Entre los cristianos es común asumir que quien no acepta ni apoya lo escrito en la Biblia, está en un error. Aseguran que lo que está en la “Sola Escritura” está inspirado en Dios. Esas doctrinas cristianas básicas son la plataforma de la fe Cristiana.
Doctrinas cristianas básicas
Las doctrinas establecidas en el Evangelio son escrituras dirigidas a hacer conocer la palabra de Dios y su fin es reforzar la fe y testimonio cristiano, así como enseñar la verdad de Cristo a los demás. Son muchas las doctrinas, más acá se detallarán algunas de ellas. (Ver artículo: Oraciones a Dios).
La Biblia
Esta es la sagrada escritura que revela las doctrinas esenciales y necesarias para la fe cristianas, entre las que destacan:
1) La deidad o divinidad de Cristo
2) La salvación es por gracia
3) La resurrección de Cristo
4) El Evangelio
5) El monoteísmo.
Existen algunas otras doctrinas esenciales que se consideran secundarias, como por ejemplo, la Trinidad. Pero, la Biblia establece como principales estas cinco nombradas. Por supuesto, los fieles y seguidores de otras denominaciones cristianas, tienen sus recelos y oposiciones a estas doctrinas.
La Trinidad
Está compuesta de tres personajes diferentes: Dios el Eterno Padre, Su Hijo Jesús (Jesucristo) y el Espíritu Santo. Tanto El Padre como el Hijo tienen cuerpos físicos, tangibles, de carne y hueso; el Espíritu Santo es un personaje de espíritu, no tiene cuerpo de carne y hueso, revela la verdad y santifica a quienes se bautizan y arrepienten .
Los tres son uno solo, unidos para hacer realidad el Plan de Salvación del Padre Celestial. Jesucristo es el hijo del Padre en el Espíritu y en la carne, es Jehová en el Antiguo Testamento y el Mesías en el Nuevo Testamento. (Ver artículo: Es Jehová y Jesús la misma persona)
El Plan de Salvación
El Dios Padre nos presentó un plan para poder ser como Él, para de esa manera alcanzar la inmortalidad y la vida eternal. Este se llama el Plan de Salvación, que está lleno de felicidad, redención y misericordia.
En él se establecen la creación, la caída, la expiación y todas las leyes, doctrinas y ordenanzas del Evangelio. Por medio de este plan podemos ser perfeccionados a través de la expiación, vivir para siempre, en gozo y en la presencia de Dios.
La Creación
Jesucristo fue el creador del cielo y la tierra, siguiendo las pautas del Padre. La creación de la tierra es parte esencial del Plan de Dios, para que pudiéramos tener un cuerpo físico, desarrollar atributos divinos y saber si somos capaces de saber usar los recursos que nos brinda, con juicio, sabiduría y gratitud. Primeramente creó a Adán y a su imagen y semejanza creó a Eva, así como a todos los seres humanos.
La Caída
Dios puso una prueba a Adán y Eva, mientras estaban en el Jardín del Edén. Que no comieran el fruto del árbol de la ciencia, del bien y el mal. Si lo hacían provocarían su muerte espiritual y física, entendiéndose la primera como la separación de la presencia de Dios y la segunda, como la separación del cuerpo y el espíritu.
Al transgredir la norma, Adán y Eva fueron expulsados de la presencia de Dios y se convirtieron en seres mortales. A esta violación del mandato de Dios se le llama La Caída.
Esta caída forma parte del Plan de Salvación de Dios y nos dio la oportunidad de nacer en la tierra y poder aprender y progresar.
La vida Pre-terrenal y Terrenal
Antes de existir en la tierra, nosotros estábamos con nuestro Padre Celestial, ya que somos sus hijos procreados como espíritus. En su presencia, participamos en un concilio junto a los demás hijos espirituales, allí nos presentó su Plan y Jesucristo se presentó como nuestro Salvador.
La vida terrenal, también llamada vida mortal, es el lapso de tiempo en el que nos preparamos para la vida eternal y de demostrar que haremos todo lo que el Señor ha mandado. Esta vida terrenal es para servir y amar al prójimo.
La vida después de la muerte
Al morir, nuestro espíritu entra en el mundo de los espíritus, en espera de la resurrección. A los justos se les recibe en el paraíso, un estado de felicidad.
Para los que no lo son, entran en una prisión espiritual, lugar temporal donde se les enseña el Evangelio y les dan oportunidad de arrepentirse, aceptando las ordenanzas de salvación que se realizan en los templos. Los fieles predicarán el Evangelio, por aquellos que están en esa prisión espiritual.
Los mandamientos
Leyes y requisitos que Dios da a toda la humanidad, son principios eternos para lograr la exaltación. Al cumplir Sus mandamientos, estamos demostrando el amor a Dios y por ello El Señor nos bendice. Los mandamientos más relevantes son:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente”, y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:36–39).
Doctrinas falsas
La Iglesia debe presentar un Evangelio sin manchas, el cual nos muestre el poder de nuestro Señor Jesucristo. Se han tergiversado muchas de las doctrinas, en beneficio de quien se encarga de predicarlas de manera errada o maléfica. Algunas de ellas se predican tal cual como si fueran bíblicas y no lo son, sobre todo en las Iglesias evangélicas.
“…el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica”. (Corintios 3: 6)
- Con este pasaje intentan decir que no se deben enfocar en estudiar la palabra de Dios. Igualmente exhortan a no visitar los institutos bíblicos pues el Espíritu enseña todo.
- El usar una oración para estar a salvo es otra costumbre mal adoptada. Pedro, cuando predicó y convenció a algunos por el Espíritu, les dijo a los que, compungidos, preguntaron cómo se podrían salvar: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.(Hechos 2:38).
- Muchos de estos falsos predicadores hacen una lista de demonios y los nombran en el púlpito para reprenderlos, acto que no está contemplado en la Palabra de Dios para nosotros. El deber de todos en la Iglesia es sólo glorificar a Dios, del Diablo se ocupará el Señor, tal como reza en Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
- Según la Biblia, Dios utilizó a José para interpretar los sueños, pero hay quienes sin tener ese don, han querido hacer ver que interpretan sueños, pero de manera equivocada. Practican, de algún modo, la hechicería, haciendo creer que si se sueña con algo específico, tiene un significado “X” y que todo es simbólico.
- Se han tergiversado algunos conceptos como decir que Dios solo ve nuestro corazón, por lo tanto, podemos vestir y actuar como queramos. No es así, Dios nos quiere ver en cuerpo y alma, todo nuestro ser. Por lo que hay que ser agradable a la vista de Dios.
Doctrina Social
Esta se refiere a un conjunto de principios referentes al contexto social, político y económico de la sociedad o humanidad, basados en el Evangelio. Tanto la Iglesia y el Catecismo de la Iglesia católica, la definen como un nuevo cuerpo doctrinal, que va acoplando la palabra de Dios revelada por Jesucristo, con la asistencia del Espíritu Santo, conjuntamente con los hechos que van aconteciendo en el transcurso de la historia.
Pío XI, en su encíclica Quadragesimo annonota, usó por primera vez tal expresión, citando a León XIII, pero reconociendo a su vez que la preocupación por los temas económicos y sociales es de larga data, anterior, inclusive, a la Rerum novarum.
Con el surgimiento de la Revolución Industrial, que trajo el desmedido crecimiento en las ciudades, se produjeron cambios y desigualdades sociales y económicas. Empezó a debatirse el problema de la justa relación entre trabajo y capital, originándose el dilema conocido como cuestión obrera.
Entre los principios de la doctrina social están:
Dignidad de la persona humana
Para lograr la justicia social hay que defender y promocionar la dignidad de las personas humanas, no solo para trascender, sino para honrar al Creador, teniendo una gran cuota de responsabilidad cada hombre y mujer, a medida que va transcurriendo la historia.
Bien común
Siempre estará orientado hacia el progreso de las personas: “el orden social y su progreso deben subordinarse al bien de las personas y no al contrario”. Se basa en la verdad, se edifique en la justicia y es vivificado por el amor.
Bienes y Propiedad privada
Toda persona, según Dios, debe tener acceso al nivel de bienestar necesario para su pleno y total desarrollo. Esto, según los diferentes contextos sociales y culturales presentados, no quiere decir que esté a disposición de todos. El uso de los bienes y de la tierra, debe ejecutarse de manera justa, equitativa y ordenada, según un precepto jurídico. Más no excluye el derecho a la propiedad privada.
Solidaridad
El mundo ha sufrido múltiples divisiones y perturbaciones a través de la historia. Esto aumenta la necesidad de lograr una interdepencia y una necesaria solidaridad que la asuma y la lleve al plano moral.
Los hombres, hoy día, se han dado mucha más cuenta de que pueden y deben construir un mundo juntos, para evitar una catástrofe que los afectará a todos. Este bien al cual aspiramos, se obtiene con el esfuerzo y voluntad de todos, sin excepción, renunciando al egoísmo y ambiciones personales.
Subsidiariedad
El matrimonio cristiano es un bien preciado que la Iglesia promueve, iluminada por la fe Cristiana. Enseña sobre su profundo significado y les anuncia el Evangelio como una “Buena nueva”, a todos los esposos y padres del mundo.
Participación social
Las personas deben gozar de igualdad fundamental, es el derecho de todos a participar en el proceso de desarrollo pleno.
Cultura y calidad de vida
El hombre para obtener una plenitud de vida, de participar en la misma vida de Dios. Es una vocación sobrenatural manifestada en la grandeza y valor de la vida humana, incluida en su fase temporal. La vida en el tiempo se entiende como una condición básica y parte integrante del proceso unitario de la vida humana.
En ese proceso, se ve iluminado por la promesa y renovado por el don de la vida divina, la que ayudará en la plena realización y la vida eterna.
Ley moral
Lo ideal es que exista una única verdad que guíe y oriente las acciones políticas, evitando así que las convicciones humanas sean supeditadas a los fines del poder. Para que una democracia no se convierta en un totalitarismo encubierto, debe estar apoyada y sustentada en valores, la historia nos ha mostrado que tan terrible puede ser.
Doctrinas de La Iglesia Evangélica
La Iglesia Evangélica sigue muchos puntos doctrinales, entre los más importantes, que pudieran resumir el credo de su fe, están:
Arrepentimiento y conversión de los pecados
El hombre debe reconocer que es un pecador, por tanto, está destituido de la Gloria de Dios y debe arrepentirse de corazón para nacer de nuevo, tal como lo dijo Jesús. Pedro, el apóstol, dijo ante una multitud que se arrepintieran de sus pecados y se convirtieran, para que vinieran, de la presencia del Señor, tiempos de refrigerios.
Nuevo nacimiento en Cristo
Aquel que esté en Cristo Jesús es una nueva criatura, implica que ya no es hijo del pecado y que es transformado en hijo de Dios. Por tal razón, es heredero del reino de los cielos, junto a Jesucristo.
La santificación
En este proceso son renovados, tal como dice el verso bíblico de Efesios 4:24. El Espíritu de Dios es quien santifica todo el ser, espíritu, cuerpo y alma, además de que nos mantiene irreprochables para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Para eso, todo Cristiano debe seguir la paz con todos y la santidad, de otro modo no verán al Señor. Debemos estar en paz con todos.
Bautismo tanto en agua como en Espíritu Santo
Hay iglesias que sólo tienen el bautismo en agua, los evangélicos también lo hacen en Espíritu Santo y Fuego.
El bautismo en agua
Las congregaciones, en su gran mayoría, creen que no deben bautizar a un nuevo creyente, si no ha pasado antes por un proceso de aprendizaje de la doctrina de dicha congregación. Alegan que no se les puede dar privilegios a los miembros que no estén capacitados para predicar o hablar desde un púlpito.
Esto ocurre por la confusión que ha generado el bautizar a una persona y reconocerlo automáticamente como miembro de la iglesia, grave error, ya que todo miembro está inscrito en el libro de la vida y es miembro del reino de los cielos.
Muchas de estas congregaciones evangélicas enseñan que si no estás bautizado no entras al reino de los cielos, pero debes pasar por varios meses aprendiendo las enseñanzas doctrinales, en sus talleres dispuestos para tal fin. Una persona puede ser bautizada en el mismo momento de su conversión, pero no lo califica para dar enseñanzas desde un púlpito.
El bautismo en el Espíritu Santo y Fuego
Se trata del bautizo que se hizo a nuestro Señor Jesucristo, por Juan el Bautista, quien declaró que después de éste vendría otro que bautizaba con Espíritu Santo y Fuego.
Estas y muchas otras doctrinas están vigentes en las Iglesias evangélicas, algunas de ellas aseguran que el arrebatamiento de la iglesia será justo antes de la gran tribulación, mientras que otras dicen que será a la mitad, tres años y medio después del inicio del reinado del diablo o Anticristo, a diferencia de éstos dos, hay quienes opinan que realmente será al final de los últimos tres años y medio.
Doctrina católica
Se llama Cuerpo de Doctrina a las enseñanzas de la Iglesia Católica, que son extraídas de la Biblia, con toda fidelidad, la cual es coherente y fiel a lo largo de muchos siglos.
Ésta no ha variado en más de dos mil años, pero sí ha evolucionado, incorporando nuevos elementos y conocimientos que aporta la ciencia. Se ha ido sincronizando y encajando en función a las nuevas circunstancias y al contexto social, político y cultural de las sociedades.
La doctrina católica es completa e integral. Ha enseñado desde principios de la humanidad a vivir de la verdad, las cuales propone en sus escrituras, que deben aplicar a su vida diaria, además de proporcionarle los medios para vivirla.
El dogma
Esta palabra ha sido rechazada en algunos grupos o círculos, sobre todo por no entenderla o comprenderla. Dogma se entiende como una verdad revelada por Dios, por lo que la Iglesia ha continuado usando para fomentar nuestra fe. Al igual que cualquier otra verdad científica, debe creerse en ella solo por el hecho de ser verdadera. La Iglesia no impone las verdades de la fe, simplemente las propone y las demuestra. (Ver artículo: Cuántos dogmas tiene la iglesia católica)
Moral
Dios quiere que todos los hombres sean salvados, pero el hombre puede aceptar o rechazar ese plan de Dios. La gracia es un don totalmente universal y gratuito. Por eso, Dios nos indicó desde el Antiguo Testamento, cómo se debe responder al llamado a la vida Divina.
La Iglesia transmite la ley de Dios a través de 10 mandamientos, que Dios nos dejó por medio de Moisés. No son imposiciones arbitrarias, sino todo lo contrario. El Papa Juan Pablo II en su encíclica “Veritatis Splendor” dice con toda claridad cómo la ley de Dios, es precisamente, la máxima garantía de la libertad del hombre.
Los mandamientos de la Iglesia
La Iglesia es “experta en humanidad” reza una frase de S.S. Paulo VI y por tanto, siendo madre y maestra, además de conocer la fragilidad humana, incorporó cinco mandamientos más al Decálogo, emanados del Evangelio aplicado a la vida del cristiano.
Asistir a misa entera los domingos y fiestas de guardar
Confesar por lo menos una vez al año por la cuaresma, si se está en peligro de muerte o, si estando en pecado grave, se quiere comulgar
Comulgar por pascua florida
Ayunar cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.
Buenas obras
La moral católica no consiste solamente en evitar el pecado, también en practicar buenas obras de cualquier índole, inspirados en la palabra de Dios. Entendiendo por buena obra, toda aquella acción que se hace con intención de agradar a Dios y las mismas pueden ser de tres clases:
Las que buscan la Gloria de Dios, entre ellas la eucaristía y/o la oración; las que van dirigidas a beneficiar al prójimo, conocidas como obras de misericordia y las que se hacen en beneficio propio, como adoptar una religión e instruirse en ella, cumplir con los sacramentos, entre otros.
En cuanto a la Misericordia, el Señor indica que la obra más excelsa es la de instruir en religión a los que nos rodean, ya que el conocimiento de Dios y su obra, facilitará el camino de todo lo demás. El Evangelio de San Mateo, el Señor, al describir el Juicio Final, hace ver que los hombres serán juzgados por su actitud ante los enfermos, los hambrientos, los prisioneros, etc…
Pagar diezmos y primicias
Siglos atrás, desde el Antiguo Testamento, los ministros del culto no tenían tierras propias y recibían de las otras tribus de Israel, una décima parte de sus animales y cosechas, aunada a los primeros frutos del año, los cuales se ofrecían a Dios. La Iglesia pide a sus fieles una cuota que corresponde a los ingresos de un día al año, para poder soportar los gastos en que incurren.
Credo
Hay dos versiones de El Credo en el catecismo de la Iglesia Católica, ambas aprobadas por el papa Juan Pablo II. Está el “Símbolo de los Apóstoles” y el “Credo de Nicea-Constantinopla“. La primera versión es la que adoptó la Iglesia y consta de 12 artículos.
Medios de santificación
Dios quiere divinizar la existencia del hombre a través de la Gracia Santificante, es decir, en la participación en su vida Divina. Para ello existen los mandamientos, tanto de la ley de Dios, como los agregados por la Iglesia, que indican el camino más idóneo y seguro para vivir en gracia de Dios.
Más el hombre es extremadamente frágil y a cada instante lo asaltan grandes tentaciones como el placer, la riqueza y el poder. Por eso Jesucristo nos dio los sacramentos para comunicarnos su vida Divina, los cuales son repetidos por la Iglesia, santificando a todas las generaciones de los fieles cristianos.
El bautismo es el primer sacramento que se recibe y a partir de ese momento la vida Divina está acompañando al hombre, que luego, con los demás sacramentos, conferirán la gracia, a su manera, con lo que se divinizará más la existencia. Con la confirmación esa gracia se robustece y se adquiere madurez Cristiana.
En la Sagrada Eucaristía se alimenta el alma, la cual, si no se alimenta, muere; a través de la Reconciliación se recupera la Gracia, en caso de haberla perdido por un pecado mortal; en los momentos de enfermedad o peligro de muerte, la Unción de los enfermos ayuda igualmente a aumentar la Gracia en los hombres, pero también le provee salud física al enfermo.
El matrimonio, producto del amor y la voluntad de formar una familia, santifica y diviniza el amor humano. Con el Orden Sagrado, el Señor confiere los poderes divinos del mismo Cristo.
La vida del hombre Cristiano debe ser eminentemente sacramental, ya que los sacramentos son los conductos ordinarios, mediante los cuales Dios diviniza el alma y se debe orientar la vida a la Gracia.
Otras devociones
Pero, aparte de los sacramentos, se encuentran otro tipo de apoyos espirituales. La Iglesia misma es uno de ellos, los cristianos se unen por la fe, a través de ella, no solo en su parroquia sino alrededor de todo el mundo. Todos los católicos se identifican inmediatamente, sin distingos de raza o idioma.
Imágenes
La Iglesia Católica siempre defendió el culto a los Santos a través de imágenes que los representen. No hay nada de malo en adornar las capillas o casas con el Señor, la Virgen o el Santo Patrono de su localidad y de su preferencia. Ellas recuerdan las múltiples misericordias que ha obrado Dios en el hombre, así como de nuestros ancestros y que ya gozan de su visión eterna.
El Cristiano debe aprovechar de seguir el año litúrgico, que la Iglesia presenta para hacernos llegar las verdades fundamentales de la religión e invita a seguir las huellas de los que vivieron en Gracia Divina, quienes son ahora los maestros e intercesores. Las Fiestas de la Santísima Virgen y Cielos Santos, son algunas de ellas.
Otras tradiciones y costumbres cristianas, llamadas también “religiosidad popular”, son otros medios para expresar la fe, las cuales son respetadas por la iglesia y las orienta hacia la vida sacramental.
Hay otras, sin embargo, que han perdido su tradición o esencia Cristiana, dejándose influir por otros ritos o creencias, totalmente opuestas al Evangelio. Eso ocurre por ignorancia religiosa, por eso es importante la Iglesia en los cristianos, para ayudar a conocer la Palabra y reforzar la fe.