nikāya / āgamas, y el linaje Theravada se adhiere a ella. Fue utilizado también en otras escuelas budistas tempranas, ya desaparecidas, así como se han incorporado en mayor o menor grado a la tradición budista tibetana, como a otras tradiciones mahayana de Asia oriental.
Tipos de meditación
El camino hacia la Iluminación, según la mayoría de las tradiciones budistas, debe contener tres tipos de entrenamiento: Virtud o “sila”, meditación o “samadhi” y sabiduría o “pañña”. La destreza meditativa sola no es suficiente, es parte del camino. El budismo, en conjunción con el cultivo mental, el desarrollo ético y la comprensión sabia, es necesario para el logro de la meta más alta.
Budismo Zazen
Es la postura de meditación sentada de la práctica del Budismo Zen, utilizada especialmente por las escuelas Soto y Rinzai, las más conocidas en Occidente. Za significa “sentarse” y Zen “meditación”. Por tanto, Zazen significa meditación sentada y es la postura que habría adoptado Buda en sus meditaciones. Está asociado con el yoga y el chán chino.
Los períodos de zazen (30 a 50 minutos) generalmente se realizan en un dojo (o zendo), el cual es un salón para la meditación, alternando con períodos de kinhin, una caminata meditativa de diez minutos. Su inicio se anuncia con el sonido de una campana, tres veces (shijosho) y finaliza sonando una vez (hozensho).
El practicante realiza un saludo, “gassho”, con las manos entrelazadas, inclinándose hacia sus compañeros y maestro. El Zazen es una actitud de despertar espiritual, al practicarse se puede convertir en la fuente de la cual fluyen las acciones de la vida diaria: comer, dormir, caminar, respirar, hablar, entre otras no menos importantes.
Budismo Zen y el Psicoanálisis
El Dr. Daisetz Teitaro Suzuki y Erich Fromm se unieron para analizar las diferencias y siemejanzas entre dos sistemas que estudian la naturaleza del hombre, los cuales tienen como fin lograr su bienestar y transformación.
Daisetz Suzuki se ocupa del budismo zen y sus métodos, mientras Fromm analiza la problemática del hombre occidental del mundo actual, además de rescatar los aportes del budismo zen, que puedan servir al psicoanálisis.
Daisetz Suzuki
Daisetz Teitaro Suzuki compara a Oriente y Occidente, en los modos de ser y sentir de cada uno, explica también la manera como el budismo Zen entiende los conceptos importantes para el psicoanálisis, como el “Yo” y el “Inconsciente”.
Los occidentales ven un poco complicada la lectura vista desde ese ángulo, ya que eso implica vaciar nuestra manera de ver y entender el mundo, sin estructura de pensamiento y sin referencias ni apoyos.
Suzuki, para explicar el tema, comienza comparando dos poemas sobre una flor: un haiku de Basho (1644-1694) y un poema de Tennyson (1809- 1892). Con ello busca ver la diferencia en la actitud entre los orientales y occidentales.
“Basho mira la flor y la admira. Tennyson la arranca, quiere tenerla, analizarla. Basho siente el misterio de la flor y se maravilla en silencio. Tennyson quiere “entender”. Basho acepta, Tennyson resiste. En Tennyson no hay sentimiento sino intelecto. Tiene que decir algo sobre ello, tiene que intelectualizar la experiencia”.
“El zen es el hecho último de toda filosofía y religión. Todo esfuerzo intelectual debe culminar en él, o más bien debe comenzar en él, si es que ha de rendir frutos prácticos”.
Daisetz Teitaro Suzuki.
Método occidental
Se observan dos puntos de vista que expresan distintas tradiciones. El occidental usa el método científico, para ello disecciona para analizar, más con eso no puede alcanzar la realidad. Si un científico estudia el objeto utilizando las herramientas de la ciencia que estudia, ¿podría decir que la ciencia pudo captar el objeto en su totalidad?
No, dice Suzuki, alegando que un objeto no es la suma de sus partes, el objeto mismo quedaría por fuera de ese estudio.
Erich Fromm
Fromm analiza la crisis espiritual del hombre occidental moderno. El darle más valor a la racionalidad absoluta ha enajenado al hombre, causando de esa forma una separación entre lo racional y lo afectivo. Han convertido en fines de vida el controlar la naturaleza y producir bienes, lo que ha hecho que el hombre se transforme en una cosa.
La vida pasó a otro plano, a la propiedad, es decir, el “ser” dominado por el “tener”. Como consecuencia, el hombre se siente incapaz de sentir afecto, por lo tanto se angustia y se deprime, no sabe para qué vive. Allí entra el psicoanálisis para intentar encontrar una solución a la crisis espiritual que atraviesa en ese momento.
Método Zen
Este método consiste en penetrar directamente en el objeto y así verlo desde adentro. Según este enfoque, nada se puede conocer desde afuera, hay que identificarse con la cosa u objeto, para conocerlo hay que convertirse en él.
“Todo lo que está afuera le dice al individuo que no es nada, mientras que todo lo que está adentro lo convence de que es todo”. Es un conocimiento no intelectual, no enajenado del “Yo”, donde conocedor y conocido se convierten en uno solo. Con este método se busca alcanzar la Iluminación, o sea, el pleno despertar de la personalidad total a la realidad.
Budismo Zen en Corea
El budismo hizo acto de presencia en Corea oficialmente en el año 372 d.C. A partir de entonces se ha ido expandiendo por todo el mundo y ha evolucionado por más de 1.600 años. Asimiló sus propias características distintivas y se basó en las circunstancias políticas y sociales de cada período de su historia.
En el período de los Tres Reinos, la propagación del budismo influyó significativamente en el desarrollo de gran cantidad de aspectos de la cultura nacional. De ello quedaron pocas evidencias, debido a las múltiples invasiones sufridas y descuidadas preservaciones.
Quedan algunos lugares arqueológicos, restos históricos, libros y algunas otras huellas. El budismo de aquella época no sólo ayudó en el desarrollo del espíritu de la civilización, sino también en la evolución de las artes, cuyas muestras se pueden ver en las campanas, las pagodas, arquitecturas y pinturas.
Cuando los gobernantes de la dinastía Joseon adoptaron el neo-confucianismo, se fue deteriorando el budismo, decayendo lentamente. Este nuevo interés en Confucio ocasionó que los reyes oprimieran y restringieran el budismo.
Prohibieron de la misma manera la construcción de templos, haciendo que los monjes budistas se fueran a las montañas. El gobierno se encargó de perseguir el budismo, pero aun así, la gente seguía creyendo en él, por lo menos la mitad de los coreanos son budistas. Aun los que no lo son, tienen una visión budista de la vida.
Budismo Zen japonés
El budismo Zen ha sido de gran influencia en las civilizaciones china, japonesa, india y occidental. Ha inspirado a escritores, artistas, religiosos, pensadores y mucho más; es una disciplina que preconiza la eliminación de los sufrimientos, después de renunciar a todos los deseos y llegar a la Iluminación o Nirvana.
Actualmente el budismo Zen está presente en China, Nepal, Birmania, Japón y otros países más, con más de 500 millones de seguidores en todo el mundo.
Japón es un país donde el Budismo Zen se ha mantenido con fuerza, desde que llegó en el siglo XIII, cuando durante el gobierno de Kamakura estaba en pleno apogeo. Fue bien recibido por la clase militar, ya que no necesitaba tanta enseñanza, siendo practicado por los guerreros Hojo.
Mientras estuvo el régimen Hojo la cultura japonesa se caracterizó por su austera simplicidad y gran creatividad, sobre todo en las ideas religiosas. Fueron fundadas nuevas escuelas y los monasterios Zen de importancia, así como hubo el auge del Bushido (o vía del Guerrero), que coincidió con la propagación de la clase militar.
Esta es una de las ramas budistas que ha estado centralizada por la élite militar. Primero se usó para fortalecer el prestigio y la legitimidad de los guerreros, siendo llamada por esta razón “la religión de los samuráis”.
El Zen ha evolucionado más en Japón que en China, el cual es usado para moldear el carácter de las personas y en el desenvolvimiento de su cultura. Por esta y otras razones el budismo Zen sigue siendo una fuerza espiritual vital, pero en China ya casi ha desaparecido.
Pero hay quienes dicen que el budismo actual en Japón está moribundo, incluso entre sus mismos seguidores y máximos teorizantes. La comercialización en Occidente, así como la explotación de ese interés occidental por el zen, ha hecho que se vaya en contra de una información más libre de prejuicios y se valore de manera objetiva.
Como muestra de la gran influencia que aun existe en Japón, se pueden ver jóvenes de carácter e inteligencia visitando los zendos o salas de meditación zen, así como en las altas ventas de libros de zen. Los seguidores del zen son por lo general hombres de negocios, estadistas y otros de alto nivel social, que se ven también en los zendos, que no son de uso exclusivo para los monjes budistas.No se puede ignorar u olvidar la marcada influencia que tiene el zen en oriente. No hubo ni hay un japonés que no esté influido por el Zen.
Zen en occidente
El Budismo Zen japonés y el Budismo Chan chino son relativamente recientes en Occidente; el zen fue una de las primeras disciplinas del budismo que se conoció y se practicó en Europa y las Américas. Apenas en el siglo pasado, cuatro grandes maestros del lejano oriente se dispersaron por el mundo occidental dando conferencias, organizando retiros, con el fin de enseñar el budismo.
En los últimos años se han difundido muchas obras del budismo zen, llegando a ser en un momento dado, una de las escuelas que más se practicó.
Esto también ha sido objeto de confusión, ya que hay personas que lo aprenden por medio de libros o pláticas sin fundamentos, siendo algo totalmente irónico, ya que uno de los pilares de esta práctica es justamente que se debe alcanzar el despertar sin necesidad de palabras o escrituras.
Budismo vietnamita
Es posible que el budismo haya sido introducido en Vietnam por el mar, en el primer siglo d.C. Para el segundo siglo se registró la existencia de una comunidad budista muy próspera en Vietnam del Norte, la cual era dirigida por dos prominentes monjes, Mau Bac (Mao Po) y Khoung Tang Hoi (K’ang Seng Hui).
Pero su historia realmente comenzó en el 580 d.C. cuando llegó un monje indio, Vinitaruci, quien había estudiado con el Tercer Patriarca del Budismo Zen chino, antes de que se dividieran las escuelas en Norte y Sur.
Otro evento destacado e importante en la historia del budismo vietnamita, específicamente del zen, fue cuando abdicó el rey Tran Nha Tong en 1278, convirtiéndose en monje budista, para lo cual dejó el trono a su hijo y se refugió en las selvas de Vietnam, donde fundó la secta Truc Lam, primer centro budista Zen.
Vale acotar otro dato importante en la historia del budismo en Vietnam, hecho ocurrido entre 1225-1258. El primer emperador se ocupó más de ser monje que rey y una noche escapó del palacio y renunció al trono.
Todos se dedicaron a buscar al rey en todos lados, hasta que lo encontraron refugiado en las montañas, lo persuadieron de que volviera al trono y se rehusó varias veces. Muchos seguidores suyos le dijeron que si no regresaba se suicidarían, por lo que el rey tuvo que acceder.
Budismo tibetano y Budismo Zen
El budismo, a diferencia del catolicismo, no tiene un vaticano y no es centralizado. No tiene líder absoluto y en cada país han desarrollado el budismo según sus condiciones particulares. Por eso se puede ver que el budismo de Burma es distinto al de Vietnam o al de Tailandia. De eso no escapa el budismo tibetano, el cual tiene características distintas al Zen, aun cuando tienen el mismo origen.
La primera distinción, se basa en el tiempo histórico y la zona geográfica. El Buda dejó más de 80 mil enseñanzas y el Dharma, pero él nunca supo que era budista. Ese término fue acuñado por investigadores ingleses en el año 1800, al descubrir restos arqueológicos en la India, que demostraban la vida y las prácticas de Siddhartha Gautama.
Al morir el Buda, sus discípulos se separaron y llevaron a conocer el dharma por Asia. Algunos se fueron hacia el sur y otros hacia el oeste. Así nacieron dos grandes ramas, Theravada (sur de Asia) y Mahayana (nor-este de Asia).Conforme el dharma recorría distintas culturas, se fue adaptando a cada lugar. Por ser una filosofía totalmente humanista, se pudo adaptar a los usos y hábitos de cada nación. Cuando llegó a China, el budismo se mezcló con el confucianismo y el taoísmo, formando así las cinco escuelas del Chan.
Entonces, el budismo tibetano y el budismo zen tienen el mismo origen: Mahayana. En éste se cultiva el camino del Bodhisattva como práctica principal, que consiste en dedicar la vida a ayudar a los demás seres vivos para que se liberen del sufrimiento. (Ver: Budismo Mahayana)
Cuando llegó al Tibet se combinó con las creencias y culturas locales, donde nació el budismo que se ha hecho más popular a nivel mundial.
En el budismo tibetano se usa la meditación con imágenes y mantras, es elaborado y lleno de textura, mientras que en el zen sólo se sueltan los pensamientos con la práctica del zazen, de manera simple y sencilla. Ambos promueven las enseñanzas del Buda, así que elegir entre uno y otro es decisión de cada quien.
Dharma es dharma y no depende de nación alguna. Sólo depende de mente y corazón abierto para poder verlo.
Budismo Zen y Budismo Vajrayāna
El Budismo Vajrayāna está basado en las tradiciones budistas de “tantra” y “manta secreto”, a su vez extensión del Budismo Mahāyāna. Además de mantras (elementos de los tantras) en sus prácticas usan dharanis, mudras, mandalas, así como visualización de deidades y budas.
Estas prácticas esotéricas sólo pueden ser iniciadas por un maestro espiritual competente, llamado “lama” o “gurú”. Esta tradición se originó en la India medieval y de allí se extendió al Tibet y Asia Oriental. El nombre de Vajrayāna se adoptó en el Tibet y en China se conoce como Tángmì (唐 密) o Mìzōng (密宗), mientras que en Japón se le conoce como Mikkyō.
Tantras
El uso de mantras y versos protectores se usan desde el período védico, se ven en los antiguos textos budistas como el canon Pali. Amitabha se llama a la práctica de visualización de Budas, la cual también aparece en los textos pretántricos. Otras sutras Mahayana con material prototrático pudieron haber servido como fuente de imágenes para textos tántricos.
Vajrayāna usó deidades tántricas como Bhairava (India), la cual es una forma feroz de Shiva o también llamada Yamantaka en el budismo tibetano. Los textos se remontan al siglo VII EC, aun cuando pueden ser más antiguos. Es casi imposible datar a los tantras, algunos de ellos, sobre todo en el siglo VI, se usaban para curar enfermedades, llevar control del clima y generar riquezas.
Meta
El fin o meta principal de las tradiciones espirituales Mahayana y Vajrayana es convertirse en un Sammāsambuddha, es decir, un Buda completamente despierto, a los que están siguiendo ese camino se les llama Bodhisattvas. Este camino es parte integral del Vajrayana, en el que se enseña que todas las prácticas se deben llevar a cabo con la motivación y así lograr la Budeidad.
En el Vajrayana se elige el “camino del fruto” para adquirir la naturaleza innata búdica como medio de práctica. Se parte del hecho de que el individuo posee una mente iluminada innata, al practicar viendo el mundo bajo la óptica de la verdad última se puede ayudar a alcanzar la plena naturaleza búdica.
El “camino de la causa” es usada en el Sutrayana, con el cual el practicante se inicia con su potencial de naturaleza búdica o despertar y lo va alimentando hasta llegar a producir el fruto de la Budeidad.
Símbolos del Zen
Los símbolos del budismo tienen un significado, guardan mensajes para sus seguidores, quienes lo usan para obtener suerte y protección, así como para adornar en los ritos matrimoniales y atraer la felicidad a la pareja de novios. He aquí algunos símbolos y sus significados.
La Caracola
Es un espiral oval que termina en punta y su color es blanco, es uno de los más antiguos, símbolo de la Divinidad en su forma femenina. Este símbolo es usado en los rituales para convocar asambleas religiosas y como instrumento musical en las ceremonias.
Se relata que cada héroe de las epopeyas antiguas de la India, llevaba una caracola blanca, es emblema de poder, autoridad y soberanía. Su sonido, dicen, es capaz de expulsar a los malos espíritus y trae terror al enemigo. También se dice que ahuyenta las criaturas venenosas.
La Flor de Loto
Símbolo de enseñanza del Budismo, representa la pureza, el habla y la mente. Se le hace esta representación porque las raíces del loto están llenas de barro, pero igual nacen y crecen las flores; mientras más turbias son las aguas, las flores son más hermosas y su olor es más dulce.
El Jarrón precioso
Su significado es simbólico y se refiere directamente a las ideas de almacenamiento, es decir con la satisfacción de los deseos materiales. Se hace referencia a la abundancia espiritual del Buda, la cual es inagotable, aun cuando su fortuna se entregue a manos llenas.
Sirve a su vez como protector de espacios, por tal motivo, se usa en las puertas principales de las casas, para atraer la armonía y la tranquilidad, así como para activar la riqueza en el hogar.
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La Sombrilla Preciosa
Este símbolo tradicional representa la protección que brinda la sombrilla ante las inclemencias del tiempo, así como “protección contra el calor de las impurezas”, también del sufrimiento y de otras fuerzas dañinas.
Consta de dos partes, una es la cúpula que representa la sabiduría y la segunda parte es la falda, que representa la compasión. Así, en conjunto, se considera símbolo de protección para mantener alejados a los espíritus, peligros y malos pensamientos.
Según dicen, si la colocan en la entrada de la casa, la protegerá de los ladrones, además que denota el respeto, la sabiduría y las enseñanzas recibidas.
Los Dos Peces Dorados
Este símbolo del budismo representa la felicidad, ya que los dos peces cuentan con la libertad en el agua, así como la fertilidad y la abundancia, porque se multiplican rápidamente. Se acostumbra obsequiarse como regalo de bodas, como símbolo de unidad y fidelidad conyugal, denota felicidad, libertad, abundancia, buena fortuna, fertilidad y salvación.
Es uno de los más hermosos del budismo, llevarlo como amuleto o como joya sobre el cuerpo, brinda una profunda protección contra los hechizos y fuerzas malignas. Si se coloca en una reunión de negocios se atraerá doble riqueza, fortuna y éxito de las negociaciones.
La Rueda de Dharma
En este símbolo se ven reflejadas las tres partes básicas referidas a las tres formaciones de la práctica de la meditación. El centro representa la formación en la disciplina moral; el radio representa la aplicación de la sabiduría, con ella se acaba con la ignorancia y se termina con el sufrimiento.
El borde, representa a la concentración necesaria para meditar, es un elemento muy importante en las prácticas budistas, debido a que mantiene todo unido, igualmente como el borde mantiene a la rueda compacta, unida.
El nudo infinito
Está compuesto por una cantidad de líneas entrelazadas en ángulo recto que simbolizan la interacción entre las fuerzas opuestas del mundo, así como también indica que todos los fenómenos están unidos como un ciclo cerrado de causa y efecto, teniendo como fin la unión y la armonía en el universo.
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Frases del Budismo Zen
Como el zen busca alcanzar la paz mental mediante la meditación, usan frases de gran profundidad y enseñanza. Los maestros aseguran que más que una religión, es una forma de vivir, así que todos pueden practicarla sin importar a cuál religión o denominación religiosa pertenezcan.
“Cuando el alumno esté listo, aparecerá el maestro” dice el Zen.
Algunas de las mejores frases zen para meditar fueron pronunciadas por grandes personajes como Osho, Rumi, Thich Nhat Hanh, Lao-Tse, Shunryu Suzuki, el Dalai Lama y muchos más. He aquí algunas de ellas:
“No dejes que el comportamiento de los demás destruya tu paz interior.”
Dalai Lama
“Nos sentamos juntos, la montaña y yo, hasta que solo la montaña permanece.”
Li Bai
“La flor cae, aunque la amemos; y la mala hierba crece, aunque no la amemos.”
Dōgen Zenji
“Nunca podrás encontrar lo que nunca se ha perdido.”
Proverbio Zen
“De hecho, la verdad del Zen es la verdad de la vida, y la vida significa vivir, moverse, actuar, no simplemente reflejar.”
Daisetsu Suzuki
“Aquellos que están despiertos, viven en un estado de constante asombro.”
Buda
“El zen es la liberación del tiempo. Para que cuando abramos los ojos y veamos claramente, se vuelva obvio que no hay otro tiempo que este instante, y que el pasado y el futuro son abstracciones sin una realidad concreta.”
Alan Wilson Watts
“El verdadero milagro no es caminar sobre el agua o caminar en el aire, sino simplemente caminar sobre esta tierra.”
Thich Nhat Hanh
“La peor agresión a nosotros mismos, la peor de todas, es permanecer ignorante por no tener el valor y el respeto tratarnos a nosotros mismos con honestidad y ternura.”
Pema Chödrön
“Si estás deprimido, estás viviendo en el pasado. Si estás ansioso, estás viviendo en el futuro. Si estás en paz, estás viviendo en el presente.”
Lao-Tse
“No persigas, nos busques, no preguntes, no golpees, no exijas, relájate.”
Osho
“Los viejos amigos se van, nuevos amigos aparecen. Es como los días. Un viejo día se va, y un nuevo día llega. Lo importante es que tenga significado: que sea un amigo con significado y un día con significado.”
Dalai Lama
Jardín Zen
Es una modalidad de jardín originario de Japón. Consiste en un espacio simple, con pocos elementos, los que favorecen el relajamiento y la meditación. Muy diferente al jardín occidental, en este no hay plantas ni flores, su belleza está en el minimalismo y la simbología.
Los elementos básicos del jardín Zen son la arena o grava, piedras pequeñas y piedras grandes, aunque también se pueden agregar algunos musgos, helechos o bonsáis, hasta algunos puentes o estanques.
Cada elemento representa o simboliza algo, la arena o grava es el mar, las líneas sobre ellas es el estado del agua, su apariencia después de pasar el rastrillo para dar la impresión de ondulaciones en la superficie del agua.
Estas ondulaciones tienen también sus significados, las líneas rectas presumen un mar calmado y tranquilo; las líneas onduladas dan la impresión del mar agitado y las que forman círculos concéntricos dan sensación de que algo cayó al agua. Estos estados influyen sobre las personas, de distintas maneras.