El vía crucis de Iztapalapa es una de las representaciones de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo con más antigüedad, iniciado en el siglo XIX se mantiene hasta la actualidad. Te invitamos a conocer todo sobre esta hermosa demostración de gratitud del pueblo mexicano.
Vía crucis de Iztapalapa
El Vía Crucis de Iztapalapa es una de las representaciones de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, con mayor tiempo de tradición, se realiza en la delegación de Iztapalapa, en México.
Es una representación teatral del viacrucis que une a los pueblos de la delegación de Iztapalapa, desde el año de 1843. Sus comunidades se unen y realizan representaciones teatrales de los pasajes de la vida de Jesús de Nazaret, desde el momento en que comienza su sacrificio para redimirnos a todos de nuestro pecados y poder tener la posibilidad de vivir la vida eterna.
La representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, se realiza entre el Domingo de Ramos que indica el fin de cuaresma y la Pascua, terminando con la crucifixión de Cristo, la cual se realiza en lo alto del Cerro de la Estrella.
Este Vía Crucis se ha hecho famoso no solo en la delegación de Iztapalapa, sino en todo México y también tiene un elevado reconocimiento a nivel internacional.
Se compone de escenificaciones de los pasajes de los últimos días de Jesús, pero también es acompañado por procesiones, entre ellas, podemos resaltar las que realizan tanto hombres y mujeres que están pagando una penitencia y también la procesión de los nazarenos.
El Viacrucis Iztapalapa es interpretado por actores y actrices de la propia delegación y se ha hecho tan reconocido que logra convocar a más de dos millones de personas, haciendo de este acto la celebración cultural más relevante de esta delegación.
Es un evento que genera tanta atención por parte de propios y visitantes, que es transmitido a través de la televisión nacional mexicana todos los años, pero lo más sorprendente es que se realiza a través de una transmisión en vivo.
Esto permite que las personas que por alguna razón no pueden estar presentes en el Vía Crucis de Iztapalapa, puedan vivirlo en tiempo real. Es de reconocer que si no tuviera rating, no fuera trasmitido por televisión.
La tradición y el reconocimiento ganado con los años de este famoso y reconocido vía crucis, ameritó la creación en el año 1994 de un Comité Organizador de Semana Santa en Iztapalapa, que surge del seno de la asociación civil de la delegación.
El Gobierno de la ciudad de México también forma parte de este vía crucis, ya que gestiona lo necesario para ayudar a la población de Iztapalapa aportando ayuda a través de la delegación.
A principios del año 2000, el Vía Crucis de Iztapalapa fue declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México y se trabaja de manera incansable para que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), lo reconozca como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Antecedentes
Las advocaciones de los pueblos, por lo general surgen en gratitud a una petición cumplida y el vía crucis de Iztapalapa, no es una excepción.
En el año 1817 se inicia en Calcuta, una ciudad de la India, una epidemia de cólera morbus, la cual era una enfermedad infecciosa aguda, provocada por una bacteria, que desarrollaba cuadros diarreicos y vómitos.
Para el año 1833 ingresa la enfermedad a México a través del Puerto de Tampico y era grave, pues se conocía que esta misma enfermedad había cobrado miles de vidas en otros continentes.
De manera casi inmediata por desconocimiento de medidas preventivas para evitar el contagio, la enfermedad pasó de Tampico a San Luis Potosí, siguió hacia Guanajuato, luego a Querétaro y de manera inevitable llegó a Iztapalapa.
En la Ciudad de México había fallecido más del 5% de la población. El manejo de las personas que fallecían sobrepasaba la capacidad de respuesta y organización y por ello, muchos fueron enterrados sin siquiera llenar un registro de defunción.
En virtud de que para la fecha el gobierno no se daba abasto, el pueblo recurrió a lo que tenía a su alcance, que era su fe, y pidieron de manera fervorosa un milagro al patrono de la delegación de Iztapalapa, lo conocían como el Señor de la Cuevita.
Y como promesa de haber cumplido su solicitud, ellos se comprometieron a realizar todos los años el vía Crucis de Jesús, con cada una de sus vivencias, su Pasión, su Muerte y Resurrección.
Cuenta la historia que la petición del pueblo de Iztapalapa fue escuchada y la enfermedad se fue de sus tierras, ya la gente no moría.
Como generalmente sucede, a las personas se les olvidan las promesas y el compromiso de realizar el vía crucis de Iztapalapa. No fue sino diez años después, que las personas del pueblo recordaron la promesa hecha e iniciaron lo que se convirtió en una tradición que se mantiene y crece con los años.
Nunca desde que se inició en el año 1843 el vía crisis de Iztapalapa se ha interrumpido. Hay documentos que dan muestra de ello, ni siquiera las guerras civiles y persecuciones religiosas lograron detener al pueblo que interpretaba la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
Con el pasar de los años el vía crucis ha sufrido cambios, inicialmente se utilizaban imágenes y luego fueron sustituidas por niños. En nuestros días el vía crucis de Iztapalapa es representado por personas del pueblo que hacen actuaciones reales.
Quienes participan en las interpretaciones deben ser originarios de la delegación de Iztapalapa y sus familiares deben pertenecer o ser originarios de los barrios. Pero no es suficiente ser de allí, sino que deben gozar de buena reputación y ser reconocidos como personas que pertenecen a buenas familias.
Existen siempre algunas desavenencias por no permitir la participación en la interpretación del vía crucis de Iztapalapa a personas ajenas o de otros poblados, pero ellos alegan que la epidemia fue en su pueblo, que la promesa fue realizada por sus antepasados y ellos son sus herederos.
El vía crucis de Iztapalapa es una tradición que se mantiene ininterrumpidamente desde hace 176 años y ello le ha conferido un reconocimiento a nivel internacional.
Siempre ha sido una demostración de gratitud al beneficio concedido que ha atraído a mucha gente, sin embargo, el ser televisado permitió su difusión masiva y se ha traducido en un aumento de participantes, convirtiendo el vía crucis de Iztapalapa en una de las mayores concentraciones religiosas de México.
Confluyen en la misma diversas festividades y celebraciones religiosas y su difusión y aceptación dentro de la dependencia ha permitido incluso separarlo en dos grandes zonas, a saber:
- La zona de Axomulco que reúne a las poblaciones de San José, San Miguel, San Pedro, San Pablo y La Asunción.
- La zona de Atlalilco, conformada por las poblaciones de San Lucas Evangelista, Santa Bárbara y San Ignacio.
Como antecedentes históricos debemos señalar cuando Benito Juárez, político mexicano de origen indígena y quien fuera presidente de México en varias ocasiones, firmó un decreto para proteger el vía crucis de Iztapalapa en el año de 1867.
Asimismo destaca la colaboración prestada por el General Emiliano Zapata, líder de la Revolución mexicana, quien prestó en el año 1914 dinero y algunos caballos, para que se realizará el vía crucis.
Historia
Como hemos reseñado en los antecedentes del vía crucis de Iztapalapa, la tradición se inicia luego de que las súplicas de la población fueron escuchadas; las mismas se solicitaron a través de la realización de una procesión hecha por los sobrevivientes del pueblo de Iztapalapa a mediados del siglo XIX.
Dicha procesión fue encabezada por los niños huérfanos del poblado, quienes llegaron al Santuario del Señor de la Cuevita, en donde se encuentra aún una escultura del Santo Entierro de Jesús, a partir de ese momento la epidemia que había cobrado más de la mitad de los habitantes del pueblo cesó.
Diez años después de haber prometido al Señor de la Cuevita realizar una procesión todos los años, en la cual se reviviría la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, a cambio del milagro de acabar con la epidemia de cólera, el pueblo de Iztapalapa conmemora en el Cerro de la Estrella la Pasión de Cristo.
Pero cuenta la historia que no solo la enfermedad se fue, sino que brotó un manantial de agua milagrosa con la que curaron a las personas enfermas que habían contraído el cólera y de esta manera lograron salvarlas.
Con este milagro también lograron ayudar a las personas enfermas que se encontraban en las zonas del sur. Este manantial nació en la base de un ahuehuete, que es un árbol, cuyo nombre en lengua de náhuatl es ahuéhuetl, que significa “tambor de agua”.
Se dice que en los tres siglos en que se ha hecho el vía crucis de Iztapalapa, todos las representaciones de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo han sido diferentes.
Al principio se utilizaban figuras para realizar la peregrinación, luego comenzaron a participar niños y con los años se fueron adicionando personajes, que lo van nutriendo y cada vez haciendo más semejante a ese pasaje de la vida de Jesús de Nazaret.
Se ha convertido con el tiempo en una tradición en que las personas de cada uno de los poblados de la Dependencia de Iztapalapa se han involucrado, y le han ido agregando escenificaciones, guiones y personajes que permiten a los asistentes del vía crucis de Iztapalapa, revivir la Pasión de Cristo durante los cinco días que abarca.
El vía crucis de Iztapalapa es una demostración histórica de que el desarrollo y las tradiciones pueden convivir sin que se desplace o interrumpa el crecimiento de las ciudades.
Los habitantes de la Dependencia, tanto los de origen como los nuevos residentes, asumen la responsabilidad de mantener la tradición del vía crucis de Iztapalapa, generando dentro de las 8 comunidades que participan, ejemplos de unión y colaboración con resultados que demuestran un esfuerzo colectivo, reafirmando los valores culturales de sus habitantes.
En las barriadas de la Dependencia de Iztapalapa se celebran diferentes fechas religiosas, pero todos coinciden en que el Señor de la Cuevita eligió al pueblo en donde se quiso quedar, es por eso que construyeron un templo y en agradecimiento a su elección la devoción del pueblo es especial.
Los barrios que participan del Vía Crucis de Iztapalapa
La dependencia de Iztapalapa está conformada por varias barriadas populares, las cuales han crecido con los años, sin embargo, sus habitantes se incorporan a la tradición del vía crucis de Iztapalapa y participan de manera activa o colaborativa para su realización anual.
La Delegación Iztapalapa, de la Ciudad de México, se encuentra ubicada al norte del Cerro de la Estrella, este antiguamente era el camino que unía a Ciudad de México con Puebla.
Se han establecido en él 8 barrios, sin embargo, hay 2 pueblos reconocidos que se encuentran ubicados de tal manera que permiten dividir a la Delegación de Iztapalapa en 2 zonas, estos son los pueblos de Axomulco y Atlalilco.
Cada uno de estos barrios tiene un santo que es reconocido como su patrono y además en cada uno de ellos se han construido capillas o constituido parroquias.
Uno de los poblados o barrios es San Lucas, el cual cuenta con un templo importante, identificado como el templo de San Lucas Evangelista, siendo también el patrono de Iztapalapa de Cuitláhuac. A continuación describiremos brevemente a estos pueblos:
- El barrio San Pablo se encuentra ubicado a 3.57 km hacia el este del centro de la comunidad de Iztapalapa. El barrio San Pedro tiene una superficie aproximada de 21 hectáreas. Una población de al menos 4.950 personas y unas 887 unidades habitacionales.
- San José es un barrio relativamente pequeño, tiene pocos establecimientos comerciales y la mayoría son minoristas. Tiene una superficie a 13 hectáreas, en donde se distribuye una población de aproximadamente 2.760 personas en 629 hogares.
- Barrio La Asunción por su parte tiene una población aproximada de 3.560 personas, su superficie alcanza las 15 hectáreas, en donde se registran unos 160 establecimientos comerciales.
- El barrio San Ignacio tiene un número aproximado de 220 establecimientos que se dedican al comercio minorista, con una superficie de 32 hectáreas y una población mayor a los 6.900 habitantes.
- El barrio San Miguel es uno de los que cuenta con mayor superficie y población de los que conforman el municipio o delegación de Iztapalapa, tiene un área cercana a las 130 hectáreas, con una población de 19.500 personas y 5.180 hogares. Asimismo tiene aproximadamente 1.000 comercios minoristas que emplean alrededor de 10.000 personas.
- Por último el Barrio Santa Bárbara tiene una superficie de 84 hectáreas, con una población aproximada de 18.300 habitantes y unos 550 establecimientos comerciales.
Como podemos observar son barrios con densidades poblacionales importantes, que se pueden dividir en dos zonas determinadas por los pueblos de Axolmul y Atlalilco.
En Axomulco se encuentran los barrios de San José, San Miguel, San Pedro, San Pablo y La Asunción y en el Atlalilco, se encuentran los barrios San Lucas Evangelista, Santa Bárbara y San Ignacio.
Integrantes
Como hemos señalado, con los años el vía crucis de Iztapalapa se ha ido nutriendo de personajes y a continuación vamos a describir un poco dsobre ellos, su organización e incluso los requisitos que se deben cumplir para poder formar parte activa y protagónica de esta devoción. Al principio del vía crucis, el papel que sería representado en el mismo se heredaba en las familias, sin embargo, eso ahora ha cambiado.
Dentro de los personajes que conforman el vía crucis se pueden reconocer: Judíos, soldados romanos, vírgenes del pueblo, romanos, mujeres que forman parte del cortejo de Herodes; todos ellos son elegidos entre los habitantes de las diferentes barriadas que conforman la Dependencia de Iztapalapa.
Por su parte, los que desempeñarán el papel de Jesús de Nazaret se postulan de manera voluntaria, este es un papel que amerita tener cierta condición física, ya que la Cruz que debe ser llevada durante el vía crucis tiene un peso aproximado de 80 kilógramos, tal cual se estima el peso de la Cruz, que tuvo que cargar Jesús.
Aunque les parezca mentira, este es uno de los papeles a los que más personas se postulan, a pesar del gran peso de la Cruz y la distancia que deben recorrer detrás del Cristo.
Existen diversos requisitos que se deben cumplir para desempeñar los papeles de los personajes en el vía crucis de Iztapalapa, por supuesto, que en los personajes más importantes, los requisitos son más estrictos.
A pesar de que puedan creer que es una obra teatral, existe respeto por el desempeño de cada uno de los personajes que la conforman, el deseo de rememorar la Pasión de Cristo, lleva implícito en cada una de las personas que buscan formar parte del vía crucis un profundo respeto.
El personaje más importante es Jesús de Nazaret, para poder optar a este papel debe ser nacido en Iztapalapa, tener la fuerza suficiente para cargar el peso de la Cruz, ser soltero y de familia cristiana.
Pero además su contextura y físico debe ser muy parecida a quien las personas reconocen como Jesús de Nazaret. Los que desean interpretar este papel se lo toman muy en serio y realizan un trabajo que les permita encontrarse entre los posibles seleccionados.
Adicionalmente, se guardan los detalles de las características de cada uno de los personajes que son interpretados en este vía crucis, la vestimenta, el calzado, el cabello, etc. Además, las interpretaciones deben respetar los parlamentos, que siempre están dirigidos a realzar y fortalecer los valores cristianos.
Debido a ello los participantes o integrantes del vía crucis de Iztapalapa debe cumplir ciertas cualidades histriónicas para transmitir el mensaje. Su honestidad y cualidades deben ser comprobables.
Sus papeles son interpretados desde el Domingo de Ramos, el cual inicia con la bendición de las Palmas en la Parroquia de la población de San Lucas y el ingreso de Jesús de Nazaret en el Santuario del Señor de la Cuevita, que representa la llegada de Jesús de Nazaret a Jerusalén.
El Jueves Santo se realizan procesiones en las principales calles de los 8 barrios que conforman la Dependencia de Iztapalapa. Se deben entonces interpretar las escenas del lavatorio en el Jardín Cuitláhuac; la Oración en el Huerto de los Olivos y la Aprensión de Jesús de Nazaret.
El Viernes Santo se escenifica el Juicio, en donde muestran la presentación de Jesús de Nazaret ante Poncio Pilatos con detalles, incluso suenan los clarines cuando Jesús es condenado. Se producen los azotes y la coronación de espinas, iniciando el vía crucis al Gólgota.
Quien realiza el papel de Jesús de Nazaret debe caerse y levantarse, recibe los insultos, los maltratos conferidos por los romanos. Entonces se llega al culmen de la escenificación de la Pasión de Cristo, porque en el camino es acompañado por sus discípulos, mujeres, samaritanos.
Al llegar a Gólgota, en este caso el Cerro de la Estrella, se escenifica la crucifixión, acompañada por los ladrones Dimas y Gestas. También sin obviar detalles se muestra a Judas en la horca. Finalmente, la obra concluye con la muerte de Cristo en la Cruz.
Solicitud a la UNESCO
Ya el vía crucis de Iztapalaca ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, sin embargo no se conforman con eso, el deseo del pueblo es que el vía crucis de Iztapalapa sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Esta solicitud está siendo promovida por la alcaldía de la Delegación de Izlapalapa, quien introdujo la solicitud formal del sentir de la población, ante el Gobierno Federal del Palacio Nacional, con la finalidad de recibir el necesario apoyo ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Están seguros de que cumplen con los requisitos necesarios para que su solicitud proceda ante esta institución y obtener una respuesta satisfactoria, ya que el vía crucis de Iztapalapa tiene una larga tradición, un fuerte arraigo cultural y forma parte de las comunidades, quienes reconocen a esta representación anual como parte importante de su cultura.
El costo de esta representación
Existe una cantidad de organizaciones gubernamentales y privadas que tras el telón forman parte importante en la organización del vía crucis de Iztapalapa, pues para que este sea posible se debe realizar una inversión importante de dinero.
Aún y cuando existe el aporte del voluntariado y las donaciones que pueden ser recibidas por entes privados, no son suficientes para la magnitud de la procesión.
La puesta en escena que permita la representación de los pasajes de la vida de Cristo, tiene una importante inversión monetaria, solo los escenarios superan los 90.000 pesos, mientras que el apoyo logístico y de seguridad que es aportado por la Alcaldía de Iztapalapa, alcanza un monto de 4.8 millones de pesos.
Requerimientos para representar a Cristo
El Cristo es la figura central del vía crucis de Iztapalapa, por eso quien decide personificar a Jesús de Nazaret debe cumplir con requisitos de nacimiento, morales y físicos, de otra manera no podrá personificar a Jesús en este vía crucis.
Los organizadores del vía crucis, a través del cumplimiento de estos requisitos por parte de los aspirantes, buscan respetar y honrar el sacrificio que realizó Jesús por el perdón de nuestros pecados.
El joven que decida personificar a Jesús de Nazaret, está en completo conocimiento de que deberá cargar una Cruz que tiene un peso mayor a los 80 kilógramos de peso, ya que así lo indicaba el Código Romano de la época.
El vía crucis de Iztapalapa se apega lo más posible a las condiciones y vivencias sufridas por Jesús. Por ello, es necesario estar físicamente preparado para poder soportar las exigencias de caminar con la Cruz a cuestas.
El Comité organizador verifica que los candidatos sean nacidos en alguno de los 8 barrios de Iztapalapa, deben ser mayores de 18 años de edad, de familia cristiana y ser cristiano practicante. También debe estar bautizado, ser soltero, sin hijos, ni compromisos.
Su conducta moral será escrutada y comprobada. El candidato seleccionado recibirá visitas del comité organizador en su casa para verificar la información.
No está permitido que tengan tatuajes, tampoco perforaciones. Se les solicita que se dejen crecer el cabello, en caso de que su color sea muy diferente al color de cabello de Jesús, debe permitir que le sea teñido.
Con todos estos requerimientos se busca que la persona que interprete a Cristo, realmente se asemeje a él y las personas lo identifiquen con la imagen que conocen de Jesús.
También debe estar dispuesto a realizar prácticas de la escenificación que será mostrada al público y generalmente practican la puesta en escena al menos 13 semanas antes de la presentación. Aquel que represente a Cristo solo podrá hacerlo una sola vez en su vida.
Logística y seguridad del Vía Crucis de Iztapalapa
Los requisitos para participar en el vía crucis de Iztapalapa podemos dividirlos en dos: aquellos que están dirigidos a los que van a participar representando personajes en el vía crucis y los requisitos que se esperan que cumplan las personas que van a ver el vía crucis de Iztapalapa.
Por lo tanto, podemos hablar primero de los participantes de la escenificación donde, como hemos comentado, los más rigurosos corresponden a los personajes principales.
En el caso de los extras y otros personajes que dan vida al entorno de la Pasión de Cristo, solo se les pide que sean originarios de los barrios de Iztapalapa, cristianos, de buenas costumbres y sin vicios.
Con respecto a las personas que van a ver el vía crucis, se les solicita buen comportamiento, respeto y no portar armas de fuego. El dispositivo de seguridad por su parte, surge de un esfuerzo conjunto entre instituciones y ciudadanos, que permite la coordinación para respaldar este evento que es preparado y organizado por la población que vive en los ocho barrios.
Por lo tanto, se toman en cuenta factores que influyen en el desarrollo del vía crucis de Iztapalapa como la hidratación, salud, seguridad, mantenimiento y logística.
Para el cumplimiento de la planificación se inicia muy temprano en la mañana del jueves santo todo lo acordado, se conforma un centro de mando, desde donde surgen las acciones a tomar, como: el cierre de vías, la ubicación de los puntos de hidratación, los puestos de salud, las unidades médicas, policía auxiliar, así como la incorporación del personal de Protección Civil.
Solo imaginen la magnitud del despliegue de seguridad que se necesita para atender a más de dos millones de visitantes, entre propios y extranjeros. Sus habitantes anfitriones deben hacer de esta representación una demostración del trabajo conjunto interinstitucional y civil, para lograr un vía crucis organizado, alegre y pacífico.
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