Santa Irene, o Irene de Tesalónica es una mártir nacida en Macedonia. Forma parte del martirologio romano, en que se inscriben otras mártires del cristianismo como Santa Valeria. Conoce más sobre esta santa que no renegó de su fe.
Biografía e historia de Santa Irene
Santa Irene nació en Aquilea, Italia durante el siglo III. Fue hermana de Santa Ágape y de Santa Quionia. Ambas hermanas también fueron martirizadas en nombre del emperador Diocesano.
Irene se caracterizó por ser una mujer muy bella y carismática. Por esta razón, su padre la mantiene oculta frente a los ojos del mundo, él quería que su hija fuese cristiana, a pesar de las prohibiciones y estigmas de la época. A Santa Irene le descubrieron una Biblia oculta en su habitación, hecho que la hizo compadecer frente a Diocesano para darle una explicación de tan desagradable hecho frente a sus ojos.
Santa Irene en primera instancia negó que La Biblia fuese suya, aunque la presión del interrogatorio del Diocesano la hizo confesar. El emperador estuvo dispuesto a perdonar a Irene de su ofensa al adular la fe cristiana, con la condición de adorarlo a él para siempre. Santa Irene se negó inmediatamente, porque para ella sólo existe un Dios. Ella replica que al adorar a un Dios que no es el Altísimo, corría el riesgo de ir al infierno.
Diocesano le pregunta a la santa sobre quién le aconsejó mantener oculta La Biblia, ella contesta que nadie, símplemente la vida cristiana era su proceder en la vida. El emperador señala reiteradamente que las sagradas escrituras estaban prohibidas.
El emperador se ensañó contra Santa Irene. El martirio que diseñó para ella fue mucho peor que el impuesto sobre sus hermanas. La pena de muerte estaba dictada, por esconder La Bíblia en su habitación.
Vida de Santa Irene
Santa Irene a pesar de ser martirizada, nunca perdió su ímpetud ni su fe cristiana. Su mayor condena fue ocultar el libro sagrado en su habitación. Los estatutos de Diocesano fueron muy claros: la no circulación de La Bíblia en la provincia ni profesar la fe divina. Sus hermanas también padecieron ante el emperador, aunque sus castigos fueron menos severos.
Santa Irene fue llevada a la fuerza a un prostíbulo para ser el centro de atención de los hombres. La santa siempre se mantuvo virgen, a pesar de su belleza no tuvo pretendiente alguno. Permaneció día y noche vigilada por unos guardias. Como Dios siempre protegió a Santa Irene de los hombres que intentaron aprovecharse de ella, Diocesano ordenó su muerte.
Las epístolas señalan que la muerte de Santa Irene fue en la hoguera, quemada viva. Ella misma se lanzó a las llamas, porque quería alcanzar el pasaje celestial. Su primer pensamiento fue que obtendría la vida eterna que tanto anhelaba. Otras actas manifiestan que Irene falleció al serle atravesada una flecha por la garganta.
Santa Irene al igual que Santa Bárbara bendita, fueron mujeres que prefirieron morir antes de renunciar a su cristiandad. Irene también se mostró complacida ante sus lecturas de los Evangelios Sagrados. Su vida hace reflexionar sobre el valor que posee La Biblia en el mundo cristiano y que muchos no ven.
Fecha de Santa Irene
Aparentemente la primera celebración en honor a Santa Irene ocurrió en Constantinopla en el siglo V. En dichas tierras gobernó en algún momento Constantino, hijo de Santa Helena de Constantinopla. El emperador Marciano fue patrocinador de su primera fiesta.
El emperador ordenó la edificación de una capilla en honor a la santa. En ella todos los feligreses se reúnen el 5 de abril, día de su santoral para rendir tributo a la virginal santa que no renegó de Dios en ningún momento de su vida. El sinaxario bizantino señala con exactitud que la fiesta de Santa Irene se llevó a cabo el 4 de mayo, posteriormente fue removida con un mes de anterioridad, para el 5 de abril.
En Santa Irene los devotos hallaban la paz, debido a que la hermosa mujer siempre mantuvo un temple tranquilo y sereno, hasta en su momento de martirio.
Oración a Santa Irene
Santa Irene cuenta con un número considerable de devotos. Por ello es fundamental que conozcas su oración poderosa, sin olvidar que existen otras plegarias importantes como la oración a la virgen de Chapi, muy buena en casos diferentes.
-Oh Benigna Santa Irene, máxima defensora de las sagradas escrituras, demuestro mi admiración por ti con esta majestuosa oración. Te pido tu intercesión y la de Dios Todopoderoso para lograr conseguir la paz, en estos momentos de aflicción en mi vida. Auxiliame en el difícil momento que me ocupa. Dame la sabiduría necesaria para salir de este trance. Se mi brújula en este complicado transitar de la vida. Por los siglos de los siglos. Amén.
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