San Jerónimo fue uno de los máximos pupilos del Papa Dámaso. Escribió La vulgata, una traducción en latín de las sagradas escrituras. Conoce la vida y obra de este santo, considerado como el patrono de la Santa Iglesia.
Biografía de San Jerónimo
San Jerónimo nació en un pueblo llamado Estridón, perteneciente al Departamento de Dalmacia y posteriormente derrivado por los Godos a finales del siglo III. No se sabe con exactitud una fecha exacta de nacimiento, sin embargo se contextualiza como anterior a la muerte del emperador Juliano, quien se encargó de profanar los restos de San Juan Bautista.
Sus padres pertenecieron a la clase media alta, contando con una fortuna modesta. Consagró su trabajo en la traducción y la teología, haciendo énfasis en el estudio de La Biblia. Fue condecorado como el mejor traductor para la época y quizá sirvió de ejemplo para que otros estudiosos volcaran su interés en develar los misterios de las sagradas escrituras.
A los 12 años de edad se marchó a Roma con su mejor amigo, con el propósito de emprender estudios de astronomía, gramática y de literatura, contando con el beneficio de ver asignaturas con el gran maestro Elio Donato. De él aprendió lo esencial para convertirse en el mejor latinista y conocedor de la lengua griega. No obstante, sus conocimientos sobre La Biblia y otras escrituras fue escaso en principio.
San Jerónimo dedicó horas enteras leyendo a autores latinos de la talla de Cicerón, Virgilio y Horacio, siendo el primero su mayor influencia en la cultura latina; por otro lado, también su enriquecimiento intelectual se debió a Homero y Platón, dentro de los autores griegos.
El gran San Jerónimo fue espectador frecuente del teatro y del circo en roma. Realizó estudios de retórica y literatura griega junto a Bonosus. En Tréveris tomó muy en serio sus estudios de teología, cuyo motor principal fue analizar los Salmos de Hilario de Poitiers. Ya en su viaje a esta comunidad, decidió romper sus lazos familiares para entregarse fírmemente a los designios de Dios y de servir al cristianismo.
San Jerónimo no estuvo exento de caer enfermo de gravedad y de perder algunas amistades por la misma causa. En el año 374 tuvo una fuerte recaída, en la cual experimentó muchos delirios. En uno de ellos, sueña con tener que dejar sus estudios para dedicar su tiempo completo al servicio de Dios. Gracias a ello, renuncia a su oficio de estudiante para enfocarse de lleno al análisis y traducción de La Biblia.
San Jerónimo sintió que debía cumplir una penitencia para redimir sus pecados, a causa de ello, se interna en el desierto de Antioquia. En diversas ocasiones tuvo que vencer su propia soberbia, orgulloso y mal carácter para servir completamente al Altísimo. Poco a poco descubrió que la soledad en el desierto no era la salida correcta, puesto que volvió a recaer y no obtenía la paz que tanto buscaba.
Retomó sus estudios teológicos para revisar con detenimiento el Evangelio de los hebreos, que deviene a través de la fuente del evangelio de San Mateo. Demuestra sus conocimientos de crítica literaria al opinar sobre este escrito y el Antiguo Testamento. En el año 379 fue designado como Obispo de Paulino de Antioquia. Tiempo después, marchó a Constantinopla para seguir estudiando los misterios de La Biblia.
Es con su maestro Gregorio cuando aprende a traducir linealmente La Biblia; este hecho provocó múltiples querellas con el Concilio de Nicea. Además de traducir, estableció distintas comparaciones entre las diferentes versiones del texto. En 382 regresa a Roma de manera fortuita, al ser designado como Obispo de Italia gracias a la enfermedad de San Ambrosio.
El Papa Damaso I se interesó por la eficacia con la que San Jerónimo desempeñó el cargo hasta nombrarlo su secretario particular. El santo se ofreció a redactar las epístolas que éste debía enviar. Se encargó de traducir La Biblia que yacía en el Vaticano para que todos los ciudadanos de la lengua hebrea conocieran su contenido. Esta traducción fue conocida como Vulgata.
San Jerónimo fungió como maestro espiritual para un grupo de mujeres de la clase alta o a las damas de la congregación romana. Adentró a las féminas hacia el estudio de las sagradas escrituras. Tuvo la dicha de compartir con Paula de Roma, quien era la madre de su amigo Eustoquio. San Jerónimo inculcó en una sociedad la necesidad de abandonar la vanidad y realizar obras de caridad.
No todo fue fácil para San Jerónimo en el adoctrinamiento de las mujeres, ya que fue acusado por el clero romano como difamador. El santo se defiende al refutar que su relación con Paula de Roma sirvió para esclarecer el trabajo de la Vulgata. San Jerónimo ayudó a Dámaso I a organizar una antología de libros canónicos referentes al Nuevo y Antiguo Testamento, la colección se denominó Decreto de Dámaso.
Más adelante, el Papa ordena a San Jerónimo hacer una nueva traducción de La Biblia, que contuvieran todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, para así establecer distinciones con la otra versión de las sagradas escrituras que circuló por mucho tiempo en Occidente.
A la edad de 46 años, San Jerónimo fue ascendido a sacerdote por su gran trabajo y eficacia a la hora de enmendar los caminos de la sociedad. Sin embargo, las envidias y la codicia lo persiguieron cuando su protector Dámaso I falleció. Las calumnias hacia el santo se hicieron más fuertes, al igual que su rechazo por su manera rígida de dirigir la diócesis. No tuvo otro remedio que marcharse a Tierra Santa para conseguir la paz que en Roma no obtuvo.
Sus últimos años de vida los pasó recluído en una cueva en Belén, junto a Paula y Eustoquio. Ellos junto algunas de las mujeres a quienes adoctrinó se enfocaron en predicar la palabra de Dios. Entre todos construyeron un convento para ayudar a las niñas desamparadas. Más adelante, edificaron un monasterio, en el cual San Jerónimo se dedicaba al trabajo de los hombres; y Paula, al de las mujeres.
San Jerónimo finalmente muere el 30 de septiembre de 420 a causa de una fuerte recaída en su salud. El 30 de septiembre se adjudica como el día de todos los traductores.
Historia de San Jerónimo
San Jerónimo nació en un pueblo llamado Estridón, perteneciente al Departamento de Dalmacia y posteriormente derrivado por los Godos a finales del siglo III.
Fue condecorado como el mejor traductor para la época y quizá sirvió de ejemplo para que otros estudiosos volcaran su interés en develar los misterios de las sagradas escrituras.
A los 12 años de edad se marchó a Roma con su mejor amigo, con el propósito de emprender estudios de astronomía, gramática y de literatura, contando con el beneficio de ver asignaturas con el gran maestro Elio Donato. De él aprendió lo esencial para convertirse en el mejor latinista y conocedor de la lengua griega. No obstante, sus conocimientos sobre La Biblia y otras escrituras fue escaso en principio.
San Jerónimo dedicó horas enteras leyendo a autores latinos de la talla de Cicerón, Virgilio y Horacio, siendo el primero su mayor influencia en la cultura latina; por otro lado, también su enriquecimiento intelectual se debió a Homero y Platón, dentro de los autores griegos.
El gran San Jerónimo fue espectador frecuente del teatro y del circo en roma. Realizó estudios de retórica y literatura griega junto a Bonosus. En Tréveris tomó muy en serio sus estudios de teología, cuyo motor principal fue analizar los Salmos de Hilario de Poitiers. Ya en su viaje a esta comunidad, decidió romper sus lazos familiares para entregarse fírmemente a los designios de Dios y de servir al cristianismo.
En el año 374 tuvo una fuerte recaída, en la cual experimentó muchos delirios. En uno de ellos, sueña con tener que dejar sus estudios para dedicar su tiempo completo al servicio de Dios. Gracias a ello, renuncia a su oficio de estudiante para enfocarse de lleno al análisis y traducción de La Biblia.
San Jerónimo sintió que debía cumplir una penitencia para redimir sus pecados, a causa de ello, se interna en el desierto de Antioquia. En diversas ocasiones tuvo que vencer su propia soberbia, orgulloso y mal carácter para servir completamente al Altísimo. Poco a poco descubrió que la soledad en el desierto no era la salida correcta, puesto que volvió a recaer y no obtenía la paz que tanto buscaba.
El Papa Damaso I se interesó por la eficacia con la que San Jerónimo desempeñó el cargo hasta nombrarlo su secretario particular. El santo se ofreció a redactar las epístolas que éste debía enviar. Se encargó de traducir La Biblia que yacía en el Vaticano para que todos los ciudadanos de la lengua hebrea conocieran su contenido. Esta traducción fue conocida como Vulgata.
¿Qué significa San Jerónimo?
El término “Jerónimo” significa el que tiene un nombre sagrado o el sagrado nombre. San Jerónimo no logró ser bautizado, sin embargo, fue adscrito como un catecúmeno para poder estudiar con profundidad los misterios resguardados de las sagradas escrituras. San Jerónimo fue un gran traductor incansable. Su misión fue dar a conocer los secretos de La Biblia en diferentes idiomas, para que todos los ciudadanos tuvieran a su alcance los textos sagrados.
Día de San Jerónimo
El santoral de San Jerónimo se festeja cada 30 de septiembre, cuya iglesia católica celebra al máximo exponente de la traducción. El ministerio laico le debe a este santo que las sagradas escrituras se difundiera con mucha facilidad, debido a las distintas ediciones en diversos idiomas, para que todos tuvieran al alcance de su mano La Biblia traducida.
San Jerónimo fomentó a los devotos “amar las sagradas escrituras” para conocer cada uno de sus secretos importantes. Cada 30 de septiembre la iglesia demanda a sus fieles leer La Biblia con mucha dedicación.
El santo es el gran patrono de Santa Fe en Paraguay. El 30 de septiembre es declarado como feriado, por tanto no se dictan clases, ni los locales permanecen abiertos, todos los trabajos ligados al ente gubernamental también descansan de sus empleos para festejar a San Jerónimo.
No se conoce a ciencia cierta el momento en que adoptaron al traductor como su santo patrono, pero se presume que en documentos adscritos al antiguo cabildo se hallan datos importantes. Otros investigadores de Santa Fe señalaron que el nacimiento a esta devoción se debe a un sorteo. Al parecer estas actividades al azar eran muy comunes en la ciudad, para asignar cuál santo y en qué fecha se van a conmemorar.
La primera fecha de celebración fue el 16 de septiembre de 1590 según las actas. Con el tiempo la festividad se trasladó al día 30 del mismo mes. El mayordomo de la población se encargaba de organizar las ferias de San Jerónimo, cuya actividad principal son las corridas de toros. De la misma manera, una santa misa solemne con el altar decorado al momento. Una procesión por las principales calles de Santa Fe más una velada.
La Santa Iglesia depositó la confianza en San Jerónimo para dar a conocer las sagradas escrituras por todo el mundo. Su mensaje fue muy claro: “amar las santas escrituras, porque ellas contienen la salvación para los pecadores”.
Si deseas conocer una gran fiesta, capaz de mover a millones de peregrinos, entonces obtén información sobre la fiesta de la Candelaria.
¿Qué hizo San Jerónimo?
Consagró su trabajo en la traducción y la teología, haciendo énfasis en el estudio de La Biblia. Fue condecorado como el mejor traductor para la época y quizá sirvió de ejemplo para que otros estudiosos volcaran su interés en develar los misterios de las sagradas escrituras.
En el año 379 fue designado como Obispo de Paulino de Antioquia. Tiempo después, marchó a Constantinopla para seguir estudiando los misterios de La Biblia.
El santo se ofreció a redactar las epístolas Dámaso I que éste debía enviar. Se encargó de traducir La Biblia que yacía en el Vaticano para que todos los ciudadanos de la lengua hebrea conocieran su contenido. Esta traducción fue conocida como Vulgata.
Novena a San Jerónimo
La novena más reconocida a San Jerónimo fue escrita por un feligrés en el año 1779. El Monseñor Pedro Rubio otorgó 40 días de indulgencia para quienes se aferraran a esta novena. El rosario comienza el 21 de septiembre y culmina en su día santo, el 30 de septiembre. La misma consta de una oración inicial y de meditaciones día a día.
Oración inicial para todos los días
(Antes hacer la señal de la cruz).
Oh sagrado Dios, que tarde he sabido reconocer tus grandes dones y maravillosas virtudes, en el día de hoy me postro ante ti para la mediación de San Jerónimo en esta novena. Me hallo absolutamente arrepentido(a) por todas las faltas que he cometido. Deseo que sean perdonados todos mis pecados para vanagloriarte en el reino celestial en mi partida. Me considero indigno(a) de ti, y por eso anhelo que no me quites tu amistad.
Atiende esta novena, en honor al gran doctor San Jerónimo, ejemplo a seguir por su fidelidad a las santas escrituras. Propongo firmemente seguir su sacrosanto ejemplo para defender sus preceptos. Ofrece por siempre la solución a todos mis problemas y necesidades. Amén.
Meditación del primer día
Oh San Jerónimo bendito, gracias por tu humildad demostrada en todo momento. Tú que diste a conocer a todos los cristianos los designios escritos en La Biblia, te pido para que me bendigas por siempre y para siempre. En el cielo fuiste recibido con infinitos aplausos, por todas tus obras impuestas en tierra. Deseo ser tu ejemplar siervo, para saber interpretar cada palabra escrita por Dios.
En Belén te recluiste mientras que en Roma triunfaste de la mano de Dámaso I. Fiel secretario de él, de la misma manera espero servir a Dios para ser bien recibido bajo su regazo paternal. Llena de paz cada día de mi vida. Amén,
A tu reino fuiste llamado, de ti destacó tu humildad, a él puedes hablar y no desaproveches la ocasión. Para que no te canses, qué tienes que mejorar, en San Jerónimo, su humildad. Ruega a Dios y al santo, para alcanzar su virtud.
Meditación del segundo día
Dios, no sé de qué manera pagarte todos los favores concedidos en mi causa. Señálame por siempre el camino correcto para no equivocarme en el transitar. Oh protector San Jerónimo, padre nuestro y padre de toda una iglesia, enséñame a caminar hacia adelante sin mirar atrás, para dejar atrás todo lo negativo. Aleja a mis enemigos, tal y como San Marcos dominó a la fiera, doblega a cada uno de ellos.
Oh Dios, que junto al Espíritu Santo albergo una esperanza para que estas súplicas sean atendidas. Alcánzame las grandes virtudes de San Jerónimo, también deseo el perdón de mis fallas para subir con gozos las escaleras que conducen al cielo. Amén.
Es considerado como el sol de los doctores, que devienen del Jerónimo Penitente, de él espero obtener sus mayores dones. Él que fue una estrella de la mañana, que venció miles de herejías, gran luz soberana, de él espero conceda los favores.
Luna bella, que eres la más radiante del cielo infinito, noche de luna serena, en nombre de San Jerónimo dile que alguien lo venera. Oh Sol, oh Luna, enseña el camino que me lleve a la pureza única.
Oh Dios, que supiste recompensar a los hombres con la gran virtud de San Jerónimo al descifrar las sagradas escrituras, a ti y a él me encomiendo en esta novena. Amén. Puedes conocer otros rosarios muy importantes, como la novena a San Marcos de León.
Meditación del tercer día
Oh San Jerónimo bendito, que en más de una ocasión despreciaste los bienes paganos para entregarte firmemente a los dogmas del Señor. Tú que renunciaste a tu familia para hallar el refugio del gran Dámaso. Más de un devoto agradece tus traducciones, porque a través de ellas, han encontrado la absolución de sus pecados. Gracias San Jerónimo bendito por los conventos, edificios y monasterios construidos para que hombres y mujeres sirvieran a Dios.
Oh Jerónimo sagrado, que no tuviste tiempo más que para traducir la máxima obra divina de Dios. Protégeme de las calumnias, al igual que tú cuando ignoraste las acusaciones del clero romano. Perdona a mis enemigos, muchas veces no saben lo que hacen, ni lo que dicen. Gracias por tu suma obediencia al majestuoso Dámaso y al clemente Eustoquio. Llena de paz cada día de mi vida. Amén.
A tu reino fuiste llamado, de ti destacó tu humildad, a él puedes hablar y no desaproveches la ocasión. Para que no te canses, qué tienes que mejorar, en San Jerónimo, su humildad. Ruega a Dios y al santo, para alcanzar su virtud.
San Jerónimo posee una gran virtud: la obediencia. También puedes conocer las virtudes del gran San Blas como protector de personas y animales.
Meditación del cuarto día
Oh San Jerónimo benigno, que fuiste maravilloso ejemplo de penitencia y mortificación. Una y otra vez te pido para que la triste soledad no me alcance, ni las tormentas azoten a mi corazón. Te pido que seques mis lágrimas y me colmes de gozo. Que con la pluma con que Jerónimo tradujo, pueda escribir una bonita historia donde lo vanaglorie por siempre y para siempre.
Pido por la mediación de Jerónimo, si he de cumplir alguna penitencia para alabarlo, lo haré con el mayor orgullo posible. Lléname de mucha paz y amor. Amén.
Es considerado como el sol de los doctores, que devienen del Jerónimo Penitente, de él espero obtener sus mayores dones. Él que fue una estrella de la mañana, que venció miles de herejías, gran luz soberana, de él espero conceda los favores.
Luna bella, que eres la más radiante del cielo infinito, noche de luna serena, en nombre de San Jerónimo dile que alguien lo venera. Oh Sol, oh Luna, enseña el camino que me lleve a la pureza única.
Si deseas descubrir la novena de una virgen muy eficaz y poderosa, debes acudir a la novena a la virgen María Auxiliadora.
Meditación para el quinto día
Oh San Jerónimo, que fuiste perseguido por los herejes y calumniadores, aleja toda persona que busca mi infelicidad y desdicha. Hazles entender el verdadero significado de las santas escrituras, y además, que existe el temor de Dios y un juicio final que no falla. Tú que sufriste la adversidad y la soledad en el desierto de Antioquia, comprende esta novena que con mucho gozo te dedico.
Espero ser una persona paciente, para no dejarme llevar por mis impulsos que a veces me traicionan. Lléname de paz y amor cada día de mi vida. Amén.
A tu reino fuiste llamado, de ti destacó tu humildad, a él puedes hablar y no desaproveches la ocasión. Para que no te canses, qué tienes que mejorar, en San Jerónimo, su humildad. Ruega a Dios y al santo, para alcanzar su virtud.
Con hacer una novena a San Expedito, santo de los casos imposibles, podrías apoyar la novena de San Jerónimo y obtener la máxima protección.
Meditación para el sexto día
San Jerónimo, que fuiste el mediador de Dios para dar a conocer su historia en diferentes lenguas para todos, te pido en esta oportunidad para que me alcances tu protección. Cuida a toda mi familia y allegados, para que los brazos insistentes de la maldad nunca los alcancen. Oh doctor máximo, evita que caiga en el ocio, que es la madre de todos los vicios, quita de mi todo sentimiento de apuesta, juego, y demás cosas mundanas.
Enséñame a seguir tus pasos para descifrar los dogmas de Dios nuestro señor. Llena de paz y amor cada día de mi vida. Amén.
Es considerado como el sol de los doctores, que devienen del Jerónimo Penitente, de él espero obtener sus mayores dones. Él que fue una estrella de la mañana, que venció miles de herejías, gran luz soberana, de él espero conceda los favores.
Luna bella, que eres la más radiante del cielo infinito, noche de luna serena, en nombre de San Jerónimo dile que alguien lo venera. Oh Sol, oh Luna, enseña el camino que me lleve a la pureza única.
Conoce la novena a San Antonio de Padua, la cual es muy importante a considerar por todos sus devotos. Es igual de concurrida que la novena a San Jerónimo.
Meditación del séptimo día
Oh San Jerónimo amado, que lograste superar las preocupaciones del desierto, más las ansias de hallarte solo en un mundo de la nada. Tú que fuiste gran filósofo de vida, haz que mi entendimiento sea igual de genuino que el tuyo. Ilumina mis conocimientos para tomar la decisión correcta en el momento indicado. Aleja todo tipo de distracción e inquietud que no me permita avanzar en el camino de la virtud.
Benefíciame en nombre de Dios para que sean redimidos todos mis pecados, con el propósito de conocer el paraíso que gobierna San Miguel Arcángel junto a sus serafines. Lléname de paz y amor por siempre. Amén.
A tu reino fuiste llamado, de ti destacó tu humildad, a él puedes hablar y no desaproveches la ocasión. Para que no te canses, qué tienes que mejorar, en San Jerónimo, su humildad. Ruega a Dios y al santo, para alcanzar su virtud.
Meditación del octavo día
Oh Jerónimo, que consagraste tu vida en seguir los preceptos del Altísimo, además de traducir su obra completa tanto en latín como en griego, espero que traduzcas mis tristezas en alegrías, mi soledad por compañía y mi ignorancia en entendimiento. La santa iglesia y tus devotos te aclaman protección cada día 30 de septiembre. No eches en tierra esta novena, porque con ella te quiero glorificar. Lléna mi vida de amor y paz para siempre. Amén.
Es considerado como el sol de los doctores, que devienen del Jerónimo Penitente, de él espero obtener sus mayores dones. Él que fue una estrella de la mañana, que venció miles de herejías, gran luz soberana, de él espero conceda los favores.
Luna bella, que eres la más radiante del cielo infinito, noche de luna serena, en nombre de San Jerónimo dile que alguien lo venera. Oh Sol, oh Luna, enseña el camino que me lleve a la pureza única.
Meditación del noveno día
Glorificado San Jerónimo, a ti me despido con agradecimiento por escuchar las nueve plegarias en tu honor. Propongo con firmeza seguir tu fiel ejemplo de rectitud y justicia. Cuyo poder trasciende en cada página traducida y en cada pluma implementada. Bendito seas por siempre, que mis caminos conduzcan a la enseñanza y la interpretación, para poder comprender muchas cosas estipuladas en las sagradas escrituras. Lléname de paz y alegría por siempre. Amén.
A tu reino fuiste llamado, de ti destacó tu humildad, a él puedes hablar y no desaproveches la ocasión. Para que no te canses, qué tienes que mejorar, en San Jerónimo, su humildad. Ruega a Dios y al santo, para alcanzar su virtud.
Oración a San Jerónimo
Con hacer una oración al doctor San Jerónimo podrás alcanzar sus dones infinitos. Recuerda también que existen las oraciones protectoras de San Miguel Arcángel que debes saber.
-Oh San Jerónimo, demuéstranos por siempre tu gran conocimiento, cadencia y tranquilidad a la hora de resolver conflictos. Alegra por siempre la vida de los niños y los ancianos, para que vivan en plenitud de la gracia de Dios. Enséñales el sendero correcto para el buen proceder y con ello no ofendan a Dios. Procura su protección, al ser los seres más inocentes del mundo. Amén.
-Oh San Jerónimo, gracias por ser el mejor ejemplo para nuestra iglesia, al trabajar intensamente sobre el magno escrito bíblico. Oh fiel escudero de inteligencia y sabiduría, que el amor a Dios siempre sea nuestra filosofía, con el mayor tributo posible alcanzar su gracia plena. Amén.
Con cada oración debe culminarse con un padrenuestro y un gloria.
Oración a San Jerónimo doctor
-Oh glorifico San Jerónimo, que eres considerado el padre y doctor de la iglesia católica, te pido que me transmitas todas tus enseñanzas filosóficas para entender con claridad los dogmas encontrados en las sagradas escrituras. Gran maestro y literato latino, protégeme con el verbo divino emanado por Dios nuestro señor. Cuida de la iglesia católica y de todos sus miembros, para que día a día sirvan al Altísimo con la mayor honradez posible. Por los siglos de los siglos. Amén.
Oración a San Jerónimo para dominar
Con una oración a San Jerónimo podrás dominar a seres negativos que buscan tu infelicidad, así como San Marcos de León dominó a los enemigos.
-Oh santísimo Jerónimo, tú que lograste destacar en los oficios de la traducción y fuiste ascendido al doctor de la madre iglesia católica. Te pido que ahuyentes a las malas personas que quieren verme destruido(a). Que ante tus ojos no vean que he sufrido, llorado y suplicando clemencia. Oh sacerdote piadoso, aclamo tu protección para que los corazones malévolos no interfieran en mis proyectos, para que augures sobre mi el mayor de los éxitos.
Gran santo lleno de sabiduría y humildad, en esperas que escuches estas palabras para que domines a mis enemigos y no me causen daño alguno. Amén.
Rezar 4 padrenuestros y cinco ave Marías para una mayor protección.
Oración a San Jerónimo para el amor
Con San Jerónimo también puedes pedir por la llegada de un amor limpio y honesto a través de sus plegarias. La única condición es rezar con mucha fe la siguiente oración. No obstante, siempre habrán más alternativas, como la santa muerte roja.
-Oh majestuoso San Jerónimo, que fuiste sacerdote amoroso frente los oficios de la santa iglesia, te imploro para obtener de ti ese don de entrega para el amor. Deseo que mi corazón vuelva a sentir un cúmulo de emociones por la presencia de alguien muy especial. Santo bendito, haz que las llamas del amor revivan este acongojado corazón, que desde tiempo atrás no palpita por ese sentimiento hermoso universal. Amén.
-Oh San Jerónimo, en esta ocasión acudo a ti con la mayor aflicción, de saberme abandonado(a) por mi pareja, con la cual he vivido momentos inolvidables. Ayuda a que su rebelde corazón se doblegue ante mi causa. Hazle entender que el orgullo no lo(la) llevará a ningún lado, más que al camino de la soledad e infelicidad. Oh santo sagrado, qué vuelva, qué vuelva ante mi arrepentido(a) por haberme dejado. Amén.
-Gran doctor y filósofo San Jerónimo, ante ti venimos mi pareja y yo para que bendigas nuestro amor. Protege por siempre este sentimiento que nació de manera inesperada. Cuida a nuestros hijos, para que sean personas de bien en el futuro, además deseamos que cumplan con todas sus metas. No permitas que terceras personas interfieran en este romance, que las injurias no dañen lo que una vez comenzó. Amén.
Obras de San Jerónimo
No hay duda alguna que la obra más importante de San Jerónimo es La Vulgata, sin embargo, existen otras cartas que conforman su exégesis bíblica. Algunas otras epístolas del santo son de temas variados, al pinto de coleccionarse aproximadamente 160 de ellas.
Entre los principales temas están: charla con sus allegados, sobre la erudición, razonamientos filosóficos, otras traducciones algo fallidas y otras más que relatan sus momentos de soledad o confrontación con otros estudiosos de su época. Alrededor de 14 cartas pertenecieron a una pequeña antología de investigaciones teológicas conocida como Heliodorum de laude vitae solitariae.
Otros escritos de San Jerónimo exhortaban a una buena educación para formar hombres de bien, éstas eran destinadas a su amigo Eustoquio. Muchas de sus obras fueron recolectadas para pertenecer en la prestigiosa Biblioteca de Autores Cristianos, cuyos volúmenes se editaron en dos idiomas por Daniel Bueno.
San Jerónimo también plasmó la primera historia de la literatura cristiana conocida en latín como De Viris Ilustribus, creada por el santo en su estancia en Belén durante el 392. El libro recolecta la biografía de 135 autores cristianos, incluido el mismo San Jerónimo. Uno de sus apartados está dedicado para los autores del Occidente.
También escribió el Temporum liber que se trata de una línea de tiempo con los principales sucedos de la Escuela de Cesarea. Dicho periodo abarca del 325 al 372.
Así como San Jerónimo creó un sin fin de obras traducidas, también es importante que sepas sobre las obras de San Agustín.
Frases de San Jerónimo
A continuación, las mejores frases del gran San Jerónimo, patrono de la iglesia y máximo exponente de la filosofía cristiana:
- “Procura estar trabajando siempre, para que las fuerzas malignas del demonio no te seduzca con el vicio”.
- “Para cualquier hombre cristiano no hay diferencia alguna entre la tarea de engañar y dejarse engañar”.
- “Ignorar las santas escrituras, es como ignorar al mismo Cristo”.
- “Dependiendo del grado de fe que poseas, así te irá en la vida. Si tienes fe, todas las puertas se te abrirán sin imposibles”.
- “De cualquier espina se puede obtener una bella rosa”.
- “Trata de conseguir tu propia perfección; porque de no hacerlo, sería un grave delito”.
- “Aquellas relaciones amistosas que tengan un fin, significa que nunca fue verdadera”.
- “Hay que trabajar de prisa para vivir despacio”.
- “No permitas por nada del mundo que tus propósitos traicionen tus palabra, cuando no llegas a poner en práctica aquello que dices”.
- “El espejo de la mente siempre es el rostro, los ojos aunque no hablan terminan por confesar los misterios del corazón”.
- “El sabio antes de hablar, primero debe meditar”.
- “El dolor del cuerpo a veces se acaba cuando llega la serenidad al alma”.
- “Cuando llega la hora de orar, siempre lo harás por Jesús; al momento de leer La Biblia es él quien te habla”.
- “Debes amar las sagradas escrituras, para que de la misma manera, la sabiduría te ame. Con ella podrás borrar cualquier carencia y sentirse bien. Ese es el principal pendiente”.
- “Ni con todo el dinero del mundo se podrá comprar el afecto ni el amor”.
Santa Rosa de Lima también ofrece sus frases reflexivas, conócelas, un poco de su vida y más.
San Jerónimo y La Biblia
San Jerónimo dedicó parte de su vida en estudiar La Biblia con la finalidad de traducirla y mejorar su competencia repartida en el Occidente con La Vulgata. Llegó a convertir las sagradas escrituras en diferentes versiones escritas tanto en latín como en griego.
El Papa Dámaso ordenó a San Jerónimo para incluir de manera modificada los textos del Antiguo y Nuevo Testamento. La Vulgata fue acogida con gran éxito por los cristianos, a tal punto de ser su obra maestra.
Monasterio de San Jerónimo en Granada
El monasterio de San Jerónimo en Granada es una gran edificación arquitectónica inspirada en el movimiento renacentista. El santuario se ubica en Granada, que a su vez pertenece a la provincia de Andalucía.
El monasterio fue declarado como bien de interés cultural y patrimonio histórico de España. Sufrió leves modificaciones con el propósito de asignar un mayor espacio en 1874.
Los Reyes Católicos ordenaron su edificación en el año 1504. Diego de Sloé fue el arquitecto que inició la construcción, sin restar méritos a Jacobo Florentino, Pablo de Rojas, Juan de Aragón y Pedro de Orea, quienes estuvieron supervisando en todo momento el edificio. Como era una moda de la época, la iglesia contó con una planta de cruz latina de amplio altar con escalinata incluida.
Pablo de Rojas intervino en la creación de la capilla mayor, en la cual plasmó un método manierista (el manierismo llegó con fuerza en Andalucía), de hermosas iconografías para resaltar lo mejor de las imágenes. Lo claustros presentan influencia total del renacimiento, decoradas de manera frontal cada una de las tazas.
Para 1513 Jacobo Florentino releva el trabajo de Pablo de Rojas. Posteriormente lo suplanta Solé nuevamente. Ya en 1522 una gran parte del monasterio estaba terminado; por esta razón, trasladan el cuerpo del gran patriarca y de su esposa para reposar allí. Gracias a los estragos causados por la Revolución Francesa, el monasterio se vio demolido parcialmente. Los oficios de restauración comenzaron en 1916 y culminaron en 1920.
No cabe duda que la historia de este monasterio es muy llamativa, al igual que el origen del Castillo de Santa Cecília, ubicado en Guanajuato, México.
Iglesia de San Jerónimo
La principal iglesia de San Jerónimo se encuentra ubicada en Granada, Andalucía.
Los Reyes Católicos ordenaron su edificación en el año 1504. Diego de Sloé fue el arquitecto que inició la construcción, sin restar méritos a Jacobo Florentino, Pablo de Rojas, Juan de Aragón y Pedro de Orea, quienes estuvieron supervisando en todo momento el edificio. Como era una moda de la época, la iglesia contó con una planta de cruz latina de amplio altar con escalinata incluida.
Pablo de Rojas intervino en la creación de la capilla mayor, en la cual plasmó un método manierista (el manierismo llegó con fuerza en Andalucía), de hermosas iconografías para resaltar lo mejor de las imágenes. Lo claustros presentan influencia total del renacimiento, decoradas de manera frontal cada una de las tazas.
San Jerónimo el real
La iglesia o monasterio de San Jerónimo el real es una de las más importantes de España, al ubicarse en Madrid. También se conoce como iglesia de Los Jerónimos. Su estilo arquitectónico se asemeja al monasterio de San Jerónimo en Granada, al llevar un estilo renacentista.
La construcción de este templo fue auspiciado por la monarquía española, al sostener su devoción al gran santo por su filosofía y conocimiento cristiano. Fray Lorenzo de Nicolás se encargó como el mentor de este proyecto importante de la época. Es importante acotar que este templo permaneció abandonado y en ruinas durante un siglo entero, es hasta el siglo XX que se retoman los trabajos de construcción.
Rafael Moreno, importante arquitecto que fungió como supervisor del Museo de Prado, se encargó de reconstruir el monasterio.
En principio, al monasterio debían asistir personas involucradas de la corte, ya que el cardenal Cisneros estipuló que “al monasterio de San Jerónimo tenían el deber de asistir personas de la realeza y otros caballeros de linaje”. Bajo el mando de Felipe II, se edificó el cuarto real, con motivo de acoger peregrinos que apostaban la veneración a San Jerónimo.
El largo letargo cuya construcción se vio detenida fue a causa del inicio de la guerra napoleónica en 1808. El ejército de Napoleón destruyó parcialmente el monasterio de San Jerónimo que, anteriormente, Felipe IV había acondicionado. Años más tarde, San Francisco de Asís intentó replantear de nuevo la edificación; de hecho, a él se deben sus torres principales.
Un gran evento celebrado en ese monasterio fue el matrimonio del Rey Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg en 1906.
Nuevamente se dio la necesidad de remodelar el monasterio, ya que la escalinata desentonaba con la fachada del sitio. Incluso se cortó el monte que obstruía el paso en la entrada. El hecho quedó mal parado frente a una ciudad bien cuidada como Madrid.
Con este movimiento bajo la batuta del Ministerio de la Cultura, se logró reacomodar el solar del templo. Acto seguido, se fabricó una casa cural en la parte trasera donde viviría el Párroco encargado del monasterio y sus ayudantes.
A continuación, una línea de tiempo que involucra los principales acontecimientos del monasterio de San Jerónimo el real:
- 1504 – La monarquía española ordena la edificación del templo.
- 1560 – Construcción del claustro principal, se convirtió en ruinas pronto.
- 1612 .- Edificación del claustro sur.
- 1808 – La invasión napoleónica destruye parcialmente el monasterio.
- 1812 – Se plantea la reconstrucción de la iglesia.
- 1835 – Momentáneamente el sitio se convierte en un cuartel y hospital para los inválidos.
- 1859 – Francisco de Asís toma el mando de la restauración.
- 1905 – Se modifica la escalinata en pre del matrimonio de Alfonso XIII.
- 1940 – Se amplia la casa cural y el solar del monasterio.
- 1990 – El ministerio de Cultura hace nuevas modificaciones al claustro.
- 2007 – El claustro se anexa a través de un consenso al Museo de Prado.
Convento de San Jerónimo
En convento de San Jerónimo se encuentra en Ciudad de México, México. El lugar se hace aún más emblemático, porque allí pasó parte de su vida la gran Sor Juana Inés de La Cruz.
El santuario abrió sus puertas por primera vez en 1623 de la mano del profesor Alonso Martínez López. San Jerónimo no fue su nombre inicial, sino denominado como convento de Nuestra Señora de Expectación a la orden de San Jerónimo. Ha sido un espacio que ha albergado a diferentes dueños, como es el caso de Isabel de Guevara, cuya idea fue fusionar su casa junto a la de Alonso Ortíz para extender el templo.
Fue el primer convento de monjas jerónimas en el mundo entero. La mujeres que pertenecieron en el mismo venían de familias aristócratas, ya que era realmente difícil costear su estadía en el templo. Algunas otras eran oriunda de blancos criollos españoles, por lo que fue fácil accesar allí.
Pese a que el convento manejaba sumas considerables de ingresos, no corrió con la suerte que se esperaba en las primeras de cambio, porque fue víctima de las mayores inundaciones antes vistas en México en 1629. Por si fuera poco, los temblores fueron grietando la infraestructura. Una serie de investigaciones arrojaron que la mayoría de las féminas, efectivamente eran criollas en casi su totalidad.
Durante la inundación padecieron muchas monjas. Posteriormente y bajo la tarea de restauración, fueron visibles varios objetos importantes junto a las osamentas de las mujeres, como medallas, una variedad de cruces, agujas y en especial una tablilla con una inscripción sobre el lugar donde se encuentran los restos de Sor Juana Inés de La Cruz.
Otro periodo de abandono tuvo que atravesar el convento hasta que el mandatario Luis Echeverría y José López Portillo, ambos presidentes entre 1971 y 1979 se encargaron de ordenar la reconstrucción del lugar. Gracias a ellos el templo pasó a formar parte como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
El convento de San Jerónimo se estructura de la siguiente manera:
- La madre superiora, quien es la encargada de dictar la eucaristía. Debe tener 40+ años.
- La vicaria, mano derecha de la madre superiora que se encarga de organizar todos los eventos de la Orden Jerónima. Tenía a cargo la vigilancia estricta de los dormitorios, junto el horario de despertar y dormir. La misma debía ejercer actividades contables para rendir cuentas a fin de mes.
- Las porteras, cuyo oficio era abrir y cerrar el convento. En la mayoría de los casos, este rol es asignado para las mujeres mayores.
- Las tomeras, llevaban un control de visitas a las monjas. En otras palabras son mensajeras, al entregar cartas y correspondencias.
- Las vicarias del coro, se encargaban de controlar y supervisar la asistencia de las monjas en el coro.
- Las maestras, que debían ser mujeres adultas y prudentes, con el fin de inspirar respeto.
- La enfermera, encargada del departamento de medicina en el templo.
La mansión de San Jerónimo
La mansión de San Jerónimo se ubica en las cercanías del convento. Allí habita la madre superiora. El recinto está destinado a acoger a los ministros laicos que disponen a visitar el majestuoso templo. La gran casa también cuenta con un gran estandarte de San Jerónimo ubicado en la inmensa sala.
Monasterio de San Jerónimo en Sevilla
El monasterio en honor a San Jerónimo fue fundado por Diego Martínez en el año 1414. Al igual que el convento de San Jerónimo, sus integrantes venían de familias vinculadas a la aristocracia o nobleza española. En el mismo año, Martínez junto al Obispo de Sevilla crearon un convento jerónimo. El estilo de la infraestructura es totalmente gótico.
Con ayuda de los frailes, se edificó una capilla anexa al monasterio, donde se levantó una escalinata con la figura de San Jerónimo. Con ayuda de la aparición de la imprenta en Sevilla, lograron fundar una pequeña revista que los mismos frailes escribían, con breves reseñas del acontecer cristiano. Los Reyes Católicos se mostraron complacidos con lo bien estructurado del templo, a tal punto de visitarlo hasta ocho veces entre 1477 y 1502.
En 1511 el Rey Fernando contrae nupcias con su segunda esposa en el monasterio de San Jerónimo. Otra visita muy importante fue la de Carlos I para organizar su matrimonio con la Reina Isabel. En 1503 se fundó un hospital asociado a la catedral, en cuyo lugar eran atendidos los jerónimos o frailes enfermos, como también público en general.
Hubo un lapso de tiempo prolongado en que el monasterio cerró sus puertas para ser rediseñado. Es hasta el siglo XVI cuando Juan de Herrera realizó los trabajos respecto a las torres que se hallaban deterioradas. La figura de San Jerónimo del estandarte fue valorada y exaltada como patrimonio por el Museo de Bellas Artes.
San Jerónimo penitente
Se trata de una obra escultórica creada por Pietro Torrigiano en el siglo XVI. El busto se formó en base de barro puro; esta escultura sirvió para decorar el monasterio de San Jerónimo en Sevilla.
Cabe destacar que el barro para la implementación de esculturas estuvo de moda en Sevilla durante el siglo XVI y XVII. Torrigiano tomó como modelo a uno de los frailes para dar forma a su obra. Se comenta que Goya, gran artista reconocido de gran recorrido, visitó en par de ocasiones el templo para ver única y exclusivamente a San Jerónimo penitente.
El propósito de la obra es representar el cuerpo de un anciano en todo su esplendor, arrodillado y sujetando una cruz con una de sus manos. En si, es una escena de mortificación, porque se golpea con ella.
Misión San Jerónimo en Queretaro
La misión San Jerónimo en Queretaro se trata de un conjunto residencial donde se alquilan casas o departamentos a los feligreses que disponen venerar al santo en la iglesia o convento de San Jerónimo ubicada en el país Azteca.
San Jerónimo Caravaggio
Michelangelo da Caravaggio realiza una de sus últimas obras en su faceta de artista, llamada San Jerónimo escribiendo o bien San Jerónimo meditando. Caravaggio experimentó nuevamente el éxito con esta pintura, que fue acogida con mucha receptividad en museos y galerías.
Su iconografía muestra un hombre erudito estudiando y escribiendo. En la pintura también aparece un cráneo como símbolo que la vida es fugaz y se acaba de repente.
San Jerónimo y la pedagogía feminista
San Jerónimo fungió como maestro espiritual para un grupo de mujeres de la clase alta o a las damas de la congregación romana. Adentró a las féminas hacia el estudio de las sagradas escrituras. Tuvo la dicha de compartir con Paula de Roma, quien era la madre de su amigo Eustoquio. San Jerónimo inculcó en una sociedad la necesidad de abandonar la vanidad y realizar obras de caridad.
No todo fue fácil para San Jerónimo en el adoctrinamiento de las mujeres, ya que fue acusado por el clero romano como difamador. El santo se defiende al refutar que su relación con Paula de Roma sirvió para esclarecer el trabajo de la Vulgata. San Jerónimo ayudó a Dámaso I a organizar una antología de libros canónicos referentes al Nuevo y Antiguo Testamento, la colección se denominó Decreto de Dámaso.
San Jerónimo y su pensamiento filosófico
El estilo filosófico de San Jerónimo fue muy claro: amar las sagradas escrituras por sobre todas las cosas, porque es a través de ella que cualquier cristiano obtiene la absolución de sus pecados. El santo incentivó a sus fieles que lucharan por sus objetivos y principalmente, el trabajo investigativo, para fomentar el crecimiento de teólogos y estudiosos religiosos.
San Jerónimo rosario
La novena o rosario de San Jerónimo inicia el día 21 de septiembre, para dar fin a la misma el 30, que corresponde a su patronazgo o santoral. En el monasterio de San Jerónimo el real se efectúa este rosario a puertas abiertas para el que quiera participar.
San Jerónimo bendito
Bendito seas por siempre, oh San Jerónimo, tú que diste a conocer a todos los cristianos los designios escritos en La Biblia, te pido para que me bendigas por siempre y para siempre. En el cielo fuiste recibido con infinitos aplausos, por todas tus obras impuestas en tierra. Deseo ser tu ejemplar siervo, para saber interpretar cada palabra escrita por Dios.
San Jerónimo santo
San Jerónimo es el gran santo y protector de la iglesia católica, además de sus monasterios y conventos. Gracias a él se dio a conocer su máxima obra La Vulgata, que consistió en una nueva y mejorada traducción de La Biblia. Además, ayudó a cientos de mujeres a seguir el camino de la rectitud y encaminarlas a revestir los sagrados hábitos.
San Jerónimo misas
Las misas en honor a San Jerónimo se festejan el 30 de septiembre en Santa Fe, Paraguay; Madrid, España y Ciudad de México. Al culminar, se procede a la procesión solemne por las principales arterias viales, con el fin de rendir tributo a uno de los grandes filósofos del mundo cristiano.