Las ordenes de índole religiosa y también militar eran sumamente frecuentes durante las cruzadas. Prácticamente todos los estados que participaron en estas cruzadas tenían al menos una orden que los representara. En el caso de España, estaban representados por la Orden de Santiago y en este artículo hablaremos sobre ello.

Orden de Santiago

¿Cuál fue el objetivo de la Orden de Santiago?

La Orden de Santiago es una orden de carácter religioso y militar la cual surgió en el siglo XII durante el Reino de León en la Península Ibérica. El nombre de esta orden se debe al patrón de España, Santiago el Mayor. El objetivo inicial de esta orden era proteger a los peregrinos que transitaban por el Camino de Santiago y además expulsar a los musulmanes de la península ibérica.

Esta orden tuvo su origen en la ciudad de Cáceres a partir de la antigua Orden de los Fratres de Cáceres. El principal incentivador de esta conversión fue el obispo de Santiago de Compostela, quien en esta conversión le pediría a la nueva orden naciente que en su avance hacia el sur, no reclamase la devolución del arzobispado a Mérida.

Para poner en contexto el pedido del obispo debemos decir que Mérida era la ciudad donde se encontraba antiguamente este arzobispado hasta la invasión de los musulmanes quienes recomendaron el traslado de esta diócesis a Santiago de Compostela. ​Con la muerte del gran maestre Alonso de Cárdenas en el año 1493, los Reyes Católicos incorporaron la Orden de Santiago a la Corona de España. Por su parte, el papa Adriano VI uniría para siempre el maestrazgo de la Orden de Santiago a la Corona de España en el año 1.523.

La primera República suprimiría esta Orden en el año 1873 y a pesar de se restablecería esta orden tiempo después, esta quedaría reducida a un instituto nobiliario con fines honoríficos. Esta institución estaría regida por un Consejo Superior dependiente del Ministerio de la Guerra el cual quedaría extinto con la proclamación de la  segunda República en el año 1931.

Orden de Santiago

La Orden de Santiago en conjunto con otras órdenes de España como lo son las de Calatrava, Alcántara y Montesa fueron reinstauradas como una asociación civil durante el reinado de Juan Carlos I. Estas órdenes tendrían actividades de una organización nobiliaria honorífica y religiosa permaneciendo de esta misma forma desde finales del Siglo XX  hasta la actualidad.

Historia

Ahora bien, para conocer más a profundidad sobre la Orden de Santiago, es imprescindible conocer un poco sobre su historia. Como ya comentamos, el objetivo primordial de esta orden era proteger a los peregrinos del camino de Santiago y ahuyentar a los musulmanes, pero para comprender esto es necesario abordar la historia de esta orden.

Inicios

La orden de Santiago fue fundada en el año 1151 bajo el Reino de León, es importante mencionar que no se conoce con mucha certeza la forma en la que se fundó esta orden y tampoco quienes fueron sus primeros miembros.

En base a la explicación más aceptada, se cree que 12 caballeros de León durante el reinado de Fernando II estaban arrepentidos de la vida licenciosa que estaban llevando y por tal motivo decidieron unirse y formar una congregación que tuviese como finalidad defender de los ataques de los musulmanes a los peregrinos que visitaban el sepulcro de Santiago ubicado en Galicia, otra de las funciones de esta nueva orden era resguardar las fronteras de Extremadura.

Para llevar a cabo esta unión, estos 12 caballeros tuvieron que realizar su propósito y de esta forma procedieron a llamarse como los Caballeros de Cáceres. Esta congragación prosperaría y esto les permitió adquirir bienes y territorios. El crecimiento fue tal que llegaron incluso a formar una especie de diócesis cuya capital sería en Uclés lugar donde tenía autoridad episcopal la cual era ejercida por un prior-provisor.

Esta semidiócesis abarcaba las actuales provincias de Ciudad Real, Cuenca y Toledo así como también los conventos de monjas de la Concepción de la Membrilla y de las Comendadoras de Santiago en Madrid. Alfonso VIII de Castilla cedió Uclés al Fundador de la Orden llamado Pedro Fernández de Fuentencalada para que este se estableciera allí y defendiera la frontera. Según la Escritura Real la cual se extendió en Arévalo el 3 de enero del año 1174, Uclés continuaba  bajo el poder de la Orden hasta los tiempos de los Reyes Católicos.

Incorporación a la Corona de Castilla

Con el paso del tiempo y la finalización de la Reconquista, la Orden de Santiago se vió implicada en las luchas internas que se encontraba librando la Corona de Castilla. Al mismo tiempo, la gran cantidad de bienes de la Orden de Santiago llevaron en una gran cantidad de ocasiones a luchar contra  pretensiones de la Corona.

El título de la Orden de Santiago no sólo era un símbolo de poder sino también de territorialidad y económico. En lo que respecta a lo territorial, era imposible ir de Uclés a Portugal sin pisar territorio propiedad de la orden y con respecto a lo económico se estima que para aquel entonces el maestre de la Orden llegó a obtener una renta anual de unos 64.000 florines de oro.

Orden de Santiago

El cargo de gran maestre tenía una gran influencia en la España de esa época. La lucha para optar a este cargo no sólo eran externas sino también internas. Las luchas llegaron a tal punto que buscaban desacreditar a la Orden de Santiago con escándalos los cuales fueron aprovechados también durante la muerte del gran maestre Alonso de Cárdenas en el año 1493.

Con la muerte de este gran maestre, los Reyes Católicos aprovecharían esta coyuntura para pedirle a la Santa Sede una providencia que pudiese poner fin a los escándalos en torno a la Orden de Santiago, además se valían de los grandes gastos que la guerra de Granada había supuesto a la Corona para poder hacerse con esta orden principalmente a la influencia en materia económica que estos representaban.

De esta forma, los Reyes le pidieron a Alejandro VI que les permitiese la administración del gran maestrazgo de la Orden de Santiago considerando esto como una  necesidad y a la vez una forma de recompensa a sus grandes sacrificios con la fe católica. El papa accedería a este pedido y en ese mismo año otorgaría la administración de la Orden de Santiago a los Reyes Católicos.

Con la muerte de Fernando el Católico, el sucesor en el poder sería el emperador Carlos I a quien el Papa Adriano VI le concedería la moción de unión para siempre a la Corona de España de las órdenes de Santiago, Calatrava y Alcántara en el año 1523. Hasta ese momento, el gran maestre de la Orden de Santiago era elegido por el consejo de los Trece.

Orden de Santiago

Organización de la Orden de Santiago

Una vez conocida la historia de la Orden de Santiago, debemos conocer cómo funcionaba internamente, esto quiere decir como era su organización y la jerarquía dentro de la orden. A continuación hablaremos detalladamente sobre la organización de esta orden.

Ingreso a la orden

En los comienzos de la Orden de Santiago, no era difícil ingresar pero a mediados del siglo XIII cada vez era más complejo pertenecer a esta orden. Aquel que deseaba ingresar en la Orden de Santiago debía aprobar en sus cuatro primeros apellidos que debía ser descendiente de nobles pero de sangre y no de privilegios. En esta prueba debía el ingresante debía demostrar que su padre, madre, abuelos y abuelas tenían sangre noble y además de ello, debía demostrar que ninguno de ellos se había dedicado a los trabajos manuales o bien industriales.

Un aspirante no podía ingresar a la Orden de Santiago si tenían raza o bien alguna mezcla de judío, pagano, musulmán, hereje. Tampoco podía optar a la Orden aquel cuyos padres o abuelos hayan sido procuradores, prestamistas, escribanos públicos, mercaderes, ni tampoco aquel que hubiera faltado a las leyes del honor o realizado cualquier acto impropio de un caballero.

Una vez comprobado su pasado, el aspirante debía pasar al menos tres meses de servicio en las galeras y vivir un mes dentro del monasterio para aprender la Regla Monástica. Es importante mencionar que cuando esta orden se anexo a la Corona de España, el rey y el Consejo de las Órdenes revocaron algunos de estos requisitos.

Orden de Santiago

Regla monástica

Otra de las diferencias que tenía la Orden de Santiago respecto a las Órdenes de Calatrava y de Alcántara es que estas últimas siguieron la Regla Monástica de los benedictinos de la abadía de Císter. Por su parte, la Orden de Santiago aprobó la Regla Monástica más suave de los canónigos agustinos. Los caballeros de la Orden de Santiago fueron reconocidos como religiosos por el Papa Alejandro III, cuya concesión se dio el 5 de julio del año 1175 la cual se confirmaría posteriormente por más de veinte de sus sucesores.

La Orden de Santiago estaba compuesta por varias clases de afiliados, entre ellos destacamos a los canónigos, los encargados de la administración de los sacramentos, las comendadoras, las encargadas de servirle a los peregrinos, los caballeros religiosos y los caballeros casados.

Aquellos caballeros que pertenecían a la Orden de Santiago debían tomar votos de pobreza y obediencia, es importante mencionar que esta orden al seguir la Regla Monástica de los  agustinos, sus miembros no estaban en la obligación de hacer voto de castidad por lo cual se les permitía contraer matrimonio. Los caballeros sólo hacían voto de castidad total antes del matrimonio y además tomaban votos de fidelidad conyugal mientras estuviesen casados. El mandato del Papa Alejandro III recomendaba el celibato.

El privilegio de contraer matrimonio en la Orden de Santiago  fue concedido bajo ciertas condiciones como por ejemplo el consentimiento del rey y la obligación de hacer la contrición durante el Adviento, la Cuaresma y en algunas festividades del año. Por su parte, los caballeros santiaguistas que tuviesen el rango de maestre podían no sólo contraer matrimonio sino también vivir con sus esposas e hijos dentro de los conventos de la Orden.

Orden de Santiago

En términos generales, la Regla que debían seguir todos los miembros de la orden era asistir a misa diariamente, rezar veintitrés padre nuestros por día, tomar la eucaristía los domingos y además ayunar dos Cuaresmas.

Mujeres dentro de la Orden

La Orden de Santiago se encargó de fundar conventos femeninos de comendadoras. Es importante mencionar que la presencia femenina en la Orden de Santiago es superior que en otras órdenes de la época. En este caso, las mujeres asumían la función de educar a las hijas de los caballeros.

Conventos

Un elemento importante dentro de la Organización de la Orden de Santiago eran sus conventos, tanto los masculinos como los femeninos. Además de los conventos principales ubicados en Uclés y San Marcos de León, la Orden tuvo otros conventos ubicados en Palas de Rei dentro de la iglesia de Vilar de Donas en Lugo, Palmela en Portugal, Montalbán en la ciudad de Aragón, entre otros.

Para el año 1275 la Orden de Santiago contaba además con seis conventos de monjas a las cuales se les denominaba como comendadoras. En dichos conventos se podían alojar tanto a las mujeres como a los familiares de los caballeros cuando estos iban a la guerra o fallecían.  En este caso, las comendadoras solo profesaban la castidad conyugal pero no de forma perpetua, esto les permitía salirse del convento y casarse.

Dentro de los conventos de comendadoras más destacados debemos mencionar al monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos en Olmos de Ojeda en la ciudad de Palencia, este fue fundado en el año 1186. El convento de Sancti Spiritus de Salamanca el cual sería  concedido a la Orden en el año 1233. El monasterio de San Vicente de Junqueras ubicado en la ciudad de Barcelona y fundado en el año 1212.

Los treces

El nombre de “Los Trece” se le daba a aquel caballero que era nombrado por el maestre y demás caballeros para alguna división general. En la ley de confirmación de la Orden la cual fue  expedida por el papa Alejandro III en el año 1175, se estableció que debía haber trece caballeros cuyo cargo estaría la elección del maestre y el ayudarle con su consejo.

Los expertos en el tema aseguran que el significado de estos trece corresponde al número de los primeros caballeros que se reunieron para fundar la Orden. Los Treces constituyen entonces las bases de la Orden. Los monjes mayores que pertenecían a los conventos de Castilla y de León siempre fueron Treces, aunque es importante mencionar que no de forma nata sino por elección.

Hasta el año 1212 no se menciona documentalmente a los Treces. Su nombramiento era vitalicio, pero se advierten frecuentes renuncias debido a que el cargo conllevaba gran dedicación y responsabilidad por la frecuencia con que se convocaban los capítulos y la obligación de asistir en sus funciones rectoras al maestre.

Si faltaba un Trece, este era sustituido por otro caballero que fuese elegido únicamente para aquel acto, a este caballero se le llamaba entonces como enmienda.  Con frecuencia, quienes alguna vez fueron enmiendas serían posteriormente elegidos como trece en las juntas del  Trecenazgo. La autoridad y prerrogativas de los miembros del Trecenazgo han sido distintas en dependencia de los tiempos. En el año 1246 las labores de esta junta fueron fuertemente restringidas por el papa Inocencio IV, las cuales luego serían restituidas por el Papa  Alejandro IV.

Una de las atribuciones más importantes de Los Trece era la facultad de destituir al maestre junto con el prior en caso de que se considerase a este como inútil o dañino. Esta  atribución esta establecida en el capítulo de Ocaña del año 1338. Los encargados de promulgar esta atribución fue el maestre  Vasco López. El acto de destitución de un maestre con su prior se llevaba cabo en una ceremonia pública, la cual permitía que la población presenciase ese momento.

 Jerarquía

Desde sus inicios, la Orden de Santiago estuvo conformada por tres clases de miembros, estos son los Monjes, los caballeros casables y los caballeros estrechos. Estos últimos debían llevar una vida más rigurosa, profesar el celibato y vivir en comunidad. Por su parte, los religiosos y religiosas tenían como finalidad la celebración del culto, el apoyo espiritual hacia los demás miembros de la orden y dirigir las parroquias del priorato.

Los monjes tenían como jefe directo al gran maestre, mientras que los caballeros vivían bajo las ordenes de sus superiores eclesiásticos y de los priores de los conventos de Uclés y de San Marcos de León los cuales estaban bajo la autoridad del gran maestre de la Orden.

Como comentamos previamente, en honor a los  primeros trece miembros de la Orden de Santiago se establecería el Trecenazgo de la Orden. Estos eran trece freires electores que tenían poder de voto dentro de la orden en conjunto con los obispos priores de todos los conventos que perteneciesen a la orden. Estos serían los encargados principalmente de elegir al maestre supremo de la orden.

Todos los miembros de la Orden recibían el nombre de frailes, esto con la finalidad de diferenciarlos de los miembros que pertenecían a la órdenes religiosas los cuales se denominaban como frailes. Los frailes se disponían a ir a la guerra para defender la cristiandad. Por su parte, los frailes se dedicaban al culto divino y luchaban por medio de la oración y otras obras religiosas.

Tanto los frailes como los frailes gozaban de la reputación de ser  verdaderos religiosos. Por esta razón, además de sus obligaciones religiosas, también tenían los privilegios de los monjes como por ejemplo la  exención de la jurisdicción real, exención de la jurisdicción del clero y el sometimiento a juicio por la Santa Sede.

Dentro de los frailes existía una subdivisión que se conocían como Comendadores. Estos se encargaban de administrar una encomienda, los caballeros carecían de este privilegio. También dentro de la estructura de los frailes existían divisiones como por ejemplo los Priores los cuales tenían el “beneficio formado”, los curas que poseían el “beneficio curado” y los conventuales los cuales no poseían ningún tipo de beneficio.

Los priores

Hasta el año 1502 la duración de sus mandatos de los priores era perpetua, luego fue modificado a una forma trienal, siendo elegidos por los frailes de cada provincia de forma alternante. Esto se traduce en que cada trienio cada  provincia proponía a un gran maestre para que mandase por ese trienio. Para los años 1794 hasta el año 1844 existían priores perpetuos los cuales eran nombrados por la Corona.

Inicialmente, el único prior que existía dentro de la orden era el del convento de San Marcos pero con la futura división del reino de León, los caballeros de Santiago serían acogidos por Alfonso VIII de Castilla quien les daría una villa y el Castillo de Uclés en el año 1174, siendo en este lugar donde establecerían la Orden de Santiago.

Luego de serias disputas en materia de antigüedad, preeminencia y poder entre los conventos de San Marcos y el de Uclés se resolvería el conflicto con la posesión del  prior de San Marcos sobre los conventos de León, Galicia y Extremadura. Los conventos restantes a disposición de la Orden de Santiago estarían bajo el mandato del prior de Uclés.

Los superiores de los otros conventos de la Orden de Santiago  tenían de igual maneta el título de priores pero estos estaban bajo las ordenes de aquellos prelados. Por ejemplo, los priores de Uclés y de León eran seguidos por los Trece, luego por las grandes cruces de Castilla, León y Montalbán, después por los comendadores y finalmente por los caballeros, frailes, clérigos o religiosos.

Sucesión en el maestrazgo

En caso de que falleciese el gran maestre, el prior de Uclés se encargaría de la dirección de la Orden y además de convocar a los Trece para elegir un nuevo maestre. Debemos comentar que muchas de las atribuciones que tenían los Trece se perdieron luego de la creación del Consejo de las Órdenes con la posterior incorporación de la orden a la Corona de España  con la  autorización de Adriano VI.

Desde el siglo XVI  la elección del maestre sería responsabilidad de un personaje de la familia real o cercana la corte. Luego, a partir del siglo XV la elección del maestre era una atribución de la Corona y a lo largo de ese siglo el maestrazgo estaría bajo el dominio de nobles y de los reyes.​

Tiempo después, los reyes Carlos I y Felipe II le darían a la Orden de Santiago la estructura que posee actualmente. Esta estructura se sustenta sobre un presidente, ocho ministros, un fiscal, un secretario, un contador general, un alguacil mayor y un tesorero. Entre ellos se anexan además cuatro procuradores generales y cuatro fiscales los cuales corresponden a cada una de las cuatro órdenes militares de España.

Símbolos de la Orden de Santiago

El símbolo de la Orden de Santiago es una cruz el cual simula una espada en  forma de flor de lis en la empuñadura. Los caballeros portaban el símbolo de la cruz en su estandarte y en la capa blanca. Las flores de lis en los laterales representan el honor sin mancha el cual se refiere a los rasgos morales del carácter del apóstol.​ Por su parte, la espada representa el carácter caballeresco del apóstol Santiago y además su forma de martirio ya que sería decapitado con una espada.

Expertos en el tema aseguran que la forma de este símbolo tiene su origen en la época de las cruzadas cuando los caballeros llevaban cruces pequeñas con la parte inferior afilada. Esto con la finalidad de clavarlas en el suelo para realizar sus devociones diarias.

En este artículo pudimos conocer sobre la Orden de Santiago, esta era una organización de índole religiosa y militar que residía en España. La finalidad de esta orden era proteger a los peregrinos que transitaban por el camino de Santiago. Esta orden se convertiría en una de las más poderosas de España, esta situación cambiaría con la posterior intervención y adición de la orden a los intereses de la Corona, esto propició una reformación total pero sin dejar de lado sus principios. También te pueden interesar los siguientes artículos: