La Hermandad de San Benito es una cofradía muy valiosa que se encuentra bajo el resguardo de Andalucía, en Sevilla. El retablo contiene la imagen predilecta del gran San Benito Abad. Esta imagen es conducida a través de una multitudinaria caravana. Conoce detalles al respecto aquí.
Historia de la Hermandad de San Benito
La aparición de la Hermandad de San Benito se dio lugar en el siglo XVI. Fernando de Valdés y Salas tuvo mucho que ver para que la cofradía fuese trasladada hasta el Monasterio de San Benito ubicada en la importante ciudad de Sevilla. Cabe mencionar que en la misma tierra es adorada otras advocaciones marianas, como la virgen de la Candelaria cada 2 o 3 de febrero.
Antes de ser denominada la cofradía como Hermandad de San Benito, tuvo que afrontar otros nombres transitorios. Por ejemplo, en alguna oportunidad se llegó a conocer como Hermandad del Santísimo Sacramento, Hermandad del Nazareno y otros nombres hasta conocerse hasta el día de hoy como San Benito. En la misma iglesia, el devoto también puede observar la medalla de San Benito, que es muy poderosa.
La Hermandad de San Benito tomó importancia a raíz de las festividades de la Semana Mayor. En algún momento, la imagen sagrada reposaba en la Iglesia de Santa Ana cada vez que transcurría el jueves santo. Muchos devotos se acercaron al recinto para elevar oraciones durante una hora entera. En el año de 1634, la Hermandad de San Benito cambia de sede hasta llegar a la iglesia de San Benito ubicada en Sevilla.
En ese mismo año, la virgen de Encarnación pasa a formar parte de la antigua Basílica de Santa Ana. A pesar que estas fechas son gran referencia en el contexto de la cofradía, no es hasta 1845 cuando se ejecuta la primera procesión solemne con la hermandad. Testigos aseguraron que en ese año se trasladaron miles de turistas para acompañar en el camino a la majestuosa Hermandad de San Benito. Tal concurrencia llevó a todos los feligreses atravesar todo el manantial de Guadaquivir.
Modificaciones en la Hermandad de San Benito
Gracias a los distindos enfrentamientos que sufrió la ciudad de Sevilla, la Hermandad de San Bento se vio severamente afectada. Tanto Francisco Jiménez como Francisco Vega, se encargaron de reconstruir lo deteriorado. Posteriormente, la cofradía se perdió durante un paseo en la Iglesia de la Purificación. Más tarde, nuevamente elretablo sufre las consecuencias de un grupo enardecido de ateos, que fueron capaces de incendiar el lugar de resguardo.
A pesar de todos los episodios de infortunio que sufrió la cofradía, los devotos decidieron iniciar los trámites de remodelación. Ahora en adelante, la fiesta mayor pasó d celebrarse los jueves santos, para efectuarse los martes de semana santa. Una de las primeras impresiones que refleja la Hermandad de San Benito, es su presentación en el pueblo. La primera imagen de Cristo fue tallada por Antonio Lastrucci.
La segunda iconografía muestra a Jesucristo en la sangre. Francisco Balza fue el encargado de dar vida a la segunda parte de la cofradía. Mientras que la última y tercera imagen, refiere a la virgen de la Encarnación, cuyo autor material se desconoce.
Representaciones de la Hermandad de San Benito
En la primera imagen, remite cómo Jesús fue torturado por órdenes de Pilatos hasta su lecho de muerte (ver: de qué murió Jesucristo). Cristo se mantuvo rodeado por los centinelas del terrible Pilatos. En la Hermandad de San Benito se observan látigos y sogas con los que fue sometido el hijo de Dios. En especial, uno de los guardias aparece con la lanza en una de sus manos y la trompeta en la otra.
Toda esta representación la plasmó Lastrucci en el año 1928. Su vasto conocimiento lo llevó hasta el ingenio de recrear la escena en base de madera policromada. La imagen de Cristo en la sangre es la más ambiciosa en cuanto manufactura. La misma fue creada sobre la base de manera pino. Es el segmento que posee candelabros, que permiten iluminar el resto de la Hermandad de San Benito. En la parte inferior se obvervan otros personajes benedictinos que resguardan.
El resto de la cofradía con Cristo en la sangre, está rodeada de múltiples ángeles y arcángeles como custodios. Finalmente, la virgen de la Encarnación fue una obra inspirada en el marfil y la seda. Su vestimenta estuvo confeccionada del más fino tercipelo. También posee candelabros que permiten iluminar el busto de la virgen. Aunque esta representación no cuenta con tantos ángeles, si posee la presencia del Ángel de la Guarda, la dulce compañía.
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