Lo que más resalta la biografía de San Nicolás de Tolentino es su fidelidad y amistad leal demostrada hacia San Agustín de Hipona. Conoce todo el transitar sobre la vida de Nicolás de Tolentino en este complementado artículo muy valioso.
Biografía de San Nicolás de Tolentino
San Nicolás de Tolentino murió en Italia el 10 de septiembre de 1305. El santo fue producto de un feliz matrimonio, pero lleno de mucho sufrimiento al no poder concebir hijos. Nicolás fue fruto de ese amor, manifestando un milagro de Dios su llegada al mundo. La pareja deseaba poder continuar perpetrando su apellido, de la misma manera que salvaguardar su herencia.
Los padres de San Nicolás, en medio del pesimismo y de la desesperación, hicieron un viaje hacia la Basílica de San Nicolás de Bari para implorar la fertilidad. La biografía de San Nicolás de Tolentino relata que al año siguiente, nació de manera milagrosa el bebé que tanto anhelaron. El nombre de Nicolás se debe en medida, al santo con que encomendaron el favor. Fue una muestra de profundo agradecimiento.
Desde muy niño, fue retraído y aislado. También demostró un alto sentido de religiosidad, al encerrarse en su habitación para rezar. En este aspecto, Nicolás se parece a San Antonio Abad, quien estableció por primera vez la vida enemítica. La biografía de San Nicolás de Tolentino relata que el santo desde joven frecuentaba los santuarios y demás instituciones mocanales. Antes de ser fiel seguidor de Agustín de Hipona, mantuvo el interés por la filosofía del cura Reginaldo.
Las palabras de Reginaldo incentivaron a Nicolás de Tolentino para acercarse a la vida religiosa. Más adelante, solicitó ingresar como agustino, para aprender todo lo que podía obtener de Reginaldo. Una vez empapado de todo lo religioso, decidió tomar clases de teología en el seminario. Otro oficio que lo llenó de emoción fue otorgar limosnas a los más necesitados desde las puertas del seminario.
Sus obras
La biografía de San Nicolás de Tolentino define un hombre lleno de altruismo. Entre sus principales obras de caridad fueron donar parte de sus bienes a los pobres. Cuido y protegió a todos los enfermos que les fue asignado por parte de los agustinos. Hizo que un número considerable de ateos regresaran a la iglesia, a pedir perdón por las faltas cometidas en el nombre de Dios.
A menudo gustaba de leer el evangelio de San Mateo y San Lucas. En otras ocasiones se metía en problemas con sus superiores, ya que abusaba de las limosnas otorgadas a los pobres. La biografía de San Nicolás de Tolentono narra que el santo cayó enfermo por anemia, por causa de extensas horas de ayuno. Él alegó que con el acto de ayunar, se acercaría más al corazón misericordioso de Dios. (ver: el poder de la oración y ayuno).
Nicolás de Tolentino también concedió varios milagros a sus devotos. El más reconocido fue la presentación de un niño en estado de gravedad por sus padres. Nicolás, con su buena fe, decidió ayudar a la familia desesperada. El santo tomó con sus dos manos la cabeza del infante, la besó y dijo una corta frase “Dios te devolverá la salud”. A los pocos minutos, el niño ya estaba gozando de plena salud y vigor.
Durante el año 1270 logra materializar uno de sus principales sueños: ser sacerdote. En su misa inaugural, Nicolás otorgó un nuevo milagro, esta vez a una mujer invidente. El santo dijo las mismas palabras que ayudaron a sanar al niño enfermo. La fémina quedó más que agradecida de por vida al santo honorable en su ceremonia inaugural.
Devoción y tributo
Gracias a todos los mlagros cumplidos, obras y gestos de caridad, San Nicolás de Tolentino fue canonizado en 1445. Logró ser el primer agustino en obtener esta suprema distinción. Después de su muerte, su cuerpo no presentó signos de descomposición, hecho que conllevó a ser venerado con respectivas ceremonias en cuerpo presente.
Además de conseguir la canonización, se le adjudicó la protección de todas las ánimas que yacen en el purgatorio. El 10 de septiembre es su santoral, con motivo de su aniversario luctuoso. La biografía de San Nicolás de Tolentino ofrece un dato muy relevante, porque sus brazos fueron mutilados para trasladarlos a un relicario. En honor al santo, se edificó una basílica donde reposan sus restos hasta la fecha.
Nicolás es aclamado en muchos países de Latinoamérica, principalmente en Barranquilla (Colombia). La iglesia de San Nicolás de Tolentino fue la primera edificación religiosa construida en la mencionada ciudad. También es honrada en el departamento de Antioquia y en México. Muchos feligreses se aferran a él al momento de pedir por sus muertos.