Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, murió crucificado para salvar a los hombres del pecado y del poder del demonio. Predicó en la provincia romana de Judea en el siglo I, siendo esta prédica el antecedente de la fundación de la Iglesia Católica.
Origen y Fundación de la Iglesia Católica
Jesucristo fundó la Iglesia para continuar con su obra de salvación. Confió tanto su misión, como su Evangelio, autoridad y poderes divinos, para predicar, formar hombres y discípulos para hablar en su nombre y poder salvar a la humanidad. Según la historia, la Iglesia Católica o Cristiana Universal, es la única creada por Jesús y sus apóstoles y se ha mantenido por 21 siglos. (ver artículo: Caracterisitcas de la Iglesia Católica)
Su primer obispo, San Pedro apostol, quien fuera designado por Jesucristo para ser la cabeza de la iglesia, según el Nuevo Testamento y fuera martirizado por el emperador Nerón, en el año 67, hasta el Papa Francisco, han sido los representantes de Cristo en la tierra y sucesores legítimos de San Pedro.
Ellos son llamados Papas. A finales del siglo II estos obispos se congregaban en los sínodos regionales con el fin de resolver temas doctrinales y políticos. En el siglo III, se ocupó de problemas que otros obispos no podían resolver, asemejando de esa manera a un tribunal de apelaciones.
La Biblia habla de una Iglesia
San Pedro, luego de declarar a Cristo como el Hijo de Dios vivo, recibe de Jesús la siguiente respuesta: “Yo te digo que tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré MI IGLESIA, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
A ti te daré las llaves del reino de los cielos: todo lo que atares sobre la tierra, será atado en los cielos, y lo que desatares sobre la tierra, será desatado en los cielos” (Mateo 16, 17-19).
El Señor Jesucristo dice “Mi Iglesia”, no dice en ningún momento “Mis iglesias”. Pueden existir miles o millones de iglesias en el mundo entero, pero la iglesia es sólo Una.
Etapas de la Iglesia Católica
Luchando con toda clase de obstáculos, incluidas las persecuciones a las que fue sometida la iglesia, el cristianismo se pudo extender por todo el Imperio Romano. Gracias al emperador Constantino I en el 313 d.C., el cristianismo se legalizó y se convirtió, más adelante, en la religión oficial del Imperio Romano. (ver artículo: La iglesia católica y Constantino)
Imperio Romano de Occidente
El Emperador Teodosio I acabó con las luchas surgidas en la Iglesia Primitiva, cuando convirtió al cristianismo en religión oficial del Imperio romano, en el año 380 d.C. Esto se mantuvo hasta la caída del Imperio de Occidente y después con el Imperio de Oriente, hasta la caída de Constantinopla.
Los patriarcados o jurisdicciones dentro de la Iglesia Católica no fueron considerados durante ese período, estos eran: Patriarcado de Roma, Constantinopla, Antioquía, Jerusalén y Alejandría.
Cuando cayó el Imperio Romano de Occidente, la Iglesia fue clave en la preservación de la civilización clásica, a través de la fundación de monasterios y programas de misioneros que iban a convertir a los pueblos del norte de Europa.
Mientras que en Oriente, el imperio bizantino mantiene su ortodoxia, después de haber sido invadidos por los musulmanes en el siglo VII. Éstos devastaron tres de cinco patriarcados: primero Jerusalén, luego Alejandría y por último, en el siglo VIII, Antioquía.
Siglos X al XV
Las luchas entre el cristianismo y el Islam fueron las protagonistas de los siglos comprendidos entre el VIII al XIII. En el siglo XI se tensan las relaciones entre la Iglesia griega en el este y la iglesia latina en Occidente, debido a las desavenencias en cuanto a la autoridad papal, surgiendo el Cisma de Oriente y Occidente. (ver artículo: Quien es el obispo de Roma)
Cuando se suscitaron las Cruzadas y el saqueo de Constantinopla por parte de los cruzados renegados, se demostró la existencia de la brecha final. En 1521, por medio del liderazgo y la predicación del explorador portugués Fernando de Magallanes, se logró bautizar a los primeros católicos en el sudeste de Asia, Filipinas.
Los misioneros franciscanos llegaron a México al siguiente año, y trabajaron en la conversión de los indios, así como en ayudas para obtener su bienestar, estableciendo escuelas y hospitales. También los enseñaron a cultivar, tejer y hacer trabajos de alfarería.
El Papa Pablo III a través de la bula papal Veritas Ipsa o Sublimis Deus, en 1537, reconoció a los indios como personas con derecho al bautismo cristiano. Esto impulsó el esfuerzo y proceso de conversión, así se expandió el cristianismo en el suroeste de América del Norte.
Los indios nativos fueron definidos como hijos, recibiendo protección paternalista por parte de los sacerdotes, con algunos castigos corporales en repetidas ocasiones.
Iglesia del Renacimiento
Para Europa, el Renacimiento marcó un importante período de aprendizaje antiguo y clásico. Las catedrales e iglesias habían servido como libro de imágenes y galerías de arte para millares de personas sin educación.
El arte reflejado en los frescos, estatuas, pinturas y paneles contaban las historias de los santos y los personajes bíblicos. Fue la época de los grandes artistas como Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, entre otros, quienes crearon algunas de las obras de arte más famosas y reconocidas del mundo.
Siglo XVI. Reforma y Contrarreforma
Al movimiento religioso cristianismo protestante que se inició en Alemania se le conoce como Reforma protestante, o simplemente la Reforma. Este fue liderado en el siglo XVI por Martín Lutero, provocando un cisma en la Iglesia Católica que a su vez dio origen a numerosas iglesias, autoproclamadas como protestantes.
Esta reforma se originó por las críticas y propuestas que diversos pensadores y políticos europeos, además religiosos, plantearon con el fin de provocar un cambio profundo y general en las costumbres y tradiciones de la Iglesia Católica, así como negar la autoridad del Papa sobre toda la cristiandad.
Se conoció posteriormente con el nombre de Reforma Protestante, debido a la intención de reformar el catolicismo y retornar a un cristianismo primitivo. La Iglesia respondió a estos ataques con un proceso de reforma sustancial y de renovación que se conoció con el nombre de Contrarreforma.
Descubrimiento de nuevos mundos
En siglos posteriores, el catolicismo se extendió, por intermedio de misioneros y exploradores europeos, ampliamente en todo el mundo, América, Asia, África y Oceanía, superando la reducción del control cristiano en las poblaciones europeas, por el crecimiento del protestantismo y el escepticismo religioso antes y después de la Ilustración.
El papa Alejandro VI le otorgó derechos a España y Portugal, sobre la mayoría de las tierras recién descubiertas. Hubo una fuerte recriminación a la iglesia por parte del fraile dominico Antonio de Montesinos, quien se opuso al maltrato que se le daba a los nativos americanos y les dijo abiertamente:.. “usted está en pecado mortal… por la crueldad y la tiranía se utiliza en el tratamiento con estas personas inocentes”.
Se promulgaron las Leyes de Burgos y Valladolid en respuesta a estas acusaciones, por medio del rey Fernando. Algunos culparon a la iglesia por no hacer suficiente para liberar a los indios, pero otros alegan que la iglesia fue la única voz que se levantó en favor de los pueblos indígenas.
Esto originó una crisis de conciencia en ese siglo de descubrimientos americanos, hubo fuertes críticas y reflexiones filosóficas entre los teólogos católicos, quienes debatían la naturaleza de los derechos humanos y el derecho internacional moderno, que apenas nacía.
Inglaterra
Enrique VIII pidió la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón y esto fue origen de la reforma inglesa en la iglesia, pasó de ser un tema político a una disputa teológica. Se estableció así la Iglesia de Inglaterra, siendo disueltos unos 825 monasterios en todo el país, en Gales e Irlanda e igualmente muchas iglesias católicas confiscadas.
De igual manera Enrique VIII decretó el Acta de Supremacía en el año 1534, que le daba la autoridad máxima en la Iglesia de Inglaterra. No hubo modificaciones doctrinales ni litúrgicas bajo su gobierno, pero sí se prohibió a los obispos y sacerdotes tener relación alguna con la Curia Romana.
Además expropiaron los bienes excedentes de la Iglesia Católica, para ser agregados a la Corona Real. Al morir el rey en 1547, todos esos monasterios, conventos de monjas y santuarios fueron destruidos y/o disueltos.
Lo sucedió su hijo Eduardo con el nombre de Eduardo VI, quien contaba con apenas 9 años de edad. Durante su mandato se produjeron los primeros avances efectivos de la reforma de la Iglesia de Inglaterra, redactándose el primer Libro de Oración Común, con ayuda del arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer.
Hubo cambios menores en la doctrina y en la manera de celebrar la misa, este libro se considera como la primera expresión concreta de la reforma de la Iglesia en Inglaterra.
Rescate del catolicismo
Murió Eduardo VI a la edad de 15 años y dejó como sucesora a Jane Grey, pero gobernó sólo por unos días desde julio de 1553. Hubo conflictos y guerras de sucesión que ganó María I de Inglaterra, con apoyo de la mayoría. Ella abrogó las reformas religiosas que se iniciaron en el gobierno de Eduardo VI y sometió a consideración nuevamente ante la jurisdicción papal en noviembre de 1554.
Fue restablecido el catolicismo, suprimiendo el Acta de Supremacía y el Libro de Oración Común y nombraron nuevos obispos. Persiguieron a los partidarios de la independencia de la iglesia de Inglaterra, quienes eran llamados anglicanos y algunos murieron en la hoguera.