El 9 de septiembre es el día central de la virgen de Aranzazu en Guipúzcoa, España. Conoce todo lo relacionado a esta advocación mariana.
Historia de la virgen de Aranzazu
Un pastor llamado Rodrigo de Balzategui se encontraba paseando a su rebaño de cabras por las colinas de Aloña, cerca de la Provincia de Oñate, cuando de pronto se sorprende al ver en un espino verdoso una imagen pequeña de la virgen María con el Niño Jesús en su regazo y una campana de gran cencerro a su costado.
En medio de su impresión, el pequeño pastorcillo lo único que pronuncia es la frase Aranza-zu (cuya expresión significa tú entre los espinos, según la lengua vasca). Rodrígo hace pública su anécdota en las montañas de Oñate, hasta llegar a oídos de varias ciudades españolas.
En aquel tiempo, el pueblo Guipuzcoano se hallaba inmerso en medio de guerrillas con la localidad vecina de Oñate. El problema se agudiza cuando ambas provincias enfrentan la etapa de sequía, por lo que sus combates eran por la posesión del agua. Esta situación duró 2 años, hasta que en el máximo punto de quiebre, se da la aparición de la virgen de Aranzazu para brindar la salvación.
La Virgen de Aranzazu emitió un mensaje de paz para que cesaran los conflictos en Oñate y Guipúzcoa. Amboos pueblos acataron el comunicado y fue naciendo el fervor por la virgen de Aranzazu. Las palabras del pastor ante la delicada situación fueron:
“Padres y hermanos ¿por qué os cansáis en hacer tantas procesiones?, sabed que más allá de Gesalza, hallaréis una Santica sobre un espino. Está sin ermita, ni cubierta, y si no la váis a ver y a visitar en procesión allá, no lloverá”
Un grupo de personas pertenecientes a los pueblos en conflicto, se dirigieron al lugar de la aparición y afirmaron las declaraciones del joven; a causa de esto, los individuos de regreso a Oñate se encargaron de entonar cantos de alabanza hasta que se hace presente una lluvia incesante.
La lluvia representó la paz de ambos pueblos, como también la llegada de una nueva esperanza para combatir la sequía y poder fecundar los campos. Posteriormente, los cabecillas que fomentaron la guerra se acercaron al pie de la virgen de Aranzazu para decir:
“Aquellos hombres, rudos para la guerra y blandos para la piedad, se desprendían voluntariamente de la coraza de vanidad y amor propio para humillarse ante la Madre“
En el lugar, se forma la Cofradía de la virgen de Aranzazu por los pobladores de Oñate y Mondragón, que ayudó a albergar en sus corazones la fuerza creadora y el amor.
En 1553, un incendio arrasó con todo el lugar donde apareció la virgen de Aranzazu a Rodrígo Balzategui; un segundo incienso ocurrió en 1622; y un tercero, en 1834 de forma premeditada. La fe no se perdió a pesar de tantos eventos desafortunados, porque se reconstruyó el templo en las tres oportunidades, sin escatimar en gastos ni esfuerzo. Sus pobladores afirmaron:
“El capítulo más bello de la historia de Aranzazu no es el de sus milagros ni el de sus devotas multitudes, sino el de la fe de un pueblo que, tras la deplorable experiencia de los fatídicos incendios, se repone rápidamente, olvida la siniestra suerte del Santuario y logra vencer con su piadosa terquedad la destructora terquedad del fuego”
El historiador y cronista vasco Esteban Garibay, quien trabajaba para Felipe II deja en manifiesto en los documentos sobre la historia de España que poco a poco aquel lugar lejano y solitario de Aloña fue visitado por muchos peregrinos, además que tanto su fama como sus milagros concedidos se propagaron significativamente.
Garibay sostiene que puede tomarse la historia de la virgen de Aranzazu como una leyenda, por la curiosidad que causó todo el acontecimiento de su aparición. Al haber más versiones sobre la aparición de la virgen de Aranzazu, el historiador da por concreta la historia de Rodrigo Balzategui, gracias a la autenticidad de los testimonios que ofrecieron los viejos pobladores de Oñate y Guipúzcoa.
El párroco Juan de Luzuriaga se encargó de publicar en México la historia completa de la virgen de Aranzazu en 1686, con una dedicatoria y un epígrafe. En el texto, el cura resalta que la virgen de Aranzazu es una creación de Dios.
Milagros de la virgen de Aranzazu
Nuestra Señora de Aranzazu ha amparado a los más desprotegidos de todos los peligros a través de sus milagros. Sus obras milagrosas más reconocidas son la sanación de personas enfermas de cáncer, devolver a tierra a los náufragos perdidos en alta mar, incendios que no queman algunos sitios estratégicos, salvación de cosechas por tempestad; algunas personas han recuperado la movilidad de sus extremidades o experimentaron la curación total de enfermedades mortales. Por estos milagros, la fama de la virgen de Aranzazu como suma protectora se acrecentó rápidamente por España y todo el continente.
Oración a la virgen de Aranzazu
La oración poderosa de la virgen de Aranzazu puede ayudar en mucho de los aspectos cotidianos y urgentes: como conseguir empleo, sanar a un enfermo, así como buscar su protección y mucho más.
Madre Purísima de Aránzazu, que apareciste al lado de los espinos para arrancar de nuestras almas las fuertes espinas que representan nuestros pecados; intercede ante tu Excelso Hijo Jesús para que nos perdone y nos reciba en su seno divino.
Virgen de Aránzazu, te pedimos por tantas preocupaciones que nos acongojan: la necesidad de los pueblos de tener gobernantes sensatos y ecuánimes, la crisis económica de nuestra Patria y las del mundo entero, nuestro corazón atormentado por la presencia de violencia, el terrorismo fundamentalista, la falta de empleo, los puestos de trabajo que no son completamente dignos, los matrimonios que se acaban, la violencia en el hogar, los ataques de la cultura moderna a la familia, el mal al medio ambiente que a diario se deforma, la cultura de la frivolidad y del consumismo, el aumento de las personas que acaban con su vida y de las trastornos mentales, y tantas cosas dolorosas que vemos hasta el sol de hoy.
La virgen de Aranzazu tiene el poder de los espinos, que permite arrancar por completo todos nuestros pecados, para aprender a honrarla con un alma pura y sin mancha.
Grandiosa Reina de los Espinos, que recibes el fervor de tus devotos, con mucha humildad te hago llegar los afectos de mi corazón.Y te pido que mi corazón quiera lo que Dios disponga de él, y que yo quiera querer, el querer de Dios.
¡Oh dulce Aranzazu!, Tú que eres alabada en todo el mundo, bajo tu escudo nos hallamos con gozo, líbranos de todo peligro, inculca en nosotros una gran fe inquebrantable y un ardiente amor a Dios para juntos propagar los dogmas de Jesús.
Virgen de Aranzazu, finalmente te pido, que nos concedas la gracia de mantenernos fieles en medio de las pruebas, para llevar adelante la tarea de la Evangelización a todos los prójimos que el Señor ponga en nuestro camino!
Santa María de Aranzazu,
Poderosa Patrona del plano Celestial.
Arranca las espinas
de nuestras vidas;
aleja el pecado de las mismas;
danos el gozo de la gracia
de tu Hijo.
Así sea.
Novena a la virgen de Aranzazu
La novena de Aranzazu se efectúa, en principio, en la Iglesia de Nuestro Padre de San Francisco. Antes de comenzar, y como es la costumbre de muchas novenas, se debe empezar con la señal de la cruz y el acto de contrición.
Acto de contrición
¡Jesucristo de mi alma, Padre bondadoso de todos nosotros tus fieles!, si gracias a mis fallasmis no soy digno de estar en tu paternal corazón, le pretendo, Señor, el perdón de mis pecados y tu mano amistosa, y me duelo con todo mi ser por todas las veces que te he faltado Antes de perder la gracia, fui para mi suerte tu hijo; mas hoy que de este bien falto, por mi infortunio, ni sombra soy de lo que fui. Cuando estuve en paz contigo cuando era una persona inocente de corazón y alma, me amaste con dulzura; sin embargo, mis pecados son el motivo por el cual mi alma ronda las tinieblas. Quiero ya, mi Dios, restituirme a tu perdón y amistad, y que mi dolor encienda más la llama de aquel amor primero. Inflama, Dios mío, mi corazón, para que me ayudes en mi auxilio cuando lo necesite, me arrepienta de mis culpas, y logre ser tuyo. Así lo espero mediante tu divina misericordia. Amén.
Oración para todos los días
¡Oh Madre del Aranzazu divina! ¡Qué consuelo, qué dicha, qué bienestar tendría el buen Pastor Rodrigo, cuando te vio en esa colina espinosa de Aloña! Yo, mi Reina, aunque he pecado, te reconozco como mi Madre y mi salvación. ¿Seré tan desdichado, tan desalmado, que no merezca que oigas mis súplicas? Mis culpas, Reina del Aranzazu, me llenan de vergüenza, y me atemorizan para ponerme al lado de ti; pero confiado en que eres una Madre piadosa, y que no desprecias al arrepentimiento de tus fieles hijos, me postro en tu sagrada presencia, y te ruego me mires con ternura de Madre.
Tú que te apareciste frente al Pastor en un espino. ¡Cómo te veneraría! ¡Cómo te glorificaría! ¿Qué alabanzas te daría? ¿Qué manifestación de amor recibiría? Yo señora, aunque soy un pecador me hinco ante tu dulce imagen misericordiosa, te aclamo, te venero, te colmo de mi amor, te regalo mi corazón. Quisiera tener la fortuna que tuvo el Pastor Rodrigo cuando te encontró para amarte, pero Aranzazu, por el motivo que he faltado muchas veces, espero no me desprecies y alejes de tu gran corazón, y me mires con tus ojos bondadosos de Madre! Soy pecador, virgen prudentisima, eres la Reina Madre de todos ellos, y por este motivo espero de tu piedad que no desprecies mis peticiones y acojas en mi auxilio. Eres la más amorosa de las madre. Madre de la misericordia, compadecete de este pecador que implora tu sangrado manto de la protección: concédeme el dolor por todas mis culpas porque te prometo firme y constante para gozar la misma sencillez e inocencia que logro el Pastor a quien te le apareciste; que así lograré ser feliz de alabar tu Hijo en tu gloria por una eternidad. Amén.
Primer día
Con el primer día de la novena a la virgen de Aranzazu, el devoto busca imitarla para ganarse su corazón maternal, para que perdone todos los pecados cometidos.
¡Oh virgen de Aranzazu! ¡Oh Reina, la más perfecta creación divina, a ti acudimos porque confiamos en tu intercesión, tú que consigues la solución de nuestros congojos! Como sucedió en la provincia de Álava con Martín Ortiz y su Mujer Francisca Martínez: que sin tener ninguna esperanza de remedio alguno que los aliviara, ocurrieron a tu magnánima ayuda, y yendo a tu Templo cabalgando, guiados de otras personas, a hacerte una novena, les devolviste la visión: volvieron a su hogar caminando, muy agradecidos de tu favor. Si estos lograron recuperar la vista sin algun optimismo, haz que la tengamos en el alma, para que conociendo nuestras flaquezas, los lloremos durante los nueve días en que transcurra esta bendita novena: lo que esperamos alcanzar de vuestra piedad, para desagraviar a tu Divino Hijo, que le tenemos irritado con nuestras repetidas culpas. Amén.
Segundo día
La virgen de Aranzazu es capaz de acudir a nosotros en momentos de apremio a través de su novena. Ella se encarga de levantarnos si nos caemos; de protegernos si estamos ante cualquier peligro. Sólo sigue su novena diaria.
¡Oh pura virgen de Aranzazu, a quien escogió nuestro Padre para ser una redentora más del mundo !. Nosotros, Señora, hemos perdido la gracias a Dios por las reiteradas culpas y pecados que cometemos todos los días. Danos la manos para ponernos de pie nuevamente, como lo hiciste con Juan de Irrundo, de oficio cantero, que trabajaba en la Capilla Mayor, previniendo el peligro que amenazaba por el estribo, que servía de plataforma haya asegurado: “No es posible, Padres, que dejemos hacernos pedazos en esta labor si la Virgen Santísima, en cuyo servicio nos empleamos, milagrosamente no nos libra”. Apenas dijera estas palabras, cuando se cayó el andamio con muchas varas dirigidas a su humanidad, dando en el suelo con los trabajadores. Pero tú, que como Madre estás al pendiente de tus hijos, lo arrancaste de las garras de la muerte, y desenterrados que fueron, se pusieron de rodillas, elevando las manos para dar gracias al ser salvadas sus vidas, y volvieron a su jornada de labor, como si no hubieran padecido tan terrible golpe.
Nosotros, virgen de Aranzazu, nos hallamos enterrados bajo el dominio de nuestras pasiones, favorecenos como Madre; resucitanos a la vida de la gracia, y permaneciendo en ella, trabajaremos venciendo al mundo, demonio y carne, que nos tienen oprimidos. A así lo esperamos de nuestra piedad, con las demás gracias que os suplicamos en esta Novena, si es del agrado de Dios. Amén.
Tercer día
La Virgen de Aranzazu salva la vida de Cristóbal de Sanduce, al caer de un río con la corriente en su máximo punto. Logra aferrarse de una roca para salir ileso. A partir de entonces, se sumó a la lista de devotos de la virgen.
Eres la Madre de tu Hijo Jesús ¡¡Eres el sol del gran plano celeste! ¡Estrella del firmamento que iluminas el sendero de la virtud, en el cual resplandeció la estela más grande del cielo, nos sacaste de la fosa de las tinieblas de nuestras culpas!. ¡Oh virgen de Aranzazu, que favoreciste a tus siervos más necesitados, como sucedió con Cristóbal de Sarduce, que pasando un rio, tropezó el caballo y le llevó la corriente hasta el final del caudal. Fluctuando entre la corriente salvaje, y llamándoos con el aliento que le permitían sus mortales ansias de ahogarse, logró sujetarse de una piedra inmensa; hasta recuperar su fuerza y respiración, debido a esto se hizo tu más ferviente devoto hasta visitar tu sagrado Santuario, y al punto se le puso en la oscuridad de la noche una luz clarísima que lo guió hacia la orilla y saltó a tierra. Nosotros, Señora, nos hallamos náufragos en la corriente de nuestras pasiones; amparadnos que ya os invocamos con el título de Madre Santísima de Aránzazu, y guiadnos por el camino recto del cumplimiento de la ley de vuestro Hijo, y las demás gracias que os pedimos en esta Novena, si es del agrado de Dios. Amén.
Cuarto día
Isabel Bimpel estuvo inválida por dos años sin la esperanza de volver a caminar algún día. Su devoción por la virgen de Aranzazu la impulsó visitar su santuario para hacerte una petición, a tal punto de recobrar el movimiento de sus piernas.
Muro inquebrantable de la Ciudad de Dios, donde el incendio que abrasa es el fuego de amor con que vuestro amor ardiente a las almas favorece. Así lo hicisteis con doña Isabel Bimpel, que estuvo paralizada sin la esperanza de científicos y doctores, se dirigió a tu sacro Santuario, cargada por cuatro hombres para pedirte que la saranas. Entró en tu Sagrado templo, haciendo intentos por levantarse de su silla, con la mirada tierna de tu corazón, hiciste colocarla de pie hasta dar algunos pasos, sin ningún tipo de dolencias. Enajenada de gozo la salud tan milagrosamente recobrada, alzó el grito en acción de gracias a Dios, y a Vos por tan singular beneficio. Veo yo que toda mi vida he andado por caminos desviados sin dar un paso en servicio de Dios. te pido Señora, me des tu mano para caminar el sendero de la perfección, imitando tus pasos. Así mereceré como Isabel levantar el grito en alabanzas de tu Hijo, y sirviéndoos como debo en esta vida, mereceré alabaros en la gloria. Amén.
Quinto día
La virgen de Aranzazu nuevamente ayuda a quien lo necesita. Esta vez se trató de una mujer que subida en un árbol, cayó sobre una zona de sierras hasta inscrustarse una estaca. Con sus dolencias corporales, se dirigió al Santuario hasta que le fue extraída la madera.
Oh María! tú que eres la luz del mundo, clara antorcha de los cielos, espejo sin mancha, donde los espíritus angélicos miran sus perfecciones con alegría! ¡Alivio de nuestros pecados, auxilio de nuestras carencias!.se observó a una hermosa mujer subir a un árbol a tomar las frutas, cuando cae estrepitosamente sobre una sierra de talar, hasta sentir el fuerte golpeteo. En su momento de desesperación acudió a tu magno Santuario, hasta que con sus plegarias, lograron extraerle la estaca incrustada, el mismo instante se sintió totalmente libre y sana, quedando solamente las señales de la herida para muestra y señal perpetua de tan prodigioso milagro, la mujer sale del Santuario con estaca en mano pidiendote gracias. Yo, Señora, he caído en los lazos del pecado, si vos como Madre no me favorecéis y me amparáis, como a vuestra devota doncella, no sanaré de los males que me rodean. Dame el auxilio para salir de tan lamentable estado, para que caminando por caminos rectos llegue al Santuario de lo gloria. Amén.
Sexto día
En esta sexta estación, se da a conocer el caso de una mujer ciega llamada Clara, quien perdió la vista por aplicarse remedios caseros sin éxito cerca de los ojos. Ya en el Santuario, aseguró haber visto la mano prudentisima de la Virgen María.
¡Oh María, tú que eres una luna llena de claridad, cuya grandeza proviene de la fuerza del Sol Divino! Eres la verdadera luz para todos los ciegos. Tal y como sucedió con una mujer de nombre Clara. Quien perdió la vista al aplicarse remedios sin fundamento alguno,, se dirige a ti, virgen de Aranzazu, para hacerte la sagrada Novena- Luego que pronunció la promesa, dijo que vio la mano de la Virgen Sagrada María. Creyeron los que oían la restitución de la vista, pero dudando que fuese la mano de la Purísima Virgen la que decía miraba esta mujer, le ponían otra mano delante. Entonces respondía no era aquella la de María, y así siempre se ratificó en que clara y distintamente había visto la forma de la mano poderosa de su bienhechora y Reina. Cumpliendo su promesa, os fue a visitar en compañía del marido, publicando el beneficio recibido de la mano. Yo me hallo ciego dando de escollo en escollo, tropezando con mis errores. Dame tu mano para que viendo lo que es justo y recto solo aspire a la perfección de mi estado, así lograré alabar a mi Dios eternamente en su gloria. Amén.
Séptimo día
Un hombre fue salvado al caer de un árbol pronunciando “virgen de Aranzazu”. Por su infinita gracia, se dirigió al Santuario para agradecerte el favor concedido.
¡Oh Divina María,tú que eres la salvación de todos tus siervos que estamos en apuros. Como en el caso del labrador de nombre Miguel, quien estando montado sobre un árbol, resbala y cae. Al momento de la caída te invocó como virgen de Aranzazu. Su cuerpo resultó muy lastimado hasta ser auxiliado por tus hijos religiosos, te dio las gracias por tan singular beneficio. Yo, Señora, me he deslizado, no una sino muchas veces por dar gusto a mis apetitos, en un torrente de iniquidades. Favoreceme, pues te invoco con el dulcísimo nombre de virgen de Aranzazu, confiando de vuestro maternal amor, ser favorecido y amparado, hasta que y salido del precipicio de mis culpas cantaré vuestras alabanzas sin cesar en la gloria. Amén.
Octavo día
Un niño pudo salvarse de un mal de piedra gracias a la intervención de la virgen de Aranzazu. Ella no olvida a sus fieles, sean hombres, mujeres o hasta niños recién nacidos.
¡Oh María Madre; Altar animado, donde Dios intercede por las almas que han obrado de buena manera, para hacer las paces con el hombre. Fue destinada por el mismo Dios para alivio, socorro y consuelo de los enfermos. Se observó que un niño con el del mal de piedra, ante la imagen acongojada de sus padres, recurrieron a ti, al no haber otro tipo de cura para él. Con tu sagrada Novena se pudo recuperar.Frente a los ojos de todos los presentes en el Santuario. Si este logró la salud del cuerpo, yo Señora, he pedido en estos días que he hecho tu Novena, la salud de mi alma, cúrame, Señora, y no permitáis caiga en la más leve culpa que os desagrade. Así lo espero de vuestra piedad. Amén.
Noveno día
La novena culmina con los devotos al pedir por la sanación de sus almas y el perdón de los pecados; además, para que lleve a los navegantes por aguas tranquilas. Se resalta la importancia del Santuario con la visita de miles de peregrinos en acción de gracias.
¡Oh virgen de Aranzazu Madre honorable, de cuyos soberanos pechos se alimentan los atribulados, con divinas consolaciones; Sol hermoso de cuyo calor no hay miseria que se esconda, volved esos ojos misericordiosos a vuestros fieles y afligidos devotos que os invocan en el naufragio de tantas calamidades. Vos miráis benigna a los católicos navegantes librándolos a cada paso, de los naufragios. Así lo experimentan diez y ocho navegantes que naufragando la nave en una tormenta grande, y desnudándose todos para tirarse al agua, fiaban más de las olas, que de la nave, el socorro. Previniéndose a este último lance, hicieron voto, de que, si salían con vida al puerto, irían todos en peregrinación a vuestro a ofreceros la limosna que su posibilidad alcanzase.
Con tal agrado aceptasteis la promesa, que apareciéndoos con tres luces, convertisteis la lobreguez de la noche, en claridad; y alegrasteis y consolasteis con tu presencia a los marineros, y templando la tormenta del mar, quedaron quietas, pacíficas y amedrentadas sus olas, y saliendo libres a tierra, fueron todos publicando vuestros portentos a ofreceros sus votos y cumplir su promesa. Nosotros, Señora, que en este valle de lágrimas padecemos tormentas más fuertes que los navegantes, necesitamos de vuestro amparo.
En Vizcaya fue donde os aparecisteis para consuelo de navegantes, como que muchas veces los favorecisteis en sus peligros y tormentas. Los enfermos, ciegos y tullidos han logrado por vuestro amparo recobrar la salud, como lo testifican vuestros portentos. Tu Santuario está lleno de devotos agradecidos por tus favores cumplidos, En este templo de San Francisco veneramos vuestra imagen. Es retrato de la que se venera en Vizcaya, a ti recurrimos confiados en que en todas partes sois Madre de pecadores.
Oyoneos, pues, Señora; aceptad nuestras súplicas, que ya os invocamos con el mismo título de los que felices os veneran en vuestro Santuario. te decimos a voces, Santísima virgen de Aranzazu, ampáranos, apaga el fuego que se produce por las luchas, libranos del incendio de las herejías, fecunda todos los campos, purificad los infectados aires, y concedednos todo lo que en estos nueve días os hemos pedido, si es para gloria de Dios, y bien de nuestras almas. Amén.
Festividad de la virgen de Aranzazu
Cada 9 de septiembre, el comité encargado de las ferias de Aranzazu, organizan un cronograma lleno de baile, danza, ginkanas y festivales de comidas típicas en la ciudad de Oñate. La misa solemne se efectúa el 9 de septiembre en el Santuario de Aranzazu con la presencia de los principales ministros laicos de España, además de los entres públicos y privados. Los más pequeños de la casa pueden disfrutar de los juegos mecánicos, mientras que los creyentes observan la quema de pólvora en los alrededores de la Basílica.
Virgen de Aranzazu en Huila
En el departamento de Huila, específicamente en Gallardo, se celebra a la virgen de Aranzazu cada 9 de septiembre al igual que en Guipúzcoa. La adopción como patrona del lugar estuvo en manos de la ciudadana Georgina María Duarte, quien le comunicó el deseo al párroco Anselmo España, quien junto a otras personas levantaron su capilla en la misma localidad.
En 1933, el Padre Bruno Suárez dispone del traslado de una de las principales imagenes de la virgen de Aranzazu desde España para complementar la capilla. Actualmente, las peregrinaciones corren desde el 3 de agosto, hasta su día central, el 9 de septiembre.
Virgen de Aranzazu en Madrid
En homenaje a la virgen de Aranzazu, patrona de todo el pueblo de Guipúzcoa, decidieron otorgarle su nombre a una de las principales calles de Madrid que limita con la Calle de San Modesto, Calle de Pedro Rico y de Francico Sancha. En ella se pueden conseguir distintas posadas y pensiones para que el
peregrino goce de su estancia en la ciudad.
Novena a la virgen de Aranzazu en Colombia
La novena de Nuestra Señora de Aranzazu llega de forma tardía en Colombia en 1933, junto con la imagen de la virgen para adornar el Santuario por gracia de Anselmo España. La modalidad de hacer la novena es la misma que la novena base: hacer la señal de la cruz, realizar la oración preparatoria y la de todos los días. El novenario contiene los testimonios de las personas que fueron sanadas de sus malestares yendo al Santuario de Aranzazu, junto a la petición para acercarnos al seno de la virgen y nos libre del pecado.
La novena comienza el 3 de agosto y culmina el 9 de septiembre.
Oración a la virgen de Aranzazu en Colombia
¡Oh Virgen Sagrada de Aranzazu!, que por tu aparición en aquel Espino, ayúdanos a través de su fuerza arrancar nuestros
pecados. Protege a tus devotos de Gallardo y Huila, y aguárdanos en tu corazón maternal. Haz que sepamos agradarte a través de nuestras acciones y poder alcanzar la dicha de ser reconocidos como hijos tuyos, hijos de Aranzazu. Así sea.
Día de la virgen de Aranzazu
El 9 de septiembre es el día central de la virgen de Aranzazu en Guipúzcoa y en las ciudades que la festejan en el país colombiano. Se decretó este día a partir de su aparición en el año 1469 ante el pastor Rodrigo Balzategui, quien laboraba en las tierras de Aloña en Oñate a través de un espino (por ello, obtuvo la fama de arrancar los pecados a través del mismo). Al verla, lo único que hace es exclamar ¡Aranza Zu!