En el Antiguo Egipto el Dios Amón era un entidad a la que se le atribuía la creación de la vida, siendo una de las deidades más importantes de la cultura. En el artículo de hoy realizaremos un recorrido acerca de la historia de este Dios, su representación, los mitos que existen de su persona y mucho más.
¿Quién es el Dios Amón?
El Dios Amón era un dios celeste al que el pueblo le atribuía el origen de la vida. El mismo ha existido desde el Imperio Antiguo junto con su esposa y paredro o doble femenino Amonet. Mientras trascurría el gobierno de la XI dinastía (siglo xxi a. C.), este Dios fue elevado a la posición de patrono de Tebas sustituyendo a Montu.
Luego del exilio de los invasores hicsos que tenía lugar durante el reinado del tebano Amosis I (siglo xvi a. C.), el Dios Amón adquirió relevancia nacional, expresada en su fusión con el dios del Sol, Ra, como Amón-Ra o Amón-Re.
Por otro lado, durante el gobierno del Imperio Nuevo de Egipto Amón-Ra mantuvo su estatus de Dios principal en el panteón egipcio, con la excepción del periodo amarniense. Amón-Ra durante este periodo tenía la posición de divinidad trascendental, creadora de sí misma por excelencia, considerado como el Dios de los pobres y de la piedad personal.
Dado que era un Dios celeste, era presentado como un hombre de piel azul. Su posición como rey de los dioses se desarrolló hasta el punto de un virtual monoteísmo en donde, otros dioses pasaron a ser manifestaciones de él. De la mano de Osiris, Amón-Ra es el más ampliamente registrado de los dioses egipcios.
Como la principal deidad del Imperio egipcio conquistador, Amón-Ra también fue aclamado en lugares lejos de Egipto, de acuerdo con el testimonio de historiógrafos. En algunas oportunidades el Dios Amón era visto como una representación de Zeus en Grecia o con Júpiter en Roma.
Representación
En líneas generales, en la historia del Dios Amón suele ser representado como un hombre barbudo con un tocado de dos plumas de avestruz, un collar ancho y una prenda ajustada. Su piel tiene un tono color azul, quizás para demostrar el vínculo que guarda con el viento y el aire. En una de sus manos tiene un ankh, el símbolo egipcio de la vida, y en la otra un cetro, un símbolo de autoridad. Igualmente, sus retratos son pintados con él sentado en un trono como un faraón.
Por otra parte, cuando se trata de la fusión Amón-Ra, el Dios en algunas ocasiones se muestra con la cabeza de un halcón coronada por un disco dorado que representa al sol, rodeado por una serpiente. De una misma manera, también se le asocia con un carnero y el ganso.
Genealogía
Gran parte de la historia del Antiguo Egipto, Amón fue aclamado como un Dios supremo en el panteón egipcio. No obstante, a causa de las modificaciones en las políticas de Egipto su popularidad fue afectada durante algunos periodos de tiempo.
En un mismo el Dios era tan solo una deidad local de Hermopolis, una ciudad en el sur de Egipto y sus poderes eran parte del aire o el viento. Para el año 2000 a.C., la popularidad del Dios Amón fue creciendo hasta llegar a la capital Tebas por lo que los gobernantes guiados por la idea de incrementar su popularidad, lo empezaron a honrar como un Dios nacional de Egipto.
A pesar de ello, luego de los invasores conocidos como los Hicsos conquistaran el norte de Egipto en el siglo XVIII a.C., solo los pobladores del sur continuaron rindiéndole homenaje al Dios Amón. Una vez que el pueblo expulsó a los Hicsos en el siglo XVI a.C., la influencia de Amón se expandió rápidamente, al igual que el tamaño y el esplendor de sus templos.
Los dos templos más grandes que existían en el Antiguo Egipto, ubicados en Luxor y Karnak, estaban dedicados al culto de Amón, y sus seguidores tenían la responsabilidad de controlar sus grandes riquezas.
Mitos del Dios Amón
Ya habiendo conocido a profundidad todo lo relevante acerca de la historia y la manera en la que se representa al Dios Amón, nos resulta importante hacer un espacio para hablar sobre los mitos que se crearon de esta deidad egipcia.
Templo de Karnak
La historia del Dios Amón como el patrón de Tebas tiene sus inicios en el siglo xx a. C., con la elaboración del recinto de Amón-Ra en Karnak durante el reinado de Sesostris I. Un poco antes de la XI dinastía la ciudad de Tebas no parecía tener relevancia.
Los trabajos de construcción para los templos de Amón-Ra ocurrieron durante el reinado de la dinastía XVIII de Egipto cuando Tebas pasó a ser la capital del Egipto de nuevo unificado. La edificación de la sala hipóstila se cree que pudo haber iniciado también durante la XVIII dinastía, a pesar de que la mayoría de los trabajos se realizaron durante de los reinados de Seti I y de Ramsés II.
Merenptah conmemoró sus victorias sobre los pueblos del mar en las paredes del recinto, lugar donde tenía inicio la ruta procesional hacia el templo de Lúxor. La Gran Inscripción revela las campañas del rey y su eventual retorno con botín y prisioneros.
Junto a esta inscripción se encuentra la Estela de la Victoria, que en gran medida es una copia de la Estela de Merenptah hallada en el complejo funerario de Merenptah en la orilla oeste del Nilo en Tebas. El hijo de Merenptah, Seti II integró otros dos obeliscos pequeños delante del segundo pilono y un triple relicario al norte de la avenida procesional en la misma zona. Este estaba realizado por piedra arenisca, con una capilla a Amón flanqueada por los templos de su esposa Mut y su hijo Jonsu, formando así la Tríada tebana.
La última modificación relevante que se le hizo al recinto de Amón-Ra fue la adición del primer pilono y las masivas paredes de un perímetro que se encontraban alrededor de todo el recinto, ambos construidos por Nectanebo I.
Herejía de Atón
Ya casi finalizando la dinastía XVIII de Egipto, el faraón Akenatón también conocido como Amenhotep IV molesto por todo el enorme poder que habían adquirido los sacerdotes del Dios Amón comenzó el culto a Atón. Una entidad cuyo poder yace en el disco solar, literal y simbólicamente. Akenatón ordenó la destrucción alternación de muchas imágenes de otras deidades, y basó sus prácticas religiosas en el único dios Atón.
Movió su capital lo más lejos que pudo de Tebas, no obstante, este cambio no alteró en nada a los sacerdotes del Dios Amón, que ahora se encontraban sin poder. La religión egipcia estaba obligatoriamente unida a la movilización del país, siendo el faraón el líder de ambos. El faraón era considerado como el sacerdote más alto del templo de la capital, y los sacerdotes del templo de Amón en Tebas eran los consejeros del faraón, de los cuales gran parte eran administradores de la burocracia que dirigía el país.
La introducción del atonismo bajo Akenatón fue visto como el primer paso para la religión monoteísta en la historia, además de ser un enfrentamiento directo a los sacerdotes que aclamaban al Dios Amón. El Himno de Amón era muy parecido al Himno de Atón:
- Apareces henchido de belleza en el horizonte del cielo,
- Disco viviente, que das comienzo a la Vida.
- Al alzarte sobre el horizonte de Levante
- llenas los países con tu perfección.
- Eres hermoso, grande, brillante, alto por sobre tu Universo.
- Tus rayos cubren los países hasta el confín de lo que creaste.
- Porque eres el Sol, los has conquistado hasta sus confines
- y los sujetas para tu Hijo al que amas.
- Por lejos que estés, tus rayos tocan la Tierra.
- Estás ante nuestros ojos, pero Tu camino sigue siéndonos ignoto.
- Cuando te ocultas en el horizonte de Poniente
- el Universo se sumerge en las tinieblas y queda como muerto.
- Los hombres duermen en sus moradas con la cabeza tapada
- y ninguno puede ver a su hermano…
- El mundo yace en silencio.
- Es que Su Creador reposa tras el horizonte.
- Pero, al alba, desde que te alzas en el horizonte
- y brillas, Disco del Sol, durante el día,
- expulsas a las tinieblas e irradias tus rayos.
- Entonces, el Doble País es una fiesta…
Himno a Atón
Curiosidades
Para finalizar con el presente artículo, mencionaremos algunas de las curiosidades del Dios Amón que lo hace diferentes a los otros dioses que forman parte de la cultura egipcia:
- Por lo general, la mayoría de los dioses en sus representaciones son pintados de color marrón oscuro y las diosas un tono más amarillo, esto no ocurre en el caso de Amón, dado que su tono de piel en todas sus representaciones es de color azul, esto por ser un dios celeste.
- El Dios Amón es uno de los pocos dioses del Antiguo Egipcio cuya representación es la de un hombre, sin añadir alguna parte de animal.
Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: San Alberto Magno y San Cono de Teggiano