La sinagoga de Córdoba, una maravillosa sinagoga de España

SINAGOGA DE CÓRDOBA

La Sinagoga de Córdoba es una maravilla arquitectónica, considerada la sinagoga más antigua de España. Se encuentra ubicada en la hermosa ciudad de Andalucía y fue declarada Monumento Histórico y Patrimonio Histórico de España. Ven a descubrir todo sobre la Sinagoga de Córdoba, aquí.

SINAGOGA DE CÓRDOBA

Historia de la Sinagoga de Córdoba

La hermosa y antigua Sinagoga de Córdoba, se encuentra ubicada en el conocido barrio de la judería. Es una de las sinagogas más antiguas y mejor conservadas de España.

Fue construida en la época medieval, entre los años 1.314 y 1.315, año 5.075 del calendario judío. Estas fechas fueron tomadas de unas inscripciones que tiene la edificación.

La sinagoga de Córdoba sirvió de templo hasta que se produjo la expulsión de los judíos en el año 1.492, luego de la promulgación del Edicto de Granada. Pero la historia de esta hermosa y antigua sinagoga es digna de ser contada con detenimiento.

Podríamos incluso señalar que la misma sinagoga en el año 1.884 decide dar a conocer quién era realmente y quién le había dado vida. Luego de la expulsión de los judíos, la sinagoga de Córdoba fue utilizada como hospital, el mismo era un hospital de hidrófobos de Santa Quiteria.

SINAGOGA DE CÓRDOBA

Posteriormente en el año 1.588 se utilizó como la ermita de San Crispín y por último fue convertida en una escuela infantil de párvulos en el siglo XIX, es decir, un preescolar.

Para esta fecha en realidad se sabía poco o casi nada de los orígenes de la sinagoga de Córdoba, en el año 1.884 como indicamos el párroco Mariano Párraga, se encontraba realizando unos trabajos de reparación en la sinagoga, cuando encuentra unas tallas escritas en hebreo.

El párroco ante este hallazgo decide llevar las mismas a Rafael Barros quien era arqueólogo, quien inmediatamente inicia los estudios necesarios para dilucidar de qué se trataba.

La talla encontrada, señalaba como año de construcción en calendario hebreo 5.075  y el nombre de Isaq Moheb como su constructor, el hallazgo se trataba de una inscripción fundacional.

SINAGOGA DE CÓRDOBA

Luego de las investigaciones realizadas y determinando la importancia de la edificación y su antigüedad, la Sinagoga de Córdoba es declarada Monumento Nacional.

Siendo ahora una edificación reconocida por el gobierno de Córdoba, se inician los trabajos de restauración, las cuales han sido ejecutadas por etapas. Una primera restauración en el año 1.928, la cual estuvo a cargo del arquitecto Félix Hernández.

Luego hubo otra restauración iniciada en el año 1.977 que se extendió hasta la reapertura de la sinagoga en el año 1.985. Ese mismo año se conmemoraba el 850 aniversario del nacimiento de Maimónides, un judío sefardí considerado uno de los mayores estudiosos de la Torá en época medieval.

Se mantuvo abierta para que fuera visitada por el público, sin embargo, en el año 2017, debió ser cerrada al público para realizar nuevos trabajos de restauración.

SINAGOGA DE CÓRDOBA

Los problemas de humedad que sufría la edificación ponían en peligro su integridad, por lo que hubo que realizar la construcción de nuevas ventanas para mejorar la ventilación de la sinagoga y mejorar la iluminación de la misma.

También se restauraron las paredes que se había deteriorado por lo problemas de humedad, logrando reabrir al público en el año 2.018. Hoy en día se puede decir, que la Sinagoga de Córdoba, es la más antigua y la mejor conservada de todas las sinagogas de España.

Se dice que la historia de los judíos en la península ibérica se remonta al siglo X antes de Cristo, cuando llegaron los primeros judíos a bordo de naves fenicias, los cuales llevaban como destino Tharsis una ciudad que se encontraba ubicada en la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel.

Algunas de estas embarcaciones fueron hacia la desembocadura del Guadalquivir y la historia cuenta que remontando el río hasta el actual lugar en donde se encuentra la ciudad, donde habitaban entonces los ibero-turdetanos.

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Siendo así, podemos indicar que los judíos se quedaron desde ese momento en la zona y parte de la expedición fenicia regresó. Así que podemos entonces inferir que para cuando llegó Claudio Marcelo para fundar la Córdoba Romana, ya los judíos se encontraban establecidos, desde hace mucho tiempo atrás.

Con la destrucción de Jerusalén y su templo, la población comenzó a migrar, siendo uno de los lugares destino la ciudad Córdoba. Mientras estuvo la ocupación romana, los judíos eran libres de practicar sus cultos, ritos y religión.

Los judíos, se organizaban en comunidades y lograban estructuras sociales incluso con una jurisdicción propia. Pero cuando se produce la invasión de los pueblos del norte, a partir del siglo VII, fueron tiempos difíciles, en los que se comenzaron a generar los edictos de expulsión, para todos aquellos que no aceptaran el cristianismo.

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Por supuesto, que quien es oprimido en algún momento tratará de romper las cadenas. Es así que cuando se produce la invasión Musulmana, se dice que incluso los judíos ayudaron a la victoria de estos, a pesar que San Isidoro de Sevilla en el año 633, en un concilio celebrado había prohibido presionar a los Judíos con violencia para que se convirtieran al cristianismo.

Los musulmanes permitieron a los Judíos  practicar su religión e incluso el comercio quienes proveían al Gran Mercado de Córdoba. Muchos Judíos de la España musulmana adoptaron la lengua árabe al mismo tiempo que el romance, con la que se expresaban.

La Judería de la época Musulmana estaba a extramuros al Norte, ocupando lo que hoy en día es el Campo de la Merced y parte del Barrio Santa Marina.

En el año 1.236 con la llegada de Fernando III el Santo y hasta la expulsión de los Judíos, decretada por los Reyes Católicos en el año 1.492, los Judíos ocuparon la zona que hoy en día se conoce como la Judería.

La historia describe este lugar con angostas calles, casas de dos plantas distribuidas en torno a un plaza, con un mercado, un cementerio y su propia Sinagoga.

Luego del descubrimiento realizado por el Párroco, el edificio era propiedad de la Iglesia y el mismo fue cedido al Estado por el Obispo, pero no fue hasta el año 1.981 que Don Manuel Nieto Cumplido, se ocupó de inscribirlo y formalizar a la sinagoga como propiedad del Estado español.

Diseño y arquitectura

La Sinagoga de Córdoba es una edificación que fue construida en el siglo XII, la cual ha sufrido una serie de restauraciones, que han tratado en la medida de las posibilidades y de la seguridad de la edificación, de conservar en gran medida su estructura original.

A pesar de ello, se han realizado modificaciones a lo largo de su historia. Se continúan en los últimos años realizando hallazgos en las viviendas que separan a la Sinagoga del lienzo de muralla.

SINAGOGA DE CÓRDOBA

En los que se han descubierto arcos y yeserías que tienen un estilo mudéjar, este es un tipo de estilo artístico que fue desarrollado en los reinos cristianos de la península ibérica, los cuales muestran la influencia de los elementos hispano-musulmán , al igual que la sinagoga, lo que hace suponer que pueden ser restos del mismo edificio.

El acceso a la hermosa Sinagoga de Córdoba se hace a través de un pequeño patio. Al ingresar es fácil reconocer que nos encontramos en un pequeño vestíbulo de planta con forma rectangular, en cuyo lado oriental la forma se adapta a la disposición de la calle.

En este lugar se alza una pequeña escalera que permite el acceso a la segunda planta, por lo que, podemos reconocer que se trataba del lugar destinado a las mujeres.

De hecho es denominado Tribuna de las Mujeres. Una puerta adintelada, es decir, que tiene un elemento en la parte superior que permite crear vanos en los muros para conformar puertas, nos permite la entrada a la Sala de Oración, la cual mide aproximadamente 7 metros de longitud.

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En el Muro Sur en la Tribuna de las Mujeres se abren tres ventanales amplias. En estos se puede identificar que los ventanales laterales son de medio punto peraltado, mientras que el ventanal central es adintelado, y está decorado en sus ángulos con yeserías.

Entonces observamos dos ventanas con un tipo de arcos en semicírculos y el adintelado. Las tres ventanas o vanos como son llamados en la arquitectura, están contorneados por marcos rectangulares, que se encuentran decorados por leyendas hebraicas.

Los caracteres estaban dorados sobre fondo blanco y encarnados sobre fondo azul. Sobre estos se halla una faja decorativa. Coronando el muro se disponen cinco huecos de luz, todos ellos de medio punto.

Por su parte el Muro Oriental tiene la particularidad de que alberga una pequeña cámara de 2,8 metros de profundidad. Tiene un acceso adintelado, sobre el que se desarrolla un arco de medio punto cegado.

En el interior de este espacio se observan dos pequeñas alacenas. Este era uno de los lugares sagrados en  donde eran guardados los sagrados rollos de la ley, así como la Torá.

El arco de medio punto está enmarcado por un alfiz delicadamente ornamentado, el mismo se encuentra flanqueado por dos grandes placas, las cuales se encuentran decoradas con motivos geométricos, aún se puede observar en la base de los mismos unas inscripciones. Lamentablemente el tiempo ha deteriorado la mayoría de ellas.

El Muro Norte de la Sinagoga de Córdoba es el que se encuentra mejor conservado en la actualidad. Llama mucho la atención que el mismo se encuentra cubierto por una rica decoración de yeserías.

Al igual que el Muro Sur, este se encuentra coronado por cinco vanos o ventanas de medio punto que proporcionan de luz natural a la sala. Justo debajo se extiende horizontalmente una faja que es flanqueada por pequeños frisos con inscripciones, bajo estas hay tres arcos ciegos.

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Los laterales de medio punto y el central adintelado, al igual y en armonía con el Muro Sur. El zócalo que sirve de base del muro, al igual que en el resto de los lados de la sala, no se ha conservado.

El Muro Occidental presenta un pequeño nicho del que se presume puede ser el lugar en el que se encontraría el púlpito del Rabino. El nicho está cubierto por un impresionante arco ojival lobulado, suspendido sobre ménsulas, esta última es un elemento estructural en voladizo que sirve de soporte.

Está enmarcado por un alfiz que este detalladamente decorado, que a su vez está cubierto por un pequeño friso que alberga una incompleta inscripción que dice “El Cantar de los Cantares”.

En la última restauración se encontró, en el muro que alberga en su interior el arco, una cruz pintada de negro y rojo que, seguramente, es de lo que queda cuando el edificio hacía las funciones de hospital.

Cómo es por dentro la Sinagoga de Córdoba

La Sinagoga de Córdoba es un hermoso lugar que evoca la historia de la comunidad Judía que se estableció en las tierras Ibéricas. La Sinagoga de Córdoba nos permite el ingreso a través de un pequeño patio que sirve de antesala a un  pequeño vestíbulo.

A nuestra mano derecha de este espacio hay unas escaleras de madera que permiten el acceso a la zona donde debían colocarse las mujeres, dentro de la sinagoga.

En la parte de enfrente se tiene acceso a una  estancia principal. La misma tiene un forma de planta cuadrangular y se encuentra hermosamente decorada con atauriques mudéjares, el cual es un bellísimo y elaborado trabajo ornamental de los alarifes de origen musulmán, es un claro reflejo del estilo de arte mudéjar .

El muro que soporta la tribuna de las mujeres se abre con tres arcos ornamentados con yeserías de gran belleza. También podemos observar decoraciones con diseños geométricos en forma de estrellas, epigrafía, arcos mixtilíneos, entre otros.

Las hermosas ventanas perfectamente elaborados con arcos de medio punto peraltados y otras de un extraordinario detalle adintelado, todas con delicadas y elaboradas yeserías angulares, enmarcados por alfices ornados con caracteres epigráficos hebreos.

Desde el interior de la sinagoga de Córdoba podemos ver en detalle cada uno de los muros que conforman la edificación y la armonía en la arquitectura, anteriormente detallada.

Debemos destacar el arte geométrico y de vegetales, finamente elaborado y que permanece hasta nuestros días. El pequeño habitáculo del muro oriental, donde se conservan los nichos donde se guardaba las leyes y el Torá.

En la sala de oración las yeserías se encuentran en buen estado, sin embargo, los zócalos no soportaron los embates del tiempo. El detalle con el cual fueron elaborados  los paneles que decoran la sinagoga, son realmente extraordinarios.

Apartados curiosos para visitar

Como mencionamos al principio la Sinagoga de Córdoba ha sido sometida a varias restauraciones, las cuales buscan sin lugar a dudas conservar y mantener la belleza original que queda del edificio.

La Sinagoga de Córdoba, volvió abrir sus puertas al público en el año 2.018, luego de un meticuloso proceso de recuperación y estabilización de la sinagoga.

Se le agregaron nuevas ventanas para mejorar la iluminación y ventilación del lugar. La judería es un barrio antiguo en donde se establecieron los primeros Judíos que llegaron a Iberoamérica.

Sus calles y casas cuentan de su historia en cada detalle que se mantiene y preserva, por lo que hay muchos lugares que pueden ser visitados que se encuentran ubicados en torno a la sinagoga de Córdoba.

Una de las zonas populares es la Callejuela de las Flores, la cual es una calle muy estrecha y sinuosa, tal cual eran las calles de la época medieval.

Es todo un espectáculo no solo visual ni también de aromas caminar por este hermoso lugar repleto de flores en donde los geranios son los protagonistas.

También se puede visitar Mezquita-Catedral de Córdoba, la cual fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1.984.

Es un símbolo de la ciudad de Córdoba, lleno de historia. Es un espacio de extrema belleza en donde los elementos arquitectónicos  y las decoraciones, dejan sin aliento a sus visitantes.

No pueden dejar de visitar Medina Azahara es uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de España, que fue mandado construir por el primer Califa cordobés, Abd al-Rahmán III, an-Násir, conocido como El Victorioso. Era la nueva sede del gobierno del califato y lugar de residencia del Califa.

Pero no fue sólo un palacio, sino una verdadera ciudad dotada de una compleja organización urbanística en cuyo interior se desarrollaba la administración civil y militar del nuevo Estado. La ciudad es un símbolo de la independencia del soberano omeya, quien se enfrento a los califatos islámicos orientales.

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