Santa Sara Kali es popularmente conocida por ser la benefactora o custodia de todos los gitanos. Entre sus principales seudónimos que manejan sus feligreses, se encuentra el de Santa Sara La Negra. Entérate de todo lo que rodea a esta santa, cuya devoción es bastante antigua.
Historia de Santa Sara Kali
Santa Sara Kali no se encuentra inscrita en el martirologio romano. Hasta cierto punto, la devoción por La Negra es aceptada por la iglesia católica, debido a difusión y culto por parte de sus simpatizantes. Se desconocen muchos datos sobre Santa Sara Kali, pero si un poco sobre la antiguedad de su culto. Aparentemente, a Sara se le atribuye relación con las diosas de la fertilidad.
Una de las razones por las cuales la iglesia católica no acepta a Santa Sara Kali en el libro de los santos es por asociar su devoción a la cultura pagana. Cabe mencionar que San Dimas tampoco fue cobijado por la santa sede por sus actos delictivos, que aunque fueron por causas justas, no son vistos con buenos ojos. El principal rasgo de Santa Sara es su color de piel, ya que es totalmente negra.
Los gitanos la denominan como la princesa negra, la mágna negra. Cuenta la leyenda que Sara llegó hasta Francia, en un remo con dirección desde las costas egipcias. El bote en que partió la santa no contaba con remos, sino con la ayuda del viento, que la llevaron a puerto seguro. Algunos historiadores asocian la presencia de Sara como la hija perdida de María Magdalena junto a Jesús, gracias en parte a su nombre de etomología hebrea.
Leyenda de Santa Sara Kali
Santa Sara Kali estuvo bajo el mando de una familia acaudalada, de orígen egipcio. Debido a su color de piel, Sara deambuló de reino en reino para ofrecer sus servicios de sirvienta. Ella junto a la familia con la que permaneció trabajando, se vieron en la necesidad de huir de Palestino a raíz de la muerte de Jesús (ver: de qué murió Jesús y por qué lo hizo). Su huída fue por barco, hasta que llegaron a un puerto francés. La santa y el resto de la tripulación comenzaron de nuevo en dicho país.
Santa Sara Kali se asocia a la Edad Media como la princesa negra, protectora de los gitanos. Este patronazgo se atribuye debido a que Sara para ganarse la vida en Francia, se mantuvo como limosnera y predicando el futuro a los hombres.
Día de Santa Sara Kali
El día o santoral de Santa Sara Kali corresponde al 24 de mayo. Este día se atribuye con el motivo de su llegada a Francia en barco. Sara de Kali huyó junto a sus patrones gracias a la persecución cristiana que se vivió en esa época (ver: cómo murieron los primeros cristianos).
De Santa Sara se desconoce por completo quiénes fueron sus padres. Diversos teólogos encargados de su estudio, afirman que la santa es hija de gitanos trabajadores en Egipto. Sara fue una mujer muy sagaz e intuitiva, en parte por su don de conocer los poderes de magia. La santa luego de haber aterrizado en Francia, se convirtió en una de las mejores amigas de María Magdalena y juntas contemplaron el mal cada vez que podían.
Entre otros poderes que tuvo Santa Sara fue el de visualizar el futuro. Ella ayudó a anunciar fatalidades o accidentes a las personas para tomar precauciones. Fue muy leal a todos sus patrones, a quienes defendió con vehemencia, por ende decidió acompañarlos en su travesía hasta Francia.
Oración a Santa Sara Kali
Si apoyas en buena manera a Santa Sara Kali, entonces debes homenajearla con una oración. Para que la santa te escuche, la fe debe estar lo suficientemente enaltecida (ver: oración de fe).
Oh Santa Sara. Mágica eres por siempre, Santa Sara. Bondadosa patrona de todos los gitanos. En este hermoso día te declaro mi afecto y honorabilidad. Bendice por siempre mi camino, para que el vicio y la maldad no me envuelvan. Auxilia y protege a todos tus hermanos gitanos, para que sigan desempeñando el don de la premonición con orgullo.
Grande eres por siempre, divina Sara. Reina de Francia y de la comunidad egipcia. Socorre a todos los viajeros que desean embargar hacia nuevas rutas. Vigila cada paso que dan los peregrinos para elevar sus oraciones en otros territorios. Alcanza de tus dones a cada uno de tus feligreses, quienes declaman amor y decoro frente a su santa imagen. Escucha con firme atención de esta majestuosa oración. Amén.