Entender el significado etimológico de una palabra nos abre las puertas del conocimientos con respecto a ella y nos permite conocer un poco más acerca de la misma, en este artículo aprenderemos de donde viene la palabra catolico.
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¿Sabes de donde viene la palabra catolico?
La palabra católico (katholikos de katholou—a través de todo, es decir, universal) surge en los antiguos griegos, como muestra,
en Aristóteles y Polibio, y los ascendentes de la Iglesia la utilizaron desenvueltamente en lo que conseguimos citar su significado
primitivo y no eclesiástico.
Y hay respuesta para saber de donde viene la palabra catolico.
Así hallamos tales expresiones como “la resurrección católica” (San Justino Mártir), “la bondad
católica de Dios” (Tertuliano), “los cuatro vientos católicos” (San Ireneo), donde logramos ahora platicar de “la resurrección
general, “la bondad universal o absoluta de Dios”, “los cuatro vientos principales”, etc. Considera que en esta usanza la palabra
se contrapone a merikos (parcial) o idios (particular), y sin embargo perdura un patrón familiar de esta idea en la vieja frase
“Epístolas Católicas”, como empleado a las Epístolas de San Pedro, San Judas, etc., que estuvieron citadas así porque aparecían
orientadas no a colectividades regionales particulares, sino a la Iglesia entera.
Siempre es bueno saber de donde viene la palabra catolico, para darle un contexto a la misma.
Y entender el por qué de tantas interrogantes sin responder.
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Ahora que sabe su origen podemos adentrarnos un poco más en el desarrollo a través del tiempo de la misma.
El mensaje dice: “Dondequiera que esté el obispo, dejen que esté la gente, incluso como donde esté Jesús, ahí está la Iglesia universal [katholike].”
No obstante, en vista del argumento, predomina cierta discrepancia de juicio sobre la relación estrecha de la palabra en itálicas,
y Kattenbusch, el catedrático protestante de teología en Giessen, está dispuesto para descifrar la primera manifestación de la
expresión en el sentido de la “una y única” Iglesia.
A partir de este período en adelante encontramos el sentido experto del vocablo católico en acrecentamiento habitual tanto en
Oriente como en Occidente, hasta que a principios del siglo IV se considera que reemplazó casi totalmente al significado
ordinario y originario.
Católicos y protestantes
Efectivamente, “católico” rápidamente se tornó en muchos casos un simple apelativo, en otras frases, de la auténtica Iglesia
instituida por Cristo, tal cual como ahora platicamos continuamente de la Iglesia Ortodoxa o protestante.
Con todo, no puede haber vacilación que fue la disputa con los donatistas lo que dedujo primero externamente el sentido
teológico completo del adjetivo católico y lo concedió a los pedagógicos como una propiedad inquebrantable.
Sin embargo la afirmación en la “Santa Iglesia” fue circunscrita en la manera original del Credo papal, el vocablo católico, no
figura haber sido agregada al Credo por dondequiera en Occidente hasta el siglo IV.
Con todo, es viable que el Credo que prontamente publicó Dom Morin, sea de un período anterior. De igual manera la frase
“Creo en la Santa Iglesia Católica” surge en la escritura interpretada por Nicetas de Remesiana.
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Y es de allí de lo anteriormente escrito que podemos saber de donde viene la palabra catolico.
Relacionando el uso actual de esta palabra, Católica Romana es la calificación utilizada en los preceptos
reglamentarios de la Inglaterra protestante, pero católico es el que se emplea usualmente en el continente de Europa,
fundamentalmente en los países latinoamericanos.
Indubitablemente, los cronistas de todas las academias, por lo menos en regalo a la prontitud, continuamente
diferencian católico y protestante, sin ninguna valoración.
¿Y qué piensan los protestantes?
Por otra parte, los historiadores protestantes frecuentemente referían a sus contendientes escuetamente como “católicos”.
Por ejemplo notable es el “Pseudomártir” del Dr. John Donne, editado en 1610.
Asimismo, al menos en pro de la fugacidad, uno y otro han batallado tales cuestiones irritantes como “emancipación católica”
sin ningún estipulo apodo.
En referencia con este argumento, correspondemos emplazar la curiosidad a una sentencia anglicana frecuente personificada en una obra de reseña tan notoria como el “Diccionario Eclesiástico” de Hook (1854).
“Dejemos al miembro de la Iglesia de Inglaterra afirmar su derecho al nombre de católico, puesto que es la única persona en Inglaterra que tiene el derecho a tal nombre. El romanista inglés es un cismático romano y no un católico.”
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¿Cuál es la verdad? ¿Es realmente la Iglesia Católica la iglesia primitiva?
La Iglesia Católica Romana mantiene que su origen se halla en la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo cerca del año
30 de nuestra era.
La misma se pregona a sí misma como la Iglesia por la que murió Jesús, la que fue instituida y edificada por los apóstoles.
¿Es ese efectivamente el origen de la Iglesia Católica?
Por el contrario.
Incluso una ojeada ligera del Nuevo Testamento descubrirá que la Iglesia Católica no posee su principio en las instrucciones de
Jesús o de los apóstoles.
En el Nuevo Testamento, no hay evocación del papado, la devoción o fervor por María, las demandas a los santos en el cielo por
su mediación, la continuación papal, las leyes de la iglesia marchando como sacramentos, el bautismo de niños, la confesión de
pecados a un clérigo, el tormento del purgatorio, las tolerancias o llamadas indulgencias, o la potestad equivalente de las
prácticas laicas y la Escritura.
Es por eso que si el inicio de la Iglesia Católica no se halla en la doctrina de Jesús y de los apóstoles, como son reconocidas en el
Nuevo Testamento, entonces
¿De dónde viene la Iglesia Católica?
En el transcurso de los iniciales 280 años de la tradición cristiana, los cristianos fueron perseguidos y si fe y hasta la lectura de la
Biblia fue prohibida, por el imperio romano.
Constantino reconoció que con la gran prolongación del Imperio Romano, tan desigual y espontáneo, no todos consentirían a
dimitir a sus credos religiosos y adoptar el cristianismo en su lugar.
Así que Constantino consintió, y aún suscitó la “cristianización” de las creencias paganas.
Y así, dogmas totalmente idólatras y completamente anti bíblicas le proporcionaron nuevos paralelismos al “cristianismo”.
Como ejemplo tenemos los siguientes:
(1) Tenían el culto a Isis, una devoción de la madre-diosa egipcia.
(2) El Mitraísmo era una culto en el Imperio Romano del I hasta el V siglo d.C.
(3) Casi todos los emperadores romanos y ciudadano) eran enotistas.
(4) La superioridad del arzobispo romano o el papado, fue fundado con la asistencia de los emperadores romanos.
Demás está decir que así como estos cultos, en los cuales por razones de tiempo no ahondaremos, hay muchos otros.
Y todo esto lo hemos descubierto solamente conociendo de donde viene la palabra catolico.
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