En el articulo de hoy ahondaremos en el tema de que concilio respondio a la reforma protestante, cuando los mismos comenzaron a levantarse por motivo de que la Iglesia Católica estaba vendiendo las indulgencias y cometiendo otras transgresiones
.
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Conoce que concilio respondio a la reforma protestante: Trento
El Concilio de Trento gozó de un específico valor en el senda del Medioevo a la Edad Moderna.
Consistió en un conclave universal, lo que significa que fue una confluencia de los importantes cargos
de la Iglesia para abarcar asuntos eclesiásticos y que fue citado por el aquel entonces Papa y que
implicaba a toda la cristiandad.
Específicamente lo citó el Papa Paulo III, no sólo para poder dar respuestas a la Reforma protestante
sino asimismo para establecer el afirmación católica tras al oprobio y a la crisis en la que se
encontraba la Iglesia católica durante el siglo XVI.
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Aprendamos que concilio respondio a la reforma protestante.
El Concilio se desenvolvió entre los años 1545 y 1563, aunque no se realizó de manera consecutiva,
pues hubo varias paralizaciones, lo que accede a fraccionarlo en estos tres períodos:
De 1545 a 1547
Se principia el Concilio, en donde a pesar que había una gran mayoría italiana, habían asimismo personas
españolas y la misma tuvo que ser suspendida, debido a un brote de peste.
De 1551 a 1552
Con Julio III. En este momento se recalca la nutrida asistencia alemana. Carlos V soporta la felonía de su
cofrade Mauricio de Sajonia, que se acuerda con los protestantes y acomete al emperador en Innsbruck,
por lo que una vez más se paraliza la comité conciliar.
De 1562 a 1563
Con Pío IV. En esta parte del concilio no existe una delegación alemana ni reformista y se logran concluir
todos los temas que debían ser tratados en los mismos.
Como sabemos, en este Concilio existían dos posiciones que se estaban enfrentando y que eran, la que estaba
proponiendo una aptitud de conciliación entre la Iglesia católica y los llamados protestantes para de esta manera
poder llegar a un consenso y otra postura que era mucho más intransigente y al final fue la que ganó en aquel entonces.
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Los fundamentos finiquitados, a pesar de no ser nada nuevos, sí se perfeccionaron y explicaron con
relación a tergiversaciones primeras, contribuyendo con una inmensa unidad en lo referente a la
creencia católica y enfrentándose a las opiniones protestantes, con lo que el Concilio trascendió con el
rompimiento concluyente de ambas directrices.
Unos de los credos o providencias a emplear fueron:
Que la representación de la salvación sería concebida tanto por la fe que la persona tenga, como por las obras que ella realice.
Se quedó en que habría una mayor enmienda del clero.
La deferencia de la presencia existente de Cristo en la comunión de la Eucaristía.
Registro de la monopolio de los altos oficios en la rango eclesiástico.
Inspección de las tolerancias o indulgencias en menoscabo de su arbitrariedad.
Se escogió a la Vulgata de San Jerónimo como tratado representativo de la Biblia.
Que la interpretación de las Sagradas Escrituras estaba guardada solamente a la Iglesia católica.
Categorización de los ritos litúrgicos.
Devoción tanto a la Virgen como a los santos.
Instauración de escuelas diocesanas.
Creación de los registros en las parroquias.
Se creó la Contrarreforma
Ahora que sabemos que concilio respondio a la reforma protestante, podemos entenderlo mejor.
La Contrarreforma católica
El concilio de Trento terminó con victoria, en muy espinosas situaciones, la dupla de de diseñar con consistencia
las líneas de la justiciera disciplina católica y colocar los principios de una transformación consistente, insondable
y perpetua de las fundaciones de la Iglesia.
La propagación de las doctrinas reformistas y los bríos de los católicos por aplacar su esparcimiento establecieron
un gran desconcierto no sólo dogmático, sino igualmente social y gubernativo en todos los creyentes europeos.
La potencia alemana, separada en profusas soberanías, feudos y diócesis, apremiaba con subsistir inapreciable a escombros.
En Francia, el calvinismo aparecía para empujar a todo el país, y reventaron sanguinolentas beligerancias religiosas.
En Inglaterra se había sido perdida para Roma. También en Escocia dominó el partido calvinista. Tenían ceñido el
luteranismo parte del norte de Alemania y muchos de los países escandinavos.
Encontramos entonces a Polonia, Hungría y Bohemia que vivían deterioradas por corrientes protestantes.
Los recovecos suizos se sucedían divididos en bandos incompatibles. Inclusive en las dos fortificaciones del
catolicismo, en los istmos Itálica e Ibérica, existían ambientes que concordaban con la Reforma.
Y todo esto ocurrió en un instante en que el mando turco lograba la cúspide de su poder y sus
milicias adelantaban inaguantables por la concavidad del Mediterráneo oriental y de Europa Central.
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Entendiendo que concilio respondio a la reforma protestante, podemos entender con
claridad el por qué de los cambios realizados por la Iglesia Caólica en aquel entonces para mejorarse
así misma.
Para impedir el derrumbe de la cristiandad era forzoso reparar la unidad, y el ideal contexto efectivo era la
conmemoración de un concilio. Y aunque era la respuesta que se esperaba, y la tardanza que concluir el mismo,
por las constantes demoras e interrupciones del mismo a través de los años y el mismo solamente pudo convocarse
hasta 1545, esto quiere decir, que se celebró casi treinta años posteriormente de los iniciales magnos estampidas de la rebelión.
Aunque ellos estaban sabiendo de la necesidad, pensaban que la misma representación del concilio producía recelos.
Los papas pensaban y temían que su invitación recalcara aún más las propensiones conciliarías y
disminuyera la potestad papal. Los soberanos protestantes de Alemania y el soberano rey de Francia
temían que se agrandara el dominio y la autoridad del emperador.
Ahora que sabemos que concilio respondio a la reforma protestante y que fue el de Trento, podemos
darnos cuenta que los protestante ganaron mucho terreno en aquel tiempo, debido a la pasividad y
temores de los papas de aquel entonces.
Finalmente, con la paz de Crespy en el año 1544 que fue firmada entre el emperador Carlos V y el soberano
de Francia, el papa Francisco I, logró fundar la templanza imperceptible de ayuda que necesitaban para citar
el gran congreso. El comienzo tuvo parte como lo dijimos anteriormente en la urbe italiana de Trento el 13 de diciembre de 1545.
